Abrir el Pirineo y romper el monopolio de Baqueira: el plan de Aragón para captar esquiadores catalanes

El impulso inversor del holding de la nieve más grande de España, Aramon (participado entre el Gobierno de Aragón e Ibercaja Banco), apuesta por tener uno de los dominios de esquí más importantes de Europa. Y lo quiere hacer ante cualquier rival. El Ejecutivo de Javier Lambán explora ya la unión de las estaciones de Formigal-Panticosa con Candanchú y Astún, a través de los valles del Aragón y Tena, para formalizar un dominio esquiable de 300 kilómetros. Pero hay algo más. Una obra que no recaba tantos titulares, pero que resulta estratégica en la competencia directa con Baqueira, la joya de la corona del Pirineo catalán.

Aramon trabaja en la ampliación de la estación invernal de Cerler, en el valle aragonés de Benasque y a escasos kilómetros fronterizos de Cataluña, a través del valle de Castanesa. El estreno del primer telesilla en el enclave, perteneciente a la estación de Cerler durante la temporada pasada, acercó como nunca un acceso directo desde el entorno de Baqueira-Beret al dominio del holding.

De hecho, esta infraestructura con un telesilla es el inicio de lo que está por venir. Extender la superficie esquiable de Cerler hasta los 100 kilómetros con más pistas. Un desarrollo propuesto por Aramon que dará vitalidad económica al término de Montanuy, que comprende 15 pueblos con 160 habitantes y está sufriendo las consecuencias de la despoblación y la falta de actividad empresarial. Sin embargo, esta expansión por el valle de Castanesa desde Cerler no ha estado exenta de polémica por el rechazo de los colectivos ecologistas.

El monopolio catalán de Baqueira-Beret

Llegar a los 100 kilómetros de dominio esquiable para conectar el valle de Castanesa con una nueva entrada a la estación de Baqueira-Beret es el ambicioso objetivo que maneja Aramon. Sin plazos previstos en su ejecución, pero con una clara vocación de captar al público catalán y así romper el monopolio que tiene la estación de Baqueira-Beret como la más demandada. El desarrollo dista mucho de lo que se llegó a plantear hace más de 15 años. Entonces se pretendía desarrollar un plan urbanístico con urbanizaciones para financiar la ingente obra. Un plan faraónico al que se dio carpetazo.

El actual proyecto prevé la construcción de tres remontes con un definido plan para mitigar lo máximo el impacto medioambiental. Fuentes de Aramon responden a este diario que la inversión inicial, y la prevista en unos años para rematar todo el proyecto, se ha hecho con “fondos propios de la empresa debido a los beneficios obtenidos en los últimos años, donde ha habido récord de esquiadores y una buena gestión en el negocio”. Pese a que la entidad ha dejado de lado la opción de lograr financiación a través del negocio inmobiliario, hay detractores que buscan frenar la obra de ampliación por su impacto en el medio. Los grupos ecologistas y algunos vecinos con terrenos en el valle defienden que el plan será el final de uno de los pocos valles libres de infraestructuras en el Pirineo aragonés.

Lo único construido es un remonte que lleva en funcionamiento una temporada y está considerado uno de los más punteros de España. Es capaz de transportar a varios esquiadores a una velocidad de seis metros por segundo y logra unir dos puntos separados a casi 1,4 kilómetros. Esta infraestructura inicia su recorrido en la zona de Basibé, situada a casi 2.400 metros, y llega hasta el valle de Castanesa. Es un total de 80 kilómetros esquiables con cuatro pistas más: una azul, dos rojas y una negra.

Una estación con 'sello' verde

La ejecución de estas obras tiene que seguir unos objetivos claros de sostenibilidad, debido a que el compromiso financiero está sujeto a los Fondos Next Generation. Por ello, el trabajo urbanístico que está implantando el Ayuntamiento de Montanuy busca evitar el acceso de vehículos privados mediante dos aparcamientos disuasorios. En la zona de Fonchanina, se destinará gran parte de los fondos —5,6 millones— para trazar una carretera de acceso a través de una pista forestal.

Más adelante, con 2025 en el horizonte, se construirá el último telesilla de los proyectados. Fuentes de Aramon recalcan que no es un desarrollo de pista de esquí como hace décadas, sino que “se busca ser una estación de referencia por cercanía a Baqueira, pero logrando captar público tanto en invierno como en los meses de verano”. Cuando el proyecto esté terminado, la pista de Cerler podrá medirse con gigantes del esquí como Baqueira-Beret.