UPyD acusa a la política lingüística de llevar a la ruina a Cataluña

La lengua cuesta dinero. Así se desprende de un exhaustivo informe elaborado por Unión Progreso y Democracia (UPyD), el partido que lidera Rosa Díez, que ayer presentó el responsable de Acción Política del partido, Carlos Martínez Gorriarán, en Barcelona dentro de uno de los actos de la campaña electoral a las autonómicas catalanas del 28 de noviembre. Es más, la conclusión es que “las políticas lingüísticas son las responsables de la ruina de Cataluña”. Dice el informe que el presupuesto anual dedicado al fomento del catalán es de 2.437 millones de euros, pero advierte que “muchas de las ayudas públicas que las instituciones catalanas dedican a políticas lingüísticas no tienen mucho que ver con el apoyo a la cultura, la enseñanza o la comunicación en catalán, pues son ayudas encubiertas a instituciones y asociaciones dependientes de los partidos políticos”. Martínez Gorriarán destacó a El Confidencial que éste es un problema muy serio, ya que no sólo se producen “graves daños” a la política educativa, sino que trasciende este horizonte y afecta de lleno a la economía catalana.

 

UPyD cuenta para estas elecciones con un presupuesto de 250.000 euros, por lo que ha de hilar muy fino y enfocar muy bien los mensajes y su contenido para calar en su potencial electorado. Las encuestas no le auguran buenos resultados, pero el dirigente de UPyD afirmó a este diario que “el día 28 se desvelará el enigma de si la gente nos vota. Sabemos que lo tenemos difícil, no somos ingenuos, ya que los hábitos de los votantes son quedarse en casa en las elecciones autonómicas, pero sabemos muy bien dónde están nuestros votantes y vamos a intentar movilizarlos”. Gorriarán también reconoció que el ex coordinador de UPyD de Cataluña, Ángel Hernández, se dio de baja, junto con algunos amigos, pero negó que exista ninguna escisión. Es más, asegura que “ha habido más altas que bajas”.

El responsable de Acción Política de UPyD justifica, asimismo, que no concurra en coalición con fuerzas similares, como Ciudadanos, con quien tiene muchas similitudes en su programa electoral. “Consideramos que Ciudadanos es un partido regional que ha renunciado a crecer en el resto de España. Si nos aliáramos con ellos, tendríamos el mismo problema que tienen el PSOE y el PP: sus dirigentes no dicen lo mismo en Cataluña que en Madrid. Y nosotros garantizamos que el partido dice lo mismo en toda España”.

Un informe apocalíptico

Y no se cortó un pelo al pintar un panorama apocalíptico de la economía catalana por culpa de las políticas lingüísticas, de tal modo que éstas empobrecen el país, disparan el paro, ahuyentan las inversiones extranjeras y ahogan la economía. El título del informe que presentó lo dice todo: Las políticas lingüisticas y la quiebra de Cataluña. Informe sobre el coste social y económico de una política ruinosa. En él, critica la última emisión de bonos de la Generalitat, por 3.000 millones de euros, colocados a un interés del 4,75%. “Si consigue colocar estos bonos [en realidad, ya están vendidos, pues la demanda casi triplicaba la oferta], la Generalitat aliviará sus problemas de tesorería, pero al precio de aumentar a medio plazo la ya enorme deuda pública y empeorar la situación financiera”. También recuerda que Cataluña absorbe el 42,2% de los créditos ICO a comunidades. Martínez Gorriarán ahondó ayer en el tema comparando la estrategia de la emisión de bonos con la del corralito argentino y alertando de un efecto perverso sobre la economía.

El texto subraya que “todo aquello que esté asociado al supuesto fomento del catalán o de ‘lo catalán’ se ha convertido en una especie de objetivo superior”. Y da ejemplos concretos, como el del Institut Ramon Llull, que con un presupuesto de 2,9 millones de euros en el 2009 empleó 2,1 millones en subvencionar cursos de catalán. Otro ejemplo es la red de escuelas Amics de La Bressola, del sur de Francia, una de las niñas mimadas del vicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira, que ha recibido 6 millones de euros en subvenciones desde el 2004 al 2008. A los casales catalanes en el exterior también se les ha subvencionado con 2,5 millones y la Plataforma Pro Selecciones Catalanas se llevó 4,8 millones, “buena parte de ellos gastados en viajes, estancias y material promocional”.

UPyD denuncia también en el informe que el Gobierno catalán desgrava en el IRPF la aportación a entidades que fomenten el catalán “y se buscan recursos aumentando gravámenes e impuestos indirectos, por eso los catalanes pagan más peajes, carburantes [existe el céntimo sanitario, destinado a costear la sanidad pública], las transmisiones patrimoniales, los actos jurídicos documentados, las harencias y el juego”. En otras palabras, según manifestó el propio Gorriarán, los catalanes están pagando impuestos escandinavos para recibir servicios mediterráneos.

Las multinacionales huyen de Cataluña

La formación acude al Financial Times para destacar la pérdida de atractivo de Cataluña para el capital extranjero tanto por la burocracia como por las exigencias de verse obligadas a usar preferentemente el catalán, lo que es visto como “un gasto extra irracional que no les reporta ningún beneficio ni tiene nada que ver con la realidad social y cultural que observan en Cataluña”. Por eso, la comunidad de Madrid absorbe ya el 65% de la inversión exterior y Cataluña ha bajado hasta el 11,66%. Además, la cuota de mercado de productos catalanes en el resto de España ha bajado del 21,8 al 18,2% entre el 2001 y el 2007 y en la Comunidad Valenciana este descenso fue del 21%. UPyD aprovecha también para cargar contra las multas lingüísticas, que sólo en el 2009 recaudaron 208.000 euros de pequeñas y medianas empresas. Y también subraya que “la división artificial de los trabajadores en función del uso de una lengua y no de las capacidades o disponibilidad no puede hacer otra cosa que aumentar el desempleo estructural que afecta a Cataluña, donde ya se pierden del orden de 298 empleos al día”. En este campo, también opina que los jóvenes trabajadores son educados “de forma deficiente en el español”, por lo que “ven mermadas sus posibilidades de empleo fuera de Cataluña”.

Capítulo aparte merece la televisión autonómica, que tiene un problema de “sobrecoste, opacidad y derroche”. El informe afirma que cuesta a las arcas públicas mucho más que otras televisiones, que sus cuentas son secretas y que además excluye en español de su programación, aunque en realidad esto no es así, puesto que las películas españolas se suelen emitir sin doblar y en programas informativos, según quién sea el invitado, se le habla en castellano. De todos modos, desaca que Telemadrid, por ejemplo, tiene 1.202 trabajadores y un presupuesto de 106 millones; RTV de Galicia tiene 1.000 trabajadores y 142 millones de presupuesto; ETB tiene 950 trabajadores y 203 millones de presupuesto; y TV3 tiene 2.700 trabajadores y 485 millones de presupuesto.

¿Y todo ello para qué? Para unos pobres resultados: a pesar de todos los esfuerzos, en el 2003 el porcentaje de ciudadanos que hablaban catalán era del 46%, los que hablaban castellano llegaban al 47,2% y los que hablaban ambas lenguas sólo representaban el 4,7%, mientras que en el 2008 los porcentajes eran del 35,6%, del 45,9% y del 12% respectivamente.