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Un informe detalla que Ferrovial ‘regaló’ 14,75 millones al Palau de la Música
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LA SECRETARIA DE MILLET ESTÁ HACIENDO EL CAMINO DE SANTIAGO

Un informe detalla que Ferrovial ‘regaló’ 14,75 millones al Palau de la Música

El Camino de Santiago es más importante que una comisión parlamentaria. Eso es lo que se deduce de la incomparecencia de Elisabet Barberà, secretaria del ex

Foto: Un informe detalla que Ferrovial ‘regaló’ 14,75 millones al Palau de la Música
Un informe detalla que Ferrovial ‘regaló’ 14,75 millones al Palau de la Música

El Camino de Santiago es más importante que una comisión parlamentaria. Eso es lo que se deduce de la incomparecencia de Elisabet Barberà, secretaria del ex presidente del Palau de la Música de Barcelona, Fèlix Millet, ante la comisión del Parlamento autonómico que investiga el presunto desvío de fondos de la institución musical hacia Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).

 

Barberà tenía que comparecer ayer, pero disculpó su ausencia a través de su abogado, que dijo que se encontraba haciendo el Camino de Santiago. El letrado señaló que la secretaria de Millet no tuvo constancia de su citación y que se enteró de que había de personarse en el Parlamento a través de la prensa.

 

Con esta incomparecencia, el vodevil de algunos “invitados” ante la comisión adquiere tintes dantescos. En la sesión de ayer también se presentó la ex directora financiera, Gemma Montull, hija del segundo de a bordo de Millet, Jordi Montull. Y se negó a decir nada porque lo que tiene que decir lo dirá ante la Justicia. Así de rotundo y claro. “Teniendo en cuenta mi situación de imputada en el proceso penal del juzgado de instrucción 30, y como todavía no he sido requerida por el juez para clarificar las últimas informaciones, he de ser muy cauta y respetuosa con las instancias judiciales y por consejo de mis abogados, me acogeré al derecho constitucional de no responder a sus preguntas”.

 

Las dos mujeres se suman, así, a la pléyade de comparecientes que bien se negaron a declarar, bien han olvidado todo, bien aducían algún trastorno de salud para no presentarse.

 

Gemma Montull fue vapuleada por todos los grupos. El republicano Pere Bosch le recordó que “lógicamente, sabemos muchas cosas” y se lamentó de que no quisiera responder a algunos de los interrogantes sobre la ligazón de adjudicaciones de obras públicas y el pago a la fundación Trias Fargas, vinculada a CDC o a empresas que trabajaban para este partido. “Acabamos sospechando que lo que quieren ustedes, los que callan, es proteger a alguien. Nos gustaría que no hubiese aclarado un cuadro de desvíos desde el 2003 al 2008, porque el 2008 lo tenemos claro. Si la cantidad de 4.023.668 euros que aparecen en un cuadro es una cantidad real o hay más”. En definitiva, “qué vinculación hay entre la trama de enriquecimiento personal y la trama de vinculación política”.

 

Bosch zanjó: “No deja de ser paradigmático, y además sospechoso, que todos lo que tuvieron alguna responsabilidad vengan aquí y en este Parlamento no quieran decir nada”. Y le recordó que, como decía un filósofo griego, “la mentira necesita siempre de la complicidad”. El representante de ICV, Daniel Pi, le recordó que ella tenía todo el derecho a callar, pero los diputados presentes tienen también todo el derecho “a interpretar sus silencios”.

 

Los silencios hacen referencia al dinero aportado a la Fundación Trias Fargas por empresas que, paralelamente, recibían adjudicaciones millonarias en obras públicas por parte de la Generalitat, entonces en manos de CiU. En este capítulo, por ejemplo, llama la atención que la fundación no hubiese detallado las donaciones que tuvo durante el año 2008, precisamente el ejercicio en que más dinero entró en sus arcas. “Ya veremos quién aportó los fondos millonarios de ese año”, señalaron a El Confidencial fuentes cercanas a la investigación.

 

Las donaciones de Ferrovial

 

Al Parlamento llegaron también diversos contratos de la Fundación del Palau con empresas que realizaron obras en sus instalaciones, pero que luego le pagaban cientos de miles de euros en patrocinio. De esta documentación se desprende que Ferrovial aportó desde 1997 a 2010 un total de 12.718.873,52 euros (cantidad a la que hay que añadir el IVA, lo que dispararía la cifra a más de 14,75 millones de euros). Un buen pellizco si tenemos en cuenta los millones que recibió en obras públicas del Gobierno catalán: sólo en una de las obras la concesión alicuota que recibió fue de más de 48 millones.

 

Además, según reconoció ayer la ex directora general de la Fundación del Palau, Rosa Garicano, “ahora me acuerdo de que el señor Millet invitó al señor Del Pino a almorzar en el Palau porque a quien tenía un cierto nivel o una empresa importante los invitaba enseguida”. Alguna tajada, pues, sacó del susodicho almuerzo.

 

Del dinero aportado a la institución musical, más de 7,2 millones fueron a la propia fundación y casi 5,5 millones al Orfeó Català. Parte de este dinero, según se desprende de los flujos de caja y de las notas manuscritas tanto de Millet como de su segundo, Jordi Montull, o de la directora financiera, Gemma Montull, pasaron a la Fundación Trias Fargas o a empresas que también realizaban trabajos para CDC, como Hispart, Newletter o Letter Graphic. Copisa también firmó un convenio por el que pagó, en el 2008, 530.000 euros más IVA como patrocinio por conciertos varios. Copisa compró, en el 2007 la empresa Natur System, que había rehailitado las fachadas de la institución y en cuyo organigrama figuraba Daniel Osàcar, responsable de finanzas de Convergència.

 

Por su parte, un detallado informe realizado por ERC señala que desde el 2003 al 2008 CiU habría recibido del Palau un total de 4.023.668 euros más 1.863.736 euros en metálico “por comisiones de obra adjudicada” a Ferrovial. Estas cantidades fueron entregadas a un tal Daniel, del que se sospecha que es dirigente de Convergència citado. ERC señala también que los principales cotizantes de la Trias Fargas eran ACS, de Florentino Pérez, Comsa, de la familia Miarnau o FCC, de Esther Koplowitz. Y subraya que, en el año 2006, los patrocinios de constructoras se multiplican por 3 respecto al año anterior, pasando de 591.098,77 euros a 1.667.472 euros. “A partir de aquel año, se mantendrán por encima de 1,3 millones de euros, cuando antes de esta fecha no habían superado nunca los 700.000 euros”.

 

Tras realizar una exhaustiva relación de cobros de Ferrovial y de pagos a empresas vinculadas a CiU, Esquerra concluye que existe “una evidente vinculación entre los pagos a Ferrovial y las derivaciones hacia la fundación Ramon Trias Fargas y la liquidación de facturas de CiU (que se prevén con una antelación de dos meses y con las cantidades exactas, sin IVA). Ya no se trata de una casualidad, sino de un cuadro que confirma hasta qué punto el Palau juega un papel de “blanqueo” de los donativos de Ferrovial, que se redireccionan hacia CiU a través de dos vías: por un lado, el pago de facturas que se mantienen en el cajón hasta que haya un ingreso de Ferrovial: y, por otro, el traspaso directo a la Fundación Trias Fargas, que tiene como cobertura los convenios teóricamente suscritos desde 1999”.

 

Rosa Garicano, directora de la fundación del Palau, fue otra de las estrellas de la sesión de ayer. Vinculada a la institución desde el año 1985, tuvo cargo directivo desde el 2005 al 2009 y su principal cometido era atraer patrocinadores a la institución. Más concreto estuvo el ex secretario de la Fundación del Palau, Raimon Bergós, que declaró que había visto un solo recibo de 12,5 millones de pesetas (75.000 euros al cambio actual) a nombre de àngel Colom, hoy responsable de Inmigración de CDC, para saldar deudas del Partit per la Independència (PI) a comienzos de la actual década. Sin embargo, parece ser que había dos salidas de dinero por este monto, lo que quiere decir que alguien se había beneficiado por la operación.

El Camino de Santiago es más importante que una comisión parlamentaria. Eso es lo que se deduce de la incomparecencia de Elisabet Barberà, secretaria del ex presidente del Palau de la Música de Barcelona, Fèlix Millet, ante la comisión del Parlamento autonómico que investiga el presunto desvío de fondos de la institución musical hacia Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).

Fèlix Millet