CiU capta para su causa a antiguas estrellas del PSC para erosionar a Montilla

Los ‘encargos’ de Convergència. Así se ven, desde el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) el goteo de noticias y ataques que surgen de las filas nacionalistas y que afectan a esta formación. Lo último, la entrevista al ex presidente de la Generalitat y del PSC Pasqual Maragall en la revista interna de Convergència y el fichaje del ex dirigente Jaume Sobrequés por parte de Artur Mas.

 

Maragall declaró al boletín convergente que las próximas elecciones las ganaría Artur Mas “porque toca” y le deseaba que lo hiciera bien en su mandato. El revuelo fue inmenso. “Maragall ya es mayorcito para decir lo que quiera, pero lo que se evidencia es una estrategia de juego sucio de CiU de cara a las elecciones”, señala una fuente oficial del PSC. Y añade: “Después de todos los insultos que le han dedicado a Maragall durante los últimos años, ahora tratan de aprovecharse de él. Pero si ésa es su estrategia, allá ellos. Pasqual Maragall es agua pasada y no queremos entrar en una batalla dialéctica. Montilla ya dejó bien claro que lo que hay es una falta de escrúpulos de Convergencia”.

El líder convergente salió ayer por la mañana en defensa de la publicación de la entrevista a su otrora rival político. “El señor Maragall tiene derecho a expresarse”, subrayó. Pero achacó la polémica “a un nerviosismo creciente entre nuestros adversarios”. Artur Mas también justificó la inclusión de la entrevista en la revista interna de su formación. “Aceptó la invitación de la revista de Convergència. Podía haber dicho que no, respondió a las preguntas y ratificó la entrevista por escrito”, dijo, en referencia a que el ex presidente la corrigió de su puño y letra.

El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, también terció en el debate. “Es evidente que esta entrevista tiene interés político”, dijo Puig, que negó cualquier manipulación o utilización del ex presidente y puso en duda también “si el PSC tuvo muchos escrúpulos tratando como trató al presidente Maragall”.

La “venganza” de Pasqual

En algunos círculos del PSC se considera este episodio como una venganza de Pasqual Maragall. Porque la venganza es un plato que se sirve frío y Maragall lleva fuera del partido varios años. “Por convicciones propias y posiblemente por la posición anti-PSC de su familia. No hay que olvidar que su esposa, Diana Garrigosa, fue la primera en romper el carnet del partido semanas después de decidir que Pasqual no repetiría como presidenciable. Consideró que no se le trató bien. Diana es una señora muy radical, con unos prontos tremendos y amiga de dar desplantes. Estando ya fuera de la Generalitat, por ejemplo, intentó acceder en el aeropuerto por la puerta de autoridades para coger un avión con destino a Argentina. La armó muy gorda con los pobres guardias civiles, apelando a su condición de esposa del presidente de la Generalitat. Pero él ya no era presidente, por lo que ella no tenía derecho a utilizar esa puerta. Finalmente, los responsables del aeropuerto la hicieron pasar por donde pasa todo el mundo”.

Pero cuando aún no se habían apagado los ecos de las afirmaciones de Maragall, CiU vuelve a la carga con el fichaje de Jaume Sobrequés, ex dirigente del PSC. “Lo de Sobrequés se veía venir -dicen fuentes socialistas-. En realidad, lleva tiempo yendo por libre. Hace mucho que abandonó los postulados del partido y la ideología de centro izquierda. Incluso salió varias veces en público defendiendo la independencia de Cataluña. Por tanto, es normal que se junte con quienes pueden pensar como él, como Artur Mas”.

En realidad, Sobrequés ya había coqueteado muchas veces con CiU. Su buena relación con el ex presidente Jordi Pujol le sirvió para ser nombrado director del Museo de Historia de Cataluña, cargo que ocupó del 2000 al 2008. De momento, sin embargo, no ha comunicado oficialmente al PSC su baja. “Su fuga no tendrá consecuencias, ya que no arrastrará a nadie. De todos modos, sí que el goteo de noticias similares demuestra una estrategia no muy limpia por parte de Convergència”, añaden las fuentes consultadas.

Estas fuentes señalan también que todo obedece a una estrategia cuidadosamente planificada. “Las palabras del eurodiputado Ramon Tremosa diciendo que Montilla es el presidente que Franco soñaba para una Cataluña democrática entran dentro de esta estrategia. Aunque ha habido voces desde la misma CiU desautorizándolo, estamos convencidos de que sus afirmaciones eran un encargo que le llegó de más arriba”. Y añaden que llegarán más polémicas de este estilo. “El juego sucio no acabará aquí. Se trata de ir soltando noticias espectaculares, muchas veces incluso sin sentido o zafias para erosionarnos”, zanjan.