Más de un millón de personas se concentran en Barcelona a favor del Estatut de Cataluña

El canto del himno catalán Els Segadors a cargo del Orfeó Catalá puso el punto final a la multitudinaria manifestación en defensa del Estatut de Cataluña que recorrió este sábado las calles de Barcelona. El presidente de la Generalitat, José Montilla, fue increpado por un grupo de radicales, por lo que se vio obligado a abandonar la marcha, que, según datos de la Guardia Urbana, concentró a cerca de un millón de personas.

Aunque este acto, que ha tenido lugar en la Plaza Tetuán, supone el colofón formal de la manifestación, la marea humana todavía discurría por el recorrido comprendido entre el Paseo de Gracia y el final de la protesta, si bien la representación política se ha detenido en la confluencia de Paseo de Gracia y Gran Vía.

En un ambiente de solemnidad y silencio, que ha contrastado con el ruido de los cánticos y silbatos durante el desarrollo de la marcha, los manifestantes han aplaudido al finalizar la interpretación del himno de Cataluña.

Tras las últimas notas de Els Segadors, entre la marea humana, salpicada de banderas catalanas e independentistas, se han escuchado consignas a favor de la independencia sin que estuvieran presentes los representantes políticos, que aún avanzaban a la altura de la confluencia entre Paseo de Gracia y la Plaza Tetuán.

Al finalizar la marcha, José Montilla tuvo que salir protegido por un cordón de seguridad, en un ambiente de tensión, silbidos e insultos, que ha llegado incluso a un aparente intento de agresión por parte de un manifestante exaltado.
 
Montilla ha dejado la manifestación cuando ésta se ha dado por finalizada, sobre las 20 horas, y en ese momento una veintena de guardaespaldas y miembros de la organización de la protesta han protegido su salida entre silbidos, abucheos y gritos de "españolista", "botifler" (traidor) y "charnego".

Esta escena ha contrastado con el ambiente vivido durante toda la manifestación, que ha transcurrido en un ambiente de normalidad y civismo.

Sólo se ha podido apreciar, además del incidente de Montilla, como un manifestante y el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, se han encarado unos segundos, sin más consecuencias.

Un millón de asistentes

La manifestación en contra del recorte del Estatut siguió su curso hasta la Plaza Tetuán de Barcelona después de que pasadas las 20.00 horas se disolviera en Gran Vía la cabecera liderada por los seis presidentes y un elenco de políticos y representantes de la sociedad civil catalana.

Según la Guardia Urbana, la cifra de asistentes ha superado el los 1,1 millones, mientras que la organización, òmnium Cultural, ha elevado la cifra a un millón y medio de manifestantes.

La marcha, multitudinaria, estuvo encabezada por una 'senyera' de 250 metros cuadrados que separa dos pancartas -con el lema 'Som una nació' y 'Nosaltres Decidim' (Somos una nación; Nosotros decidimos)- y bajó por Paseo de Gracia para acabar su recorrido en la Plaza de Tetuán.

Detrás de la bandera catalana caminaban el propio presidente de la Generalitat, y el presidente del Parlament, Ernest Benanch, junto a los ex presidentes Jordi Pujol y Pasqual Maragall, y los ex presidentes del Parlament, Heribert Barrera y Joan Rigol.

Tras ellos, lucía otra gran pancarta con el mismo lema y detrás caminaban representantes políticos y de la sociedad civil catalana.

En este grupo figuraba la presidenta de òmnium Cultural, Muriel Casals, el presidente de CiU, Artur Mas, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, el secretario de ICV, Joan Herrera, y el de EUiA, Jordi Miralles.

También secundaron la manifestación los secretarios generales de CC.OO y UGT de Cataluña, Joan Carlos Gallego y Josep Maria Álvarez, respectivamente, el presidente de la Asociación Catalana de Municipios, Salvador Esteve, el presidente de la Federación de Municipios de Cataluña (FMC), Manuel Bustos, y el presidente de la patronal Pimec, Josep González, entre otros.

El presidente de la Generalitat hizo un llamamiento ayer a acudir de forma masiva a la manifestación contra la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut para visualizar el rechazo de los catalanes a "un atentado contra el autogobierno de Cataluña".