¿Otro Ecce Homo pero con angelotes? Qué ha pasado en la ermita de Soria ante la que paseaba Machado

En Soria se cuenta que Antonio Machado, cuando su esposa Leonor Izquierdo ya estaba muy enferma, alquiló un terreno muy cerca del parque del Mirón, que toma su nombre de la ermita de Nuestra Señora del Mirón, levantada en el centro del jardín. Se trata de un agradable paseo, que desemboca en un mirador con vistas al río Duero y desde donde también hay una envidiable panorámica de la ciudad. Por allí empujaba el poeta la silla de ruedas de su enamorada en sus últimos días y, de hecho, al final del trayecto se levantó un monumento con la silueta de la pareja para mantener vivo su recuerdo.

Los viejos cronistas escribieron que era muy habitual ver pasear por allí al meditabundo poeta y fueron innumerables las veces que Machado se topó en estas divagaciones con la ermita del Mirón, que estos días centra todas las conversaciones en Soria. El colectivo Soria Patrimonio fue el que lanzó la alerta: "Qué le han hecho a la ermita del Mirón". Alguien había repintado el interior de la iglesia y retocado las figuras ornamentales de su nave central, con un resultado que los expertos califican como desastroso e irrespetuoso con el valor patrimonial del templo.

"No estamos hablando de una restauración fallida, sino de un atentado contra el patrimonio". Así de contundente se muestra Francisco Manuel Espejo, presidente de la Asociación de Conservadores Restauradores de España (ACRE), quien tampoco se explica que se haya hecho este repintado en un templo "del barroco tardío rococó con un ábside medieval" que, además, goza de protección.

Como ahondan desde Soria Patrimonio, "el origen del templo está en una iglesia románica de repoblación del siglo XII, de la que todavía subsiste el ábside convertido en camarín y sacristía". De igual modo, destacan como valor diferenciador el contraste entre su exterior -sobrio y austero- y el interior -más recargado- con elementos como "espejos, cuadros dorados, volutas o los angelotes que en la cúpula conservan restos de policromía".

Está protegida

En conversación con El Confidencial, Espejo subraya que, aunque no se trate de un Bien de Interés Cultural (BIC) -pese a que Soria ¡Ya! impulsó una PNL en las Cortes de Castilla y León que fue rechazada por PP y Vox-, la iglesia de Nuestra Señora del Mirón está inventariada y, por ende, goza de protección para evitar "atentados" así. Como subraya, está catalogada tanto por la Junta de Castilla y León, como por el Ayuntamiento de Soria en su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). En este último documento, se le otorga la salvaguarda más alta con el nivel de protección integral.

"Este grado de protección se establece para aquellos edificios que, por su antigüedad, rareza, valor arquitectónico, coherencia interna o integración paisajística, deben mantenerse en su estado actual, tanto en lo relativo a sus aspectos estructurales, como los decorativos o de acabado", reza el documento titulado "Revisión y adaptación del Plan General de Ordenación Urbana de Soria", que data de 2006 y donde está inventariada la iglesia de Nuestra Señora del Mirón.

Este detalle es fundamental, como explica el presidente de la Asociación de Conservadores y Restauradores. "Al estar inventariado, y en caso de intervención, se debe presentar un proyecto al ayuntamiento y este debe autorizarlo y examinarlo con un especialista", destaca Espejo, quien defiende que los trabajos han de tener una autorización y que no pueden realizarse por iniciativa simplemente del párroco, los feligreses o la diócesis: "No creo, visto el resultado, que ningún técnico especialista autorizase hacer algo así".

¿Quién autorizo esto?

En la misma línea lo advierten desde Soria Patrimonio. La asociación se remite al documento y señala que "los proyectos de obras que afecten a edificios o elementos catalogados deberán basarse en una completa documentación gráfica y fotográfica del edificio en su estado actual. La propuesta de intervención establecerá con todo detalle la incidencia en los aspectos exteriores o de fachada, así como en los elementos interiores o estructurales, señalando los materiales en las intervenciones, así como el sistema constructivo y de acabados".

"Al estar inventariado, se debe presentar un proyecto al ayuntamiento y este debe autorizarlo y examinarlo con un especialista"

Desde la diócesis de Osma-Soria, de la que depende esta iglesia, aseguran que la intervención se realizó "con todos los permisos en regla". De igual modo, lamentan que haya descontentos con los acabados, pero una portavoz resuelve que eso "es cuestión de gustos".

Ante las parcas explicaciones de la diócesis, El Confidencial ha preguntado también a la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León -que se desvincula al no tratarse de un BIC- como al Ayuntamiento de Soria. Fuentes del Consistorio de la capital castellana admiten que no se autorizó ningún proyecto concreto para realizar estos trabajos en la ermita, sino que la actuación se autorizó "mediante una declaración responsable por parte del promotor".

Fuentes oficiales del ayuntamiento no concretan si es correcto que se haya realizado la intervención sin el proyecto, como apuntan los expertos, y advierten que el área de Urbanismo ha de realizar una "inspección" posterior para determinar si el resultado es adecuado o no. En el caso de que no lo sea, avanzan que los impulsores de los cambios "tendrán que restaurar la legalidad con el consiguiente informe técnico".

"Como pasó en Borja"

A falta de que se elabore este informe, los especialistas de Soria Patrimonio, que en el pasado ya han denunciado otros casos similares en la provincia, lo tienen claro: "El resultado estético no es adecuado, pues se modifica la imagen que ha tenido el templo en el último siglo sin justificación ni estudio previo, realizándose un perfilado de los elementos decorativos y de los rasgos de los angelotes, antes blancos, con un resultado caricaturesco. El repinte en un templo de estas características está fuera de las buenas prácticas de intervención en inmuebles de valor patrimonial".

Espejo también insiste en el aspecto final de algunos elementos ornamentales, como esos angelotes que coronan las paredes de la iglesia. Para él, son la puntilla de la actuación: "No quiero hablar mucho, pero esos ojos y labios pintados llaman la atención". Además de chirriar a los especialistas, esta rehabilitación evoca, irremediablemente, a otro caso muy sonado.

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"Pasa como con el Ecce Homo de Borja (Zaragoza). Ahora, una vez que el daño está hecho, hay dos opciones: o lo dejamos como está o, si levantamos la pintura que han puesto, nos arriesgamos a dañar las capas originales", manifiesta Espejo, quien también asiente al desvelar que casos como estos "son más habituales de lo que parece", aunque no siempre trasciendan: "Las intervenciones que no llaman la atención son casi peores, ya que hacen el mismo daño, pero casi nadie se queja".

En cualquier caso, se abre un escenario incierto en Soria. ¿Qué pasará con la ermita del Mirón? Desde Soria Patrimonio lamentan que, en una tierra en la que la despoblación golpea duro, se debe proteger todo aquello que da valor a la provincia y obras arquitectónicas como este templo merecen otro trato. "Es una labor que nos incumbe a todos y situaciones así no deberían ocurrir. Se debe hacer hincapié en que este tipo de intervenciones deben realizarse por profesionales de la restauración y conservación con los estudios necesarios y las autorizaciones pertinentes".

Espejo, como experto, prefiere morderse la lengua, pero igualmente incide en la importancia de que tareas como esta se realicen conforme a las normas y siempre con especialistas. Como se harta de repetir, y como ya pasó con el Ecce Homo de Borja: "De buenas intenciones está empedrado el infierno".