¿Qué pasa en Espinosa de los Monteros? Atacan propiedades de ediles del PP y PSOE
El PP elevó a Pleno la gestión de la residencia de ancianos de la localidad el pasado 12 de diciembre. Un mes después, dos concejales han sufrido actos vandálicos que reconocen como "amenazas"
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En Espinosa de los Monteros (Burgos, 1.600 habitantes) la paz y el sosiego entre vecinos es la normalidad. Pero desde el pasado domingo las conversaciones de los habitantes están dirigidas a un mismo punto: ¿quién es la persona que ha roto la tranquilidad del municipio? El origen de esta comidilla está en dos actos vandálicos dirigidos a dos representantes políticos, uno del PP y otro del PSOE, que solo tienen una cosa en común: han puesto en el epicentro del debate local la necesidad de dar un giro a la gestión de la residencia de ancianos del municipio.
El pasado domingo por la mañana, Amaya Montoya- concejala por el Partido Popular en la localidad- fue a coger su coche, que se encontraba a escasos metros de su vivienda. Pero, al acercarse al vehículo, descubrió una botella de aceite volcada sobre el capó. Del recipiente discurría el líquido que goteaba hasta el suelo. Además, a la altura de la puerta del conductor, visualizó una bola de papel. Al abrirla le sorprendieron varias pastillas de carbón encendidas. "Estaba claro que la intención era quemarme el coche", resume a El Confidencial la edil.
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Montoya llamó inmediatamente a la Guardia Civil y hasta allí se desplegó la Polícia Judicial para recoger las pruebas. La concejala comenzó a preguntar entre sus conocidos por si sabían algo de aquel macabro episodio. Hasta que otro concejal, está vez socialista, se sumó a la lista de amenazados. Una semana antes, el día 4 de enero, en la parte posterior de su vivienda, Roberto Ortiz visualizó una bolsa entre las hortensias que conforman su jardín. Aquel trozo de plástico chorreaba aceite quemado y al levantar la vista, descubrió otra mancha en la fachada de su vivienda.
El socialista dejó pasar el capítulo. Pero este pasado fin de semana sus vecinos de la montaña le llamaron preocupados por un objeto que se encontraba en el tejado de su segunda residencia. Cuando Ortiz llegó hasta allí se encontró con una grieta en el techo por donde alguien había tirado al interior de la vivienda aceite quemado y una mecha sin encender. "La situación asusta, no te puedes fiar de nadie. Es una clara forma de amenazar y decir 'cuidado, que te quemo", reconoce el edil socialista. La Guardia Civil de Burgos confirma a este medio que hay dos denuncias interpuestas por actos vandálicos y que en este momento se encuentran en proceso de investigación.
Amaya y Roberto rápidamente encontraron un nexo: fueron quienes participaron de forma más activa en el Pleno monográfico- solicitado por el PP- del 13 de diciembre sobre la gestión de la residencia de ancianos. El centro se levantó en los años ochenta con dinero público, pero que está gestionado de forma privada mediante un patronato en el que hay 9 integrantes, además del alcalde y un concejal.
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La concejal popular explica que los patronos son principalmente personas mayores que tuvieron cargos en el pueblo hace años. "Creo que hay muchas cosas que arreglar, por eso lo elevamos a Pleno. La residencia funciona muy mal, las familias y ancianos se quejan continuamente de la comida o de la falta de calefacción", reconoce Montoya, quien afirma rotundamente: "El patronato es un chiringuito". Además, la concejala popular cuenta que el pasado mes de septiembre varias trabajadoras del geriátrico denunciaron "insuficiencias de personal y medios", a lo que el patronato respondió con una suspensión de empleo y sueldo por 60 días.
"Si la residencia acumula más expedientes abiertos, pueden llegar a poner multas a los patronos", apunta Ortiz. El concejal socialista, enfermero de profesión, trabajó en el centro hace varios años y por eso suele liderar los debates sobre la residencia. De hecho, no es la primera vez que sufre actos vandálicos. Hace ocho años, alguien dejó dos bolsas de aceite quemado en la terraza del bar que regentaba su madre y unos días después, encontró en la parcela de su casa leña manchada del mismo líquido.
Amaya reconoce "no saber quién hay detrás de estos actos", pero confía en la investigación de la Benemérita y señala: "Es alguien que no quiere que las cosas cambien". Sin embargo, Ortiz apunta que "en el pueblo nos conocemos todos" y que "por suerte, no hay tanta gente mala en el municipio que se atreva a hacer algo así".
En Espinosa de los Monteros (Burgos, 1.600 habitantes) la paz y el sosiego entre vecinos es la normalidad. Pero desde el pasado domingo las conversaciones de los habitantes están dirigidas a un mismo punto: ¿quién es la persona que ha roto la tranquilidad del municipio? El origen de esta comidilla está en dos actos vandálicos dirigidos a dos representantes políticos, uno del PP y otro del PSOE, que solo tienen una cosa en común: han puesto en el epicentro del debate local la necesidad de dar un giro a la gestión de la residencia de ancianos del municipio.