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Las finanzas de la Generalitat desatan una nueva tormenta entre Tripartito y oposición
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LOS EXPERTOS ADVIERTEN QUE ES UNA EMISIÓN “MUY CARA”

Las finanzas de la Generalitat desatan una nueva tormenta entre Tripartito y oposición

Las finanzas de la Generalitat vuelven a estar en el ojo del huracán. El candidato de Convergència i Unió (CiU) en las elecciones autonómicas del próximo

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Las finanzas de la Generalitat desatan una nueva tormenta entre Tripartito y oposición

Las finanzas de la Generalitat vuelven a estar en el ojo del huracán. El candidato de Convergència i Unió (CiU) en las elecciones autonómicas del próximo 28 de noviembre, Artur Mas, advirtió, ayer a primera hora de que se teme que, si es elegido presidente, se encuentre con que las arcas del Gobierno catalán están “secas”. El actual presidente catalán y candidato socialista, José Montilla, ya le había acusado, a su vez, de haber dejado en los cajones facturas por pagar por valor de 3.000 millones de euros, pero que el Tripartito, para no caer en la misma trampa, había preferido sacar varias emisiones de bonos. Pero también acusaba a su oponente de desleal por sembrar dudas sobre la fortaleza de la Administración catalana.

 

La emisión popular (en bonos de 1.000 euros), destinada a pequeños ahorradores, fue todo un éxito. La primera remesa ascendió a 1.000 millones, que enseguida aumentaron a 2.500 millones. Pero esta semana, la consejería de Economía  propuso a las entidades que avalan la operación subir otros 500 millones, hasta totalizar 3.000 millones de euros. El viernes próximo decidirá oficialmente si al final saca al mercado esta nueva remesa. Con ello, podría decirse que las necesidades de financiación del Gobierno están ya cubiertas para este año.

El decano del Colegio de Economistas de Cataluña, Joan B. Casas, advirtió ayer que la emisión es cara, si se tiene en cuenta el interés del 4,75% y el vencimiento de un año, ya que presiona mucho sobre las finanzas de la Generalitat. Aun así, matizó que es un instrumento normal de financiación y destacó la respuesta positiva de los ciudadanos. Además, el déficit catalán no es alarmante en relación al PIB de la comunidad, aunque sí lo es en relación con los maltrechos ingresos, mermados por la crisis y por la deficiente financiación autonómica.

Pero desde las filas convergentes se aduce que, quiérase o no, la emisión de bonos “es una factura que tendrá que pagar el próximo Gobierno. Y si se ha recurrido a ella es porque no hay dinero en la caja. Además, no se ha acudido a una emisión de bonos para hacer frente a unos gastos extraordinarios, sino para pagar la nómina de los trabajadores, lo cual indica la poca liquidez que tiene la Administración. El problema lo tendrá el Gobierno que entre”.

Cruce de espadas entre PSC y CiU

El ex ministro de Trabajo y número 3 de Montilla, Celestino Corbacho, salió ayer en defensa de las finanzas de la Generalitat. Afirmó que el Gobierno dejará facturas pendientes por unos 600 millones de euros, muy alejados de los 3.000 millones del último Gobierno de Jordi Pujol. En concreto, dijo que aquellos 3.000 millones representaban el 17% del presupuesto de la Generalitat, mientras que los 600 de ahora suponen sólo el 1,6% de ese presupuesto. Le acusó, asimismo, de haber actuado sospechosamente poco antes de salir del Gobierno. “Renovó la concesión de autopistas, la concesión de las ITV, la concesión de las líneas de autobuses: todos los servicios hipotecados por parte de un Gobierno del que Artur Mas era conseller en cap (figura ya desaparecida y sustituida por la vicepresidencia) y, por tanto, responsable”. E ironizó: “Que no se preocupe el señor Mas por las finanzas de la Generalitat, porque no será él quien tendrá la responsabilidad de gestionarlas, porque lo haremos nosotros, con el presidente Montilla adelante”.

Corbacho aprovechó también para acusar a sus principales rivales políticos de desprestigiar las instituciones catalanas y defendió las emisiones de bonos porque, según aseveran todos los expertos, “son un instrumento normal” de financiación de las Administraciones. Y terminó: “Cuando Artur Mas dice lo que dice sabe que no es cierto”. Y subrayó: “Está deformando una realidad económica que es muy diferente a la realidad que él ha manifestado”

Y desde las filas de CiU, Artur Mas volvió al ataque y aseguró que la deuda de la Generalitat se ha multiplicado por 2,5 en los últimos años: “Que no presuman de lo que no pueden presumir. Que tengan un poco de modestia y humildad, porque las finanzas de la Generalitat están como están”. O sea, como él mismo matizó, “en un punto límite”. El líder convergente denunció que el Gobierno catalán tiene “la peor calificación de todas las autonomías del Estado español y ha de pagar un interés altísimo para lograr dinero en el mercado”. Aunque subrayó que su intención no es entrar en debate alguno sobre este tema con el Gobierno, lo cierto es que los convergentes intentan mantener el debate en el candelero, ya que es su principal baza electoral y donde piensan dar la gran batalla a sus rivales para atraer votos con sus propuestas en el campo económico.

Las finanzas de la Generalitat vuelven a estar en el ojo del huracán. El candidato de Convergència i Unió (CiU) en las elecciones autonómicas del próximo 28 de noviembre, Artur Mas, advirtió, ayer a primera hora de que se teme que, si es elegido presidente, se encuentre con que las arcas del Gobierno catalán están “secas”. El actual presidente catalán y candidato socialista, José Montilla, ya le había acusado, a su vez, de haber dejado en los cajones facturas por pagar por valor de 3.000 millones de euros, pero que el Tripartito, para no caer en la misma trampa, había preferido sacar varias emisiones de bonos. Pero también acusaba a su oponente de desleal por sembrar dudas sobre la fortaleza de la Administración catalana.

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