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El bar de tapas donde tienes que comer sí o sí en Zaragoza: sabores que sorprenden en El Tubo
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Tapeo en el corazón de Zaragoza

El bar de tapas donde tienes que comer sí o sí en Zaragoza: sabores que sorprenden en El Tubo

Entre callejuelas llenas de historia, este local se ha ganado un lugar propio en el recorrido imprescindible del tapeo zaragozano

Foto: El Méli del Tubo, Zaragoza (Instagram/@elmelideltubo)
El Méli del Tubo, Zaragoza (Instagram/@elmelideltubo)

Hablar de tapeo en Zaragoza es hablar de El Tubo. Este entramado de calles del casco histórico reúne algunos de los bares más frecuentados por locales y visitantes, y se ha consolidado como uno de los destinos gastronómicos más vivos de la ciudad. En medio del bullicio y las terrazas, hay un local que destaca por unir tradición, creatividad y ambiente sin perder el alma del barrio: El Méli del Tubo.

Este establecimiento abrió sus puertas en 2016 como el segundo proyecto de la misma familia que gestiona Méli Mélo de Calle Mayor, uno de los nombres ya clásicos del tapeo maño. Pero el del Tubo tiene su propio carácter: más informal, más directo, más ligado al pulso diario de la ciudad. Aquí no se viene a comer con prisa, pero sí con curiosidad. En su barra y su terraza, desfilan a diario tapas como el Cave Ovum (saquito crujiente de setas, bacon y huevo sobre carbonara de torrezno), la falsa croqueta de yuca con carne mechada y mojo colombiano, o la patata asada rellena de ternasco.

La carta, que cambia con cierta regularidad, refleja una cocina que no teme mezclar orígenes ni técnicas. El producto local convive con influencias internacionales y presentaciones sorprendentes, como el fish & chips a la andaluza, el chuletón en tapa o el atún fresco con guiños a la cocina japonesa. A eso se suman opciones para compartir, croquetas variadas y raciones como las patatas "a la gresca" con espuma de harissa, reinterpretación personalísima de las bravas.

Una propuesta con identidad

La experiencia se completa con postres caseros elaborados al momento, como el carajillo Méli o el bizcocho de cerveza negra con mousse de toffee, y una selección de vinos pensada para acompañar cada bocado. También proponen una tisana propia a base de vermú, tinto de verano, espuma de cítricos y hierbabuena, ideal para quien busca algo distinto en un entorno animado.

El Méli del Tubo es, ante todo, un bar de tapas con personalidad: está a medio camino entre la barra de toda la vida y una cocina que busca sorprender sin renunciar al formato. Quien lo prueba suele volver, ya sea por el ambiente, por la variedad o por esa sensación tan poco frecuente de estar en un sitio que cuida al máximo lo que hace. Y en una ciudad como Zaragoza, donde el tapeo es casi una religión, eso no es poca cosa.

Hablar de tapeo en Zaragoza es hablar de El Tubo. Este entramado de calles del casco histórico reúne algunos de los bares más frecuentados por locales y visitantes, y se ha consolidado como uno de los destinos gastronómicos más vivos de la ciudad. En medio del bullicio y las terrazas, hay un local que destaca por unir tradición, creatividad y ambiente sin perder el alma del barrio: El Méli del Tubo.

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