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Sergio Abrain, el autor del polémico San Matías de Huesca: "Fuimos a pintar un mural, no a montar un pollo"
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Defiende que fue un acto espontáneo

Sergio Abrain, el autor del polémico San Matías de Huesca: "Fuimos a pintar un mural, no a montar un pollo"

El empresario Eduardo Lacasta, condenado por fraude fiscal, mandó restaurar el techo de una iglesia de Latre, en Huesca. El pintor encargado para el trabajo decidió pintar la cara de Lacasta en San Matías creando un gran revuelo en el pueblo

Foto: El pintor del San Matías de Latre reconoce que fue idea suya plasmar la cara del empresario Eduardo Lacasta (EFE/Javier Blasco)
El pintor del San Matías de Latre reconoce que fue idea suya plasmar la cara del empresario Eduardo Lacasta (EFE/Javier Blasco)

Sergio Abrain (Zaragoza, 1952) lleva más de cincuenta años dedicados a la pintura. Ha exhibido sus obras en Estados Unidos, Argentina, Japón o Italia. Pero nunca imaginó el gran revuelo que iba a generar en su tierra su última creación. El pasado mes de octubre, el empresario aragonés Eduardo Lacasta le pidió que pintara la lonja exterior de la iglesia de Latre, una de las ocho pedanías de Caldearenas (Huesca, 237 habitantes). El pintor, por decisión propia, plasmó el rostro de Lacasta en el fresco de San Matías. Una actuación que generó una intensa polémica en el pueblo y ocupó decenas de titulares en prensa. Ahora, Abrain cuenta a El Confidencial que "no fue una actuación prevista, sino fruto de la casualidad".

Hace dos décadas Eduardo Lacasta reformó la lonja exterior de la iglesia, una edificación románica del siglo XII. En 2024, el empresario decidió pintar el techo de la estructura. Y eligió a Sergio Abrain, quien anteriormente había pintado incluso en la casa de Lacasta, para el trabajo. La técnica empleada fue la tradicional acrílica sobre lienzo mezclada con el estilo francés del Nou Copage. Para realizar la obra pidieron permiso al párroco, pero fue "de palabra". El plan era plasmar milagros de la vida de Cristo, como el de panes y los peces, imitando al mural que descansa en la Catedral de Jaca. Pero en el cielo de la lonja exterior aún había hueco para algo más. La idea de representar a los doce apóstoles junto al milagro vivió con fuerza en la cabeza del artista. Sin embargo, pronto vio que sería complicado por el escaso espacio del que disponían.

placeholder Equipo de Sergio Abraín pintando el cielo de la lonja exterior de Latre (Imagen cedida: Sergio Abraín)
Equipo de Sergio Abraín pintando el cielo de la lonja exterior de Latre (Imagen cedida: Sergio Abraín)

Entonces, al artista se le ocurrió pintar a Lacasta en el hueco destinado a San Matías. "Fue completamente aleatorio, para echarnos unas risas", explica Abrain, quien matiza que "no fue una idea de Eduardo, como se ha dicho". Tras pintar al empresario, el artista tuvo presente en todo momento quitar el dibujo. Después de nueve días de trabajo, la lluvia y el frío empezaron a hacer mella en el equipo de Abrain y decidieron retirarse y posponer el borrado del San Matías un par de días. "Teníamos la intención de quitarlo, pero alguien del pueblo, que tenía problemas anteriores con Eduardo, nos vio y seguidamente denunció ante el Gobierno de Aragón", explica. Y esa denuncia fue la mecha que encendió el polvorín en el que se convirtió Latre. "Es ridículo la que se ha montado para lo pequeño que es el dibujo- unos 18 metros cuadrados-. Yo incluso había pensado en poner más caras", sostiene el pintor entre risas.

El zaragozano señala que el revuelo ha sido "surrealista" porque dibujar la cara del mecenas es algo que se hace desde el gótico. Acostumbrado a trabajar para particulares, sostiene que normalmente el artista sigue el patrón que le indica el cliente, pero tiene cierto margen de licencias personales. Como ha sido esta vez la cara de Eduardo Lacasta. Sin embargo, siente que "ha sido su trabajo más pequeño" y por ello no acaba de entender tanta controversia. "Fuimos a trabajar, no a montar un pollo", reivindica el artista.

Foto: Un empresario causa escándalo al pintarse como san Matías en una ermita románica de Huesca. (EFE/Javier Blasco)

Además, subraya que la polémica se ha inflado por el sentimiento que genera Lacasta entre algunos vecinos. "Tiene fama de que hace lo que le da la gana y no es así. Se le ha hecho un linchamiento, no tiene sentido tanta indignación". El descontento de una parte importante del pueblo con el empresario responde a la condena impuesta a Lacasta en 2029 por defraudar 45 millones de euros a la Agencia Tributaria, al Gobierno de Aragón y al Ayuntamiento de Zaragoza. El artista defiende que, para quien se haya sentido ofendido, "la iglesia está llena de gente que actuó mal en un principio, pero que luego cambió".

El revuelo en el pueblo comenzó a afectar a personas del entorno familiar del empresario. Por lo que los pintores decidieron borrar cuanto antes el dibujo. Tras pedir permiso por escrito al Obispado, un equipo, del que no forma parte Abrain, procedió a quitarlo una semana y media después. Sin embargo, el pintor incide en que algunas voces del pueblo "pensaron entonces en que era buena idea dejarlo, porque empezaron a llegar muchos visitantes a una iglesia que antes estaba casi siempre cerrada" y zanja entre risas: "Van a echar en falta la cara de Eduardo, porque la cara que realmente tiene San Matías...".

Sergio Abrain (Zaragoza, 1952) lleva más de cincuenta años dedicados a la pintura. Ha exhibido sus obras en Estados Unidos, Argentina, Japón o Italia. Pero nunca imaginó el gran revuelo que iba a generar en su tierra su última creación. El pasado mes de octubre, el empresario aragonés Eduardo Lacasta le pidió que pintara la lonja exterior de la iglesia de Latre, una de las ocho pedanías de Caldearenas (Huesca, 237 habitantes). El pintor, por decisión propia, plasmó el rostro de Lacasta en el fresco de San Matías. Una actuación que generó una intensa polémica en el pueblo y ocupó decenas de titulares en prensa. Ahora, Abrain cuenta a El Confidencial que "no fue una actuación prevista, sino fruto de la casualidad".

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