El pueblo de Soria que esconde uno de los bosques de setas más espectaculares de España

• El mayor paraíso micológico del sur de España: donde perderse entre montañas y setas
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En el corazón de la provincia de Soria se encuentra un lugar donde los bosques se transforman cada otoño en un auténtico paraíso micológico. Sus pinares esconden algunas de las especies más codiciadas por los aficionados y expertos, convirtiendo a este municipio en punto de referencia nacional para quienes disfrutan de la recolección de hongos y de la gastronomía ligada a ellos.

Epicentro micológico en la comarca de Pinares

Ese lugar no es otro que Navaleno, un pueblo rodeado por uno de los mayores espacios forestales de Castilla y León. Situado en plena comarca de Pinares, este municipio ha consolidado su prestigio gracias a la abundancia de especies como boletus, níscalos, rebozuelos o colmenillas, que crecen en sus pinares y montes regulados. La tradición micológica está tan arraigada que cada temporada se celebran ferias, talleres y rutas guiadas para descubrir los secretos de la recolección responsable.

El gran atractivo de Navaleno se refuerza con la existencia de un Centro Micológico, inaugurado en 2007, que se ha convertido en punto de encuentro para los amantes de las setas. Allí se ofrece asesoramiento especializado, una exposición permanente y actividades didácticas que permiten conocer en profundidad el valor ecológico, científico y culinario de los hongos. Además, el centro organiza salidas al monte con guías que ayudan a identificar cada especie.

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Sara Castellanos

Un destino ideal para el turismo de naturaleza

Más allá de la micología, Navaleno ofrece al visitante un entorno privilegiado. La localidad se encuentra próxima a espacios naturales como el Cañón del río Lobos, la Laguna Negra o La Fuentona, lugares que completan la experiencia con rutas de senderismo y paisajes de gran belleza. El turismo micológico se complementa, así, con la posibilidad de disfrutar de un patrimonio cultural en el que destacan la Iglesia de San Esteban Protomártir, la ermita de San Roque y las tradicionales casonas de piedra del barrio de Triana.