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El Parlament advierte de una "crisis de Estado" y se suma a la movilización de Montilla
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BENACH ASEGURA QUE EL FALLO "IGNORA LA VOLUNTAD DE LA CIUDADANÍA"

El Parlament advierte de una "crisis de Estado" y se suma a la movilización de Montilla

El presidente del Parlament de Cataluña, Ernest Benach, ha afirmado hoy que la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut abre una "crisis de Estado"

Foto: El Parlament advierte de una "crisis de Estado" y se suma a la movilización de Montilla
El Parlament advierte de una "crisis de Estado" y se suma a la movilización de Montilla

El presidente del Parlament de Cataluña, Ernest Benach, ha afirmado hoy que la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut abre una "crisis de Estado" porque el fallo "ignora la voluntad de la ciudadanía" catalana que apoyó el texto en referéndum.

En una declaración institucional leída tras reunirse la Mesa del Parlament, Benach ha anunciado que los grupos de la Cámara han consensuado por "mayoría" apoyar la llamada a la movilización ciudadana que hizo ayer el presidente catalán, José Montilla.

Benach ha adelantado que la Junta de Portavoces se reunirá mañana para pactar la fecha del pleno extraordinario en el que Montilla comparecerá para abordar la sentencia del Estatut, algo que dependerá, según ha explicado el presidente del Parlament, del momento en el que se conozca el fallo íntegro del tribunal.

Llamamiento a la rebelión

Ayer por la tarde se conoció la sentencia, y el presidente de la Generalitat, José Montilla, se envolvió -casi literalmente- en la senyera e hizo un llamamiento a la rebelión de los ciudadanos y la clase política de Cataluña contra el fallo judicial. La sentencia del Estatut alumbrada por el Tribunal Constitucional tumba 14 artículos del texto, entre ellos el que declara "preferente" la lengua catalana sobre el castellano, y reinterpreta otros 23, como el referido a los "símbolos nacionales": la bandera, el himno -Els Segadors- y la fiesta del Once de Septiembre.

En un tono marcadamente electoral que apenas ocultaba su intención de atraerse el voto catalanista para aferrarse al poder, y con la vista puesta en la cita con las urnas del próximo otoño -que pondrá fin, según pronostican todas las encuestas, a un tripartito que parece agotado-, Montilla arremetió en términos durísimos contra el alto tribunal, expresó su "indignación" por el fallo judicial, convocó a los catalanes a una manifestación "masiva" para expresar su rechazo a la sentencia y reveló que ayer mismo telefoneó a José Luis Rodríguez Zapatero para transmitirle su "decepción".

El fallo hecho público ayer, cuatro años después de que la reforma estatutaria fuese refrendada en las urnas por los catalanes y tras media docena de borradores de sentencia que acabaron en el cubo de la basura, no ha dejado el Estatut "limpio como una patena", como pronosticó en su día Zapatero, ni lo ha "cepillado", como se jactó Alfonso Guerra durante su tramitación en el Congreso. Es cierto que el Tribunal Constitucional ha avalado la mayor parte de los 223 artículos del texto -con el voto favorable de seis magistrados y el rechazo de otros cuatro-, pero también ha eliminado algunos de los preceptos con mayor carga simbólica, como los referidos a la lengua o a la definición de Cataluña como nación.

Sólo con la 'senyera'

Tras conocer el fallo, Montilla compareció ante las cámaras de televisión en el Palau de la Generalitat para leer una declaración en la que, como viene siendo cada vez más habitual, no admitió preguntas. Con una sobria pero estudiada puesta en escena -un Montilla con semblante muy serio y tono solemne junto a una senyera como única bandera-, el president repartió las culpas de una sentencia que dijo "acatar pero no compartir" entre el Tribunal Constitucional y el PP, autor del recurso contra más de la mitad del articulado del Estatut.

Del alto tribunal dijo que "ha escrito una de las páginas más tristes de su historia" y ha cometido "una gran irresponsabilidad" al obsesionarse en "dictar sentencia" en lugar de "hacer justicia". Y añadió: "Será recordado como el tribunal con menos visión de Estado que nunca ha tenido la democracia española". Respecto a los populares, Montilla aseguró que no podrán "esconder su fracaso político. No han podido liquidar el Estatut a pesar de sus continuadas agresiones y presiones sobre el Constitucional".

El presidente de la Generalitat convocó luego a todos los ciudadanos catalanes a participar en una manifestación "masiva", cuya fecha y lema serán dados a conocer en los próximos días, en defensa del Estatut, que definió como "nuestra ley de leyes", en un claro desprecio a la Constitución. "Demostremos que somos una nación y un solo pueblo", arengó. Y añadió que ya ha encargado un estudio jurídico a un "equipo de expertos" para que analice la sentencia. "No renunciaremos a nada de lo que se ha pactado, firmado y votado", proclamó. "Nos hemos sentido maltratados en este proceso, pero, ahora, en ningún caso nos sentimos vencidos".

Por la "dignidad" de Cataluña

La llamada de Montilla a los ciudadanos catalanes para expresar en la calle su rechazo a la sentencia fue rápidamente secundada por el líder de CiU, Artur Mas, que considera que el fallo "ha tocado partes sustanciales del Estatut, la columna vertebral, el núcleo duro". También en clave electoralista -como el resto de las fuerzas políticas catalanas, a las que la irrupción de la sentencia en plena precampaña ha obligado a retratarse-, Mas salió en defensa de la "dignidad" de Cataluña y aseguró que el Tribunal Constitucional carece de "legitimidad" a causa de su "altísimo desprestigio".

Mucho más radical fue la respuesta de ERC, cuyo líder, Joan Puigcercós, no dudó en advertir que la sentencia supone una "estocada mortal" contra el nuevo Estatuto de autonomía y un "choque de legitimidades" entre la voluntad del pueblo catalán y un tribunal "fuertemente desprestigiado". Puigcercós, cuyo partido, al igual que el PSC de Montilla, está en caída libre en todos los sondeos, añadió que "el único camino realista y viable" que le queda a Cataluña para lograr su "plenitud nacional" pasa por ser "un Estado independiente en el marco de la UE".  

Casi a la misma hora en que Montilla leía su vehemente alegato en contra de la sentencia, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, comparecía ante los medios de comunicación en La Moncloa para valorar el fallo del Tribunal Constitucional. Y, al igual que el presidente de la Generalitat, De la Vega también arremetía contra el PP, al considerar que el veredicto de los magistrados supone "una derrota en toda regla" del partido que preside Mariano Rajoy, que ha visto rechazadas, a su juicio, el 92% de sus reclamaciones por la supuesta inconstitucionalidad del Estatut.

Una interpretación que, como es lógico, no comparte el PP. Su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo anoche que la sentencia, al estimar en parte el recurso de su partido, "deja bien sentado" que "sólo la nación española" tiene carácter vinculante y jurídico. "Hemos cumplido con nuestro deber de defender la Constitución", añadió.

El presidente del Parlament de Cataluña, Ernest Benach, ha afirmado hoy que la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut abre una "crisis de Estado" porque el fallo "ignora la voluntad de la ciudadanía" catalana que apoyó el texto en referéndum.

En una declaración institucional leída tras reunirse la Mesa del Parlament, Benach ha anunciado que los grupos de la Cámara han consensuado por "mayoría" apoyar la llamada a la movilización ciudadana que hizo ayer el presidente catalán, José Montilla.

Benach ha adelantado que la Junta de Portavoces se reunirá mañana para pactar la fecha del pleno extraordinario en el que Montilla comparecerá para abordar la sentencia del Estatut, algo que dependerá, según ha explicado el presidente del Parlament, del momento en el que se conozca el fallo íntegro del tribunal.

José Montilla