El lobo avanza de forma imparable en Castilla y León con el 60% de la población total

La expansión del lobo en Castilla y León se confirma después de que Consejería de Medio Ambiente haya hecho públicos los datos del censo regional del lobo ibérico de los años 2022 y 2023. El trabajo de los técnicos, agentes medioambientales y celadores de medio ambiente ha dado como resultado 193 manadas detectadas. Es decir, el 60% de la población nacional de este animal habita en la comunidad.

Las cifras representan un incremento del 8% respecto al censo realizado en 2012-2013 y destaca el incremento de la población del lobo al sur del Duero, con un total de 35 manadas censadas frente a las 27 de hace 10 años, o las 17 manadas de hace 20 años, y que supone un incremento del 30% en la última década.

El repunte de ataques de lobos en la comunidad coincidía con la entrada de este depredador en el año 2021 en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial en contra de la posición que mantenía la Junta de Castilla y León y las distintas asociaciones ganaderas. Solo en ese periodo, se disparó el número de asaltos un 34%.

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"La presencia del lobo en algunas zonas es masiva y lejos de estar en peligro de extinción, está en expansión. Está provocando la destrucción, la muerte de muchos animales y, en algunos casos, hasta el abandono de muchos ganaderos porque son reiterados los daños y los ataques que sufren. Un ganadero no puede estar manteniendo y cuidando su explotación para que el lobo la destruya una y otra vez", denuncia Donaciano Dujo, presidente de Asaja Castilla y León.

En este sentido, señala, "el sistema de pastoreo extensivo provoca que el lobo campe a sus anchas y acabe con un número importante de cabañas ganaderas, de ovejas, de vacas, de todas nuestras especies ganaderas" y es contundente, "nadie dice que haya que acabar con el lobo o que haya que matar el lobo. El sector está diciendo que el lobo tiene que tener control allí donde provoca daños, donde produce muertes y donde está acabando con el sector ganadero".

Dujo pide que el Gobierno de España vuelva a sentarse con las comunidades autónomas y con las organizaciones agrarias y se haga un plan cinegético y de control del lobo en el conjunto de España. "Nosotros pediremos que el lobo tiene que ser controlable en el conjunto de Castilla y León, porque aquí está provocando sufrimiento".

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"Necesitamos que el Ministerio se ponga del lado del sector ganadero, que es el que produce alimentos para la sociedad. El sector ganadero y la fauna salvaje puede convivir siempre y cuando haya sentido común y diálogo y podamos ajustar las normas para que, sin acabar en absoluto con la fauna salvaje, predomine la lógica y el estatus del sector ganadero que es el que siempre ha estado, el que tiene que estar y el que produce alimentos y mantiene el medio ambiente", recalca Dujo.

En 2021, los ataques subieron hasta los 2.653 y las muertes a 4.270, mientras que en 2023 crecieron hasta los 3.566 y 5.580, respectivamente. Es decir, cada día se registraron en la comunidad hasta 10 ataques a distintas explotaciones ganaderas, causando un daño irreparable para sus profesionales que en algunos casos se han visto obligados a dejar el sector.

Una tendencia que continúa durante este año y que no parece que vaya a frenar. La provincia más afectada es Ávila, donde han sufrido un tercio de estos asaltos. A continuación, Segovia y Zamora. Los números son acordes a las zonas en las que mayor volumen de estos animales se han registrado, según constatata el informe.

Recolonización

Con estos datos, los grupos familiares de lobos al sur del Duero representan ya el 18% del total de Castilla y León, frente al 15% en el censo de 2012-2023 o al 11% del censo de los años 2000-2001. Lo que confirma cómo la expansión del lobo por el territorio de Castilla y León ha permitido la recolonización y asentamiento de manadas en las comunidades autónomas limítrofes al sur del Sistema Central.

Una recuperación que también se registra en la zona más sur, concretamente en Tierra de Pinares, y al que se suma el reasentamiento de al menos 4 manadas en la Sierra de La Demanda en Burgos y en la Sierra de Urbión en Soria, en el límite con La Rioja, donde ha podido ser avistado también en las inmediaciones del Moncayo.

Por su parte, en la vertiente cántabra se puede hablar de una estabilización, tanto en la zona alta de León como en la Montaña Palentina además de en la zona oeste de Zamora. Aquí se registra la mayor densidad de lobos de España, con cuatro manadas por cada 1.000 kilómetros cuadrados.

La distribución del animal obtenida en el presente trabajo confirma lo que ya se apuntó en el año 2004, en la anterior estrategia nacional del lobo, donde se esgrimía que toda la población en Castilla y León forma parte de una única población de lobo continua en todo el cuadrante noroccidental, situada en ambas vertientes del río Duero y donde se confirma su expansión en los bordes meridional y oriental.

Por provincias, León y Zamora se encuentran a la cabeza con 74 y 46 manadas, respectivamente, mientras que Palencia las sigue con 35, y tras ella, Valladolid con 22 y Segovia con 20. A la cola se sitúan Salamanca con 3, Soria con 6, Ávila con 15 y Burgos con 18.

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La Junta de Castilla y León destaca el importante esfuerzo de coordinación que se ha realizado con las comunidades autónomas limítrofes al objeto de definir las manadas compartidas por varios censos autonómicos, con el fin de evitar su duplicidad en el cómputo total nacional.

"Hay un claro crecimiento de las manadas en Castilla y León. El informe seccional remitido por el Gobierno de España en el año 2019 indicó que el estado de conservación del lobo era desfavorable en España. Por tanto, esto pone de manifiesto ese error que denunciamos las comunidades loberas y otras muchas comunidades que estuvieron con nosotros", señalaba en rueda de prensa Juan Carlos Suárez Quiñones, consejero de Medio Ambiente.

Ahora, el ejecutivo regional va a convocar a las comunidades loberas de España, a los consejeros de los distintos gobiernos autonómicos, para compartir "no solo el trabajo que hemos realizado y reflexiones al respecto de lo mismo, sino de forma coordinada, como siempre hemos hecho todas las comunidades que tenemos presencia de lobos en España, de forma conjunta, decidir las acciones", aseguraba el consejero.