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Lluvia de impugnaciones al debate ‘cara a cara’ entre Montilla y Mas
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LOS RIVALES SE OPONEN A A QUE LO EMITA UNA TELEVISIÓN PÚBLICA

Lluvia de impugnaciones al debate ‘cara a cara’ entre Montilla y Mas

Enfado por todo lo alto en Cataluña. Pero esta vez no por insultos o por las inevitables zancadillas de campaña que ponen en evidencia a sus

Foto: Lluvia de impugnaciones al debate ‘cara a cara’ entre Montilla y Mas
Lluvia de impugnaciones al debate ‘cara a cara’ entre Montilla y Mas

Enfado por todo lo alto en Cataluña. Pero esta vez no por insultos o por las inevitables zancadillas de campaña que ponen en evidencia a sus rivales. El motivo es el tan cacareado debate cara a cara entre Artur Mas y José Montilla, los candidatos de Convergència y Unió (CiU) y del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), que será esta noche y en directo por la televisión pública de Cataluña, TV3.

El choque entre los dos únicos presidenciables que tienen posibilidades de sentarse en el sillón de la plaza Sant Jaume se gestó de manera casi improvisada ya muy entrada la noche del domingo. Tras el debate de TV3 entre los seis candidatos de los partidos parlamentarios, Montilla volvió a retar a Mas aunque fuese a un solo asalto y en catalán. Y Mas recogió el guante. Fue un acuerdo insólito por el momento, que ha sentado como un tiro entre los demás candidatos, que ven cómo los representantes de CiU y PSC van a chupar más cámara que el resto de sus contrincantes.

Los dos partidos habían jugado al gato y al ratón hasta entonces, echándose mutuamente las culpas de que no hubiese cara a cara. En realidad, Montilla había propuesto hace meses la celebración de dos encuentros: uno en castellano para toda España y otro en catalán sólo para Cataluña. “En abril, ya hablamos del tema -reconocen fuentes de CiU a El Confidencial-. Y el 22 de septiembre, el director de campaña de CiU, David Madí, envió una carta al director de campaña del PSC, Jaume Collboni, aceptando el debate”.

En esta carta, Madí señala: “Consideramos que después de 30 años de elecciones al Parlamento de Cataluña y con nueve contiendas electorales, es una anomalía democrática dentro de las democracias occidentales que no se haya podido celebrar un debate con el formato cara a cara”. Y le propone que tengan una reunión “pública o discreta, lo dejo a tu criterio, para valorar las diferentes opciones y acordar, en caso de que estéis de acuerdo, la celebración de uno o más debates cara a cara”.

El 8 de octubre, representantes de PSC y CiU mantuvieron una primera reunión preparatoria. “Ahí, los socialistas quisieron tensar la cuerda y propusieron que el primer debate fuese en castellano. Dos días después, el 10 de octubre, con motivo de unas declaraciones de Felip Puig criticando que se realizase el debate en castellano porque era para Cataluña, se levantaron de la mesa de negociación y hasta hoy. Lo que buscaban era una excusa para no llegar a ningún acuerdo”, añaden las mismas fuentes.

Pero el domingo por la noche, todo cambió ante las cámaras y confirmaron su particular batalla televisiva. Artur Mas, envalentonado, incluso ofreció realizar el cara a cara allí mismo y en aquel momento. Pero la programación es la programación. El reto, no obstante, molestó sobremanera a los demás contendientes. “CiU y PSC representan sólo al 62,9% de los diputados catalanes -señalan a El Confidencial fuentes del Partido Popular-. Y con ello, están dejando fuera a más de un millón de votantes del resto de partidos parlamentarios. Algunos defensores del cara a cara han apelado a que también se produjo un debate similar entre Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, pero no han de olvidar que en aquella ocasión quien lo organizó fue la Academia de Televisión y no una televisión pública, además de que, entre ambos, representan al 91,5% de diputados y senadores de las Cortes españolas”.

Impugnaciones del debate

El PP ha impugnado ya la retransmisión del debate por dos motivos fundamentales: “Primero, porque la junta electoral emitió una instrucción en la que se obliga a notificar a la misma, al menos con cinco días de antelación, la emisión de cualquier debate, el horario, la duración y los asistentes. En este caso, pues, no se dan estas condiciones. Y segundo, porque favorece a dos formaciones. En caso de que hubiese sido notificado en tiempo y forma, habría que ver cómo compensar a las restantes formaciones. Y en estos momentos, no hay tiempo material para dar esas compensaciones. Por tanto, es un ataque directo a la pluralidad política en Cataluña. Una televisión pública no puede infringir de esta manera los principios de neutralidad, pluralismo y proporcionalidad a que ha de atenerse durante una campaña electoral”.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no se queda atrás. El director de campaña, Xavier Vendrell, anunció también la impugnación del cara a cara. “Somos contrarios a este formato porque, mientras en España hay dos partidos que sí representan al 90% del electorado y tiene sentido hacerlo, en Cataluña la situación es muy diferente”. Ciudadanos, la formación encabezada por Albert Rivera, también impugnará el debate si no hay compensaciones para el resto de partidos, ya que “nuestro sistema es parlamentario, no presidencialista, y la televisión pública debe cumplir la ley”. El líder no nacionalista apela a que un medio privado puede realizar este tipo de debates, pero argumenta que un medio público “ha de respetar la pluralidad”, ya que “el resto de las formaciones políticas representan al 40% de los ciudadanos y por ello también deben tener voz”.

Iniciativa per Catalunya (ICV), en cambio, debatió ayer el tema pero no presentará ningún escrito de impugnación. “No es nuestro estilo recurrir estas actuaciones”, señalaron a este diario fuentes de la formación que encabeza Joan Herrera, aunque admiten que existe enfado en las filas ecosocialistas y que su emisión perjudica a los restantes partidos parlamentarios.  

El consejo asesor de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) emitió también una durísima nota en la que señala textualmente que “no es aceptable el establecimiento de debates cara a cara entre las dos principales fuerzas políticas marginando al resto de los partidos. Un debate de estas características no se ha producido nunca en la televisión pública catalana, ya que rompe el principio de equidad y hace olvidar que se trata de unas elecciones de un sistema parlamentario y no presidencialista. No se pueden primar unas opciones sobre otras. El bipartidismo no se corresponde con la realidad catalana, en que muchas veces el papel de fuerzas minoritarias es decisivo para la elección de la presidencia de la Generalitat y del Gobierno”.

Este mismo razonamiento fue utilizado por Xavier Vendrell, para quien “desde el 2006, la fuerza que ha condicionado la política catalana no ha sido ni PSC ni CiU”, refiriéndose a la propia ERC. Vendrell propone que  si se acaba emitiendo el cara a cara, se han de suprimir “las entrevistas en TV3 a Mas y Montilla o que se dé más tiempo al resto de partidos” para compensar, petición que también apoya Albert Rivera.

En otras palabras, los otros candidatos no se oponen a que haya los debates bilaterales que quiera siempre y cuando se produzcan en un medio privado, que tiene potestad para invitar a unos o a otros. Pero no con la televisión pública. Con La Nostra, como es conocida en Cataluña.

Sin embargo, no hay duda de que existe expectación ante al cara a cara, que sería el primero en unas autonómicas catalanas. El PSC quiere poner en evidencia las “ambigüedades e indefiniciones” de CiU. Y CiU espera que la labia y la expresividad de Artur Mas eclipsen el hieratismo de José Montilla. El socialista, no obstante, saldrá con artillería pesada. Lucha contra la crisis, corrupción (con alusiones al escándalo del Palau de la Música), inmigración, datos estadísticos sobre acción de gobierno y pactos postelectorales serán los platos fuertes en esta inusual confrontación.

Enfado por todo lo alto en Cataluña. Pero esta vez no por insultos o por las inevitables zancadillas de campaña que ponen en evidencia a sus rivales. El motivo es el tan cacareado debate cara a cara entre Artur Mas y José Montilla, los candidatos de Convergència y Unió (CiU) y del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), que será esta noche y en directo por la televisión pública de Cataluña, TV3.

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