Un juzgado investiga al alcalde de Soria (PSOE) por simular ser el Papa y bendecir con una escobilla de WC

Un tribunal ha abierto diligencias contra el alcalde de la ciudad, el socialista Carlos Martínez, por montarse en un falso papamóvil –el vehículo oficial del pontífice– y simular que bendecía a sus fieles con una escobilla del váter, como si se tratara de un hisopo de agua bendita. Los hechos ocurrieron hace ya un mes, durante unas fiestas patronales en el municipio de Tardelcuende, donde se homenajeaba a la Virgen del Rosario y San Esteban Protomártir. En su momento se interpretó como una burla más. Pero el Juzgado de Instrucción número tres de la ciudad ha comenzado a investigarle por un presunto delito de ofensa a los sentimientos religiosos.

Todo surge de una denuncia presentada por Abogados Cristianos, la fundación detrás de muchas de las demandas por supuestas ofensas a la comunidad católica. En el auto judicial por el que se abren ahora diligencias, y al que ha tenido acceso este periódico, se establece un plazo de diez días hábiles para que la entidad presente formalmente una querella y otro margen de tres días para el acusado, en caso de que quiera adjuntar un recurso de apelación contra la resolución judicial. La noticia no ha tardado en causar revuelo en el Ayuntamiento.

Esta misma mañana, poco después de conocerse los hechos, el alcalde ha recalcado que se trata de una diligencia previa pero "no una admisión a trámite" y alude a "múltiples errores o confusiones" en el texto de la denuncia. Aun así, ha ofrecido disculpas por el episodio de la discordia. "Me arrepiento profundamente. No supe calibrar la repercusión y ya pedí disculpas en su momento a todo aquel que se pudiera haber ofendido, incluso desde el punto de vista religioso", expone.

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No obstante, tilda de "manipulación" la actuación de Abogados Cristianos y considera que su escrito contiene, asimismo, "medias verdades, bulos permanentes y falsedades o mentiras" para "intentar generar un movimiento que enturbie todo y genere más polémica". Por otro lado, la fundación celebra la noticia y la considera todo un éxito. El abogado que lleva la causa, Pablo Jarque, asegura a El Confidencial que ya han comenzado a preparar la querella –tienen hasta el 13 de septiembre– que les solicita el tribunal, pues hasta ayer no les notificaron que habían abierto diligencias.

"Claro que creemos que tiene recorrido. Lo que hizo en el desfile de las fiestas patronales es una clara ofensa a los sentimientos religiosos", considera. ¿Realmente es así? La respuesta no está clara, pero caben algunas hipótesis. El letrado penalista José Ramón Tartas, miembro del bufete de abogados Camino de Sirga, con sede en Soria, sí cree que la denuncia pueda prosperar, pero duda que se logre una condena.

"Es muy probable que se haya incurrido en un delito de ofensa a los sentimientos religiosos [que recoge el artículo 525 del Código Penal], teniendo en cuenta que el Papa es el representante de Dios en la tierra y la ocurrencia puede haber afligido a algunos creyentes. Pero luego, en la práctica, solo se aplica si se demuestra que la persona lo hace con intención de ofender", explica. Es decir, que ante las disculpas del alcalde –y si argumenta que el motivo fue "únicamente lúdico", y no premeditado– pueden debilitar la denuncia.

La clave de la denuncia

A su parecer, "es lógico que el juez vea indicios de delito" y abra diligencias para escuchar otras versiones. "Podría llegar a juicio pero, de ser así, lo más probable es que salga absuelto", estima el abogado. En el auto, además, aprecia una referencia muy específica a que el alcalde "sacudiera varias veces" la escobilla del váter, simulando ser el Papa. Es ahí donde opina que podría estar la clave del haber iniciado diligencias.

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Tartas también alude a otro factor importante: se trata de un representante político. "Incluso si expresara que lo hizo como un acto de denuncia política podría estar amparado, ya que se les suele proteger en este aspecto más que a otros civiles", señala. Salvando las diferencias, pone el ejemplo de otro polémico caso que también instigó la Fundación de Abogados Cristianos: la procesión del coño insumiso.

Este caso saltó a la opinión pública hace años, en 2017, cuando se denunció a un grupo de activistas feministas que pasearon una vagina de látex de grandes dimensiones por Sevilla, simulando una procesión. Para cada una de las acusadas se pedía una multa de 3.000 euros, pero, pese al ruido desatado, terminaron absueltas. Este caso, junto a otra sentencia del Tribunal Supremo emitida el 16 de noviembre de 2021 por un caso de derecho al honor para un político, en el que también fue absuelto, podrían "sentar jurisprudencia" para este otro acontecimiento, según este abogado.