Motín en el Ayuntamiento de Manresa: los funcionarios se encierran por los recortes

Motín a bordo en el Ayuntamiento de Manresa. Un grupo de 80 funcionarios municipales tomó las instalaciones y durmió la noche del miércoles en las dependencias públicas en protesta por el recorte de gastos que quiere aprobar el próximo lunes el alcalde, el socialista Josep Camprubí, como consecuencia del plan de austeridad para reducir el déficit y ahorrar este año cinco millones de euros en las cuentas.

El encierro es el primero que se produce en un ayuntamiento español tras la consigna del Gobierno central de reducir los gastos de las administraciones locales y la imposibilidad de aumentar su endeudamiento más allá de 2011. “Nos parece coherente que se quieran ahorrar gastos en Manresa, pero lo que no vamos a aceptar es que sea a costa de despedir a siete empleados municipales con contratos de sustitución y de tres cargos de confianza y de reducir un 5% los sueldos de los trabajadores públicos”, asegura a El Confidencial el delegado de Comisiones Obreras en Manresa, Ramón Martín.

La caída de ingresos municipales por el parón inmobiliario ha llevado al equipo del gobierno municipal, integrado por PSC-ERC e ICV, a reducir gastos de personal, congelar inversiones públicas en Manresa en el ámbito de las infraestructuras y reducir la prestación de servicios. “Hemos dormido toda la noche encerrados en los despachos de la alcaldía y vamos a seguir protestando para que el alcalde no lleve el recorte del gasto a la reunión del pleno el próximo lunes”, afirma a este diario un funcionario municipal que ha participado en el encierro.

Fuentes del Ayuntamiento de Manresa han confirmado que “para evitar que el encierro se prolongue, el pleno no debatirá el próximo lunes los recortes previstos y vamos a establecer un período de quince días de negociaciones con los funcionarios para encontrar soluciones. Pero lo que está claro es que en este ejercicio se imponen medidas de ahorro que vamos a tener que llevar a cabo para asegurar las cuentas del municipio”.

El equipo municipal lleva dos meses anunciando su intención de aprobar antes del 1 de julio una reducción de urgencia en su presupuesto para el 2010. Una de las consecuencias que contempla este plan de austeridad para reducir el déficit son los recortes de sueldos y la reducción de la masa salarial. De ahí que justifique el despido de siete trabajadores con contrato de sustitución y de tres cargos de confianza.

Según explicaron este mediodía los miembros del equipo de gobierno, las medidas aplicadas durante 2008 y 2009 han facilitado una reducción de gastos de 2,5 millones de euros. Sin embargo, ante la perduración de la crisis y de la caída de la actividad económica, el consistorio quiere evitar a toda costa recurrir a una subida de impuestos para incrementar los ingresos. Por ello, una de las soluciones sería la reducción de gasto estructural con recortes de salarios que van del 5 al 10%, que permitirá un ahorro de 1,3 millones de euros. A ello se sumarían algunas medidas para incrementar los ingresos en medio millón de euros aproximadamente.

Recortes de 350 euros para los agentes policiales

Los recortes de los gastos en la prestación de servicios permitirán ahorrar un millón de euros más. También se revisarán las inversiones, aplazando obras por valor de 2,2 millones de euros. Estas medidas "drásticas", en palabras del alcalde Josep Camprubí, que verá reducido su sueldo un 10%, son consecuencia de una situación "agravada durante los últimos meses por la persistencia de la crisis económica y la reducción de ingresos de la administración pública, especialmente de los ayuntamientos”.

Los trabajadores afectados fueron avisados de su despido a comienzos de esta semana, justo antes de la rueda de prensa donde el equipo de gobierno explicó su plan anticrisis. Tras el anuncio del plan de austeridad, un grupo de 80 funcionarios irrumpió en la conferencia para manifestar su oposición a las medidas y pedir explicaciones al alcalde.

El miércoles por la tarde, un grupo de policías municipales se concentró en el centro de Manresa para criticar la reducción real del 13% en su salario; un 5% correspondiente al decreto aprobado por el Gobierno central y un 8% equivalente al adelanto pactado dos años atrás para la revalorización de sus categorías profesionales y que ahora tampoco se aplicará. En total, los agentes verán mermado su sueldo unos 350 euros. La policía local quiere reunirse esta semana con el alcalde para que se retracte de las medidas tomadas. Si no se llega a un acuerdo, tienen previsto encerrarse en la comisaría y atender sólo los servicios urgentes, cancelando las patrullas y los turnos de vigilancia en las calles de Manresa.