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Los viejos telares perviven en la España Vaciada: de un pueblo de 90 vecinos a ferias en París
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Ídem de Lienzo es su proyecto

Los viejos telares perviven en la España Vaciada: de un pueblo de 90 vecinos a ferias en París

Luisa Guardo sigue con la tradición familiar y produce desde Cecilia de Alcor todo tipo de productos textiles con técnicas previas a la Revolución Industrial . Su principal escaparate son las redes sociales

Foto: Luisa Guardo tejiendo (Imagen cedida)
Luisa Guardo tejiendo (Imagen cedida)

Luisa Guardo se ha criado al compás del sonido de los telares entre los que creció, testigo de la labor a la que se dedicaba su madre con esmero. Las ollas donde los tintes naturales coloreaban las madejas de lana y todo el proceso que implica la dedicación artesana al textil han sido una constante en su vida.

Su andadura como tejedora comenzó junto a su madre, Concha Cruz, impulsora del proyecto Cruces Textiles. Tras estudiar Magisterio, Luisa se incorporó a Ídem de Lienzo, donde ahora crea todo tipo de productos desde un pequeño pueblo de la provincia de Palencia, Santa Cecilia de Alcor, de apenas 90 habitantes.

Por el municipio pasan al día decenas de vehículos, ya que es una de las vías principales para llegar a uno de los pueblos más bonitos de la provincia palentina, Ampudia. En Santa Cecilia de Alcor, donde rehabilitó una pequeña vivienda, Luisa tiene instalado su taller en el que ha perfeccionado el oficio de la tejeduría con telar de bajo lienzo y tintes naturales.

“En 2020, comenzamos a buscar un espacio, una casa que tuviese los espacios suficientes para poder montar los talleres y una vivienda y lo encontramos en Santa Cecilia”, recuerda Luisa. Explica que habla en plural porque en su proyecto, su madre, primera generación de tejedoras, y sus hijos juegan un papel fundamental.

placeholder Luisa Guardo tejiendo (Imagen cedida)
Luisa Guardo tejiendo (Imagen cedida)

Luisa, rodeada de naturaleza, ha encontrado aquí un entorno idílico para vivir y poder desempeñar su oficio. “Puedo conseguir mucha materia prima en mi entorno, puesto que mi trabajo consiste en realizar una fina tejida desde la fibra hasta el acabado final. Pero con los métodos y elaboraciones que se hacían antiguamente, antes de la Revolución Industrial”, sostiene

La artesana agrega que, además, “para mis tintes y para sacar el color de las lanas puedo recoger todas las sustancias que me ofrecen esa gama de color y todo eso lo tengo en mi entorno. Tengo lino y tengo lana que me regalan de las ovejas. Y creo que el estar en contacto con la naturaleza también nos enriquece mucho. Tanto por todas las materias como para la inspiración”.

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Aunque no todo es positivo, Luisa también echa de menos una mejor conexión a internet. Es algo muy importante para su trabajo porque la mayoría de su venta directa se genera por esta vía. Además, las comunicaciones son cada vez más deficitarias y actualmente solo cuentan con dos paradas del autobús a la semana.

“Mucha gente te conoce desde redes sociales y se pone en contacto contigo para un encargo personal, para un regalo. Dependo principalmente de ese canal de venta. Esa es la manera de estar en el mundo y de tener tu escaparate digital”, sostiene, aunque también cuenta con un pequeño espacio físico en la librería Ateneo de la capital palentina cedido por este negocio.

En la tejavana, el lugar donde antes se guardaba el grano, Luisa ha instalado un taller diáfano y muy luminoso que le permite estar cerca de la gente, algo que considera esencial. Durante este tiempo, ha experimentado con diversas técnicas de creación textil tras haber completado su formación cursando los estudios superiores de Conservación y Restauración de Bienes Culturales Textiles.

Foto: mientras-la-mayoria-de-los-pueblos-pierden-poblacion-asi-abren-estos-municipios-nuevas-escuelas-infantiles

La filosofía de Ídem de lienzo es crear tejidos naturales e innovadores, cuidando siempre el medio ambiente y velando porque sean prendas sostenibles con un impacto mínimo de huella de carbono durante su fabricación. Cada pieza es única y está elaborada por fibras naturales, entre ellas, lanas merino, alpacas, cachemiras, seda natural, lino, algodones o bambú. Además, el diseño también es exclusivo.

Luisa no deja de participar de forma activa en diferentes encuentros nacionales e internacionales con el objetivo de dar a conocer la labor que realiza en la conocida como España Vaciada. Ha participado en citas tan importantes como la feria de la Moda de Madrid (IFEMA) y del Pret à Porter de París.

Demostraciones en ferias

Además, Luisa asiste con asiduidad a un gran número de ferias artesanales dentro de la región y de fuera. Allí acude para mostrar su oficio y para poder enseñar a los asistentes la forma que tiene de trabajar. Más allá de vender, lo que la artesana desea es dar a conocer esta labor y todas las peculiaridades y detalles que tiene, por ejemplo, un telar. “Lo que busco es la divulgación”, sostiene.

Tras un boom de superproducción textil, la sociedad parece estar cada día más concienciada de la importancia de realizar un consumo responsable en una industria que es la segunda que más contamina en el mundo. “Yo creo que hay una sensibilidad mucho más arraigada actualmente hacia lo artesanal, hacia la conciencia del consumo”, indica.

“Se quiere saber qué persona está detrás del objeto que estás adquiriendo y en qué condiciones. Que el objeto sea ecológico, que no dañe el medioambiente, que sea sostenible, de kilómetro cero”, agrega.

Luisa Guardo se ha criado al compás del sonido de los telares entre los que creció, testigo de la labor a la que se dedicaba su madre con esmero. Las ollas donde los tintes naturales coloreaban las madejas de lana y todo el proceso que implica la dedicación artesana al textil han sido una constante en su vida.

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