La Audiencia Nacional condena a 30 años al etarra Carrera Sarobe por matar a Giménez Abad
La sentencia da por probado que el terrorista le disparó tres veces al político cuando iba con su hijo al estadio de La Romareda
La Audiencia Nacional ha condenado a 30 años de cárcel al que fuera jefe del aparato militar de ETA Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias Ata, por matar al líder del PP de Aragón Manuel Giménez Abad. La sentencia da por probado que, el 6 de mayo de 2001, Ata, se encontraba en Zaragoza. Hacia las 18:30 horas de ese día, Giménez Abad salió de su domicilio en compañía de su hijo Borja Giménez Larraz, de 17 años de edad, para dirigirse a pie al estadio de La Romareda para ver un partido de fútbol. Carrera Sarobe se acercó a ellos por la espalda y disparó al político dos tiros a bocajarro. Luego realizó un tercer disparo en la cabeza.
La Audiencia Nacional condena a Mikel Kabirikoitz Carrera Sarobe, alias Ata, como responsable en concepto de autor material de un delito de asesinato terrorista a 30 años de prisión. También a que indemnice a sus hijos con 250.000 euros a cada uno. Por el contrario, el tribunal ha absuelto a la otra acusada, Miren Itxaso Zaldúa. El juicio quedó visto para sentencia a principios de julio, y en él se juzgó tanto a Carrera Sarobe como a Zaldúa. Esta última fue puesta en libertad por orden del tribunal tras la vista a pesar de que la Fiscalía mantuvo contra ella la petición de 30 años de cárcel.
Los magistrados sostienen que existe prueba "absolutamente convincente" para condenar a Carrera Sarobe, como la declaración de Borja --hijo de Giménez Abad--, el informe de autopsia, las periciales sobre las vainas y de balística, la reivindicación del atentado por parte de ETA y las declaraciones de las testigos protegidas. Pero, además, la Sala tiene también en cuenta otra prueba, la constituida por los testimonios de personas que no presenciaron los hechos ni pueden identificar a sus autores, pero que se encontraban cerca y cuyos relatos, aseguran los magistrados, son plenamente compatibles con la información proporcionada por los medios principales.
La sentencia valora de especial forma las declaraciones de las testigos protegidas y sus identificaciones desde sus muy personales circunstancias y desde los lugares cercanos al punto en el que fue asesinado el presidente del PP de Aragón, que se encontraba acudiendo al estadio de La Romareda. "Son relatos distintos que se armonizan plenamente y su valor radica en que todos ellos son armónicos, coincidentes en la identificación, pero partiendo de relatos muy personales que desmienten cualquier riesgo o contagio, entre otras cosas porque dichos testigos no se conocen entre sí", indica el tribunal.
En este contexto, explica que "estos testimonios unidos al testimonio de Borja Giménez Larraz -el hijo de Giménez Abad-- sobre el reconocimiento fotográfico y el reconocimiento en rueda del acusado y al informe de inteligencia 17/2015, constituyen las pruebas que acreditan la autoría de Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe". En la última sesión del juicio, la defensa de Carrera Sarobe, detenido en 2010, se centró precisamente en cuestionar que el hijo de Giménez Abad ofreciese un testimonio veraz. "Cualquier persona en su posición, que necesita identificar al autor de los disparos que mataron a su padre, puede convencerse de que la identificación realizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado está en lo cierto", sostuvo su letrada.
Uno de los jueces discrepa
El fallo ha contado con el voto particular del magistrado José Ricardo de Prada, que discrepa de sus compañeros y abogaba por la absolución de ambos acusados. Y es que, asegura el juez, a pesar de que "existen evidentes elementos indiciarios y de prueba" en contra de 'Ata', los mismos "no son de suficiente entidad ni tienen suficiente consistencia para concluir que se tratara de la persona que cometió materialmente el hecho de dar muerte mediante disparos de arma de fuego a Giménez Abad".
El magistrado asegura que "se da la circunstancia de que los testigos en todos los casos no reconocieron inicialmente a ninguna persona a través de las fotografías de los archivos policiales que les fueron presentadas, aunque en algunos casos hicieron descripciones de la persona que vieron y se elaboró un retrato robot". En definitiva, el magistrado sostiene que "la negativa radical del acusado respecto de su participación en los hechos, para lo que aporta un contrarrelato exculpatorio, requiere necesariamente ser desdibujada por prueba con suficiente densidad y consistencia que permita rechazar por irrazonables y marginales las dudas que puedan surgir".
"La presentada adolece de importantes grados de inseguridad y no se ha visto corroborada por otra prueba que de alguna manera rellene esos déficits de fiabilidad. Esta es la razón por la que, en definitiva, considero que el acusado Mikel Carrera también debería haber sido absuelto", concluye. Cabe recordar que el juicio quedó visto para sentencia a principios de julio, y que en él se juzgó tanto a Carrera Sarobe como a Zaldúa. Ésta última fue puesta en libertad por orden del tribunal tras la vista a pesar de que la Fiscalía mantuvo contra ella la petición de 30 años de cárcel.
La Audiencia Nacional ha condenado a 30 años de cárcel al que fuera jefe del aparato militar de ETA Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias Ata, por matar al líder del PP de Aragón Manuel Giménez Abad. La sentencia da por probado que, el 6 de mayo de 2001, Ata, se encontraba en Zaragoza. Hacia las 18:30 horas de ese día, Giménez Abad salió de su domicilio en compañía de su hijo Borja Giménez Larraz, de 17 años de edad, para dirigirse a pie al estadio de La Romareda para ver un partido de fútbol. Carrera Sarobe se acercó a ellos por la espalda y disparó al político dos tiros a bocajarro. Luego realizó un tercer disparo en la cabeza.
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