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Lambán y Azcón, la carrera por hacerse con el Gobierno de Aragón sin tutelas
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Lambán y Azcón, la carrera por hacerse con el Gobierno de Aragón sin tutelas

El presidente aragonés centrará aún más su posición para contrarrestar los lastres de la crisis y el gobierno de Sánchez. Con el viento a favor, el alcalde de Zaragoza se reserva cuándo proclamar su candidatura a la comunidad

Foto: El presidente de Aragón, Javier Lambán; y el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón. (EFE/Javier Cebollada)
El presidente de Aragón, Javier Lambán; y el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón. (EFE/Javier Cebollada)

“Jorge, la elección es tuya, con todas las consecuencias”. Pero cada uno es presa de sus ansiedades y al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se le estaba haciendo demasiado largo el calendario de su presidente en Aragón, Jorge Azcón, en su deshojar la margarita de si optará por repetir en la alcaldía de Zaragoza o iniciará la conquista del Gobierno de la comunidad. Y el pasado miércoles torpedeaba la escaleta de su candidato en una entrevista de radio en la que dio a entender que Azcón optará por el Ejecutivo de la región. Un desliz —¿intencionado?— en un lugar en el que exhibir autonomía forma parte de todo líder con aspiraciones, y del que el aragonés ha tratado de zafarse diciendo que es una opinión. Nada menos que de su presidente.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón. (EFE/Javier Cebollada)

Pero es que, pese al desorden en las comunicaciones, Jorge Azcón no tiene otra opción que disputar la presidencia de Aragón al socialista Javier Lambán; lo contrario trasladaría una inseguridad en los resultados que el PP de Feijóo no se puede permitir. La fecha del anuncio se va moviendo entre la semana previa a la Navidad y enero; es el tiempo necesario para dejar los presupuestos del Ayuntamiento aprobados y la sucesión municipal ordenada en la quinta ciudad de España, una dilación que, en su ambigüedad, más perjudica que beneficia a Azcón.

Tampoco beneficiaba a Feijóo que, en la montaña rusa de la política nacional, necesita exhibir candidaturas cuando antes y dar la batalla que le permita arrebatar alguna plaza al PSOE. Y Aragón es uno de los objetivos.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del PP de Aragón, Jorge Azcón. (EFE/Javier Belver)

Así, Azcón ha empezado su cuenta atrás frente a los suyos y frente a Lambán, en una convocatoria electoral que está especialmente abierta y que librarán PSOE y PP sin concesiones. El 28 de mayo cada voto será decisivo, con nueve candidaturas con representación institucional. El PP hace cuentas a su favor con varios factores. Desde fuera, las decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez, que tanto molestan a poblaciones mayoritariamente moderadas como la aragonesa. Desde la comunidad, que esas políticas perjudiquen a Lambán; también, capitalizar el derrumbe de Ciudadanos y la crisis en la que está inmersa el PAR; acertar con la candidata por Zaragoza ciudad —cuyo resultado impacta directamente en las papeletas autonómicas para sumar los 34 diputados necesarios que dan la mayoría— y aprovechar la menor concurrencia de partidos en la derecha.

Centralidad frente a 'sanchismo'

El PSOE no se lo va a poner fácil, con un presidente, Javier Lambán, dispuesto a obtener un tercer mandato desde un perfil cada vez más centrado que contrarreste los lastres de la crisis y las decisiones de Pedro Sánchez. Aunque eso le lleve a no pocas estridencias. En el Gobierno autonómico tienen la convicción de que la política de atracción de empresas y marcar territorio propio frente a las decisiones más polémicas del Ejecutivo central ratificarán la Presidencia para los socialistas.

Para ello, ha protagonizado en los últimos días varios y severos desencuentros. Pasó de dar las gracias en público a Sánchez en un acto en Madrid, donde se presentaba Aragón como la región de Amazon Web Services en España, por una gestión hecha en Davos, a decir la semana siguiente que el país va a la deriva y que mejor hubiera sido que Javier Fernández hubiera sido el secretario general del PSOE.

Foto: El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán. (EFE/Javier Cebollada) Opinión

Pidió disculpas pero, esta semana, ha preferido irse a la playa antes que asistir en el Congreso a la celebración del 44 aniversario de la Constitución. Eso sí, se ha manifestado con rotundidad contra el cambio del delito de malversación; para él es sinónimo de corrupción en cualquier modalidad y “de manera agravada” en el caso de los independentistas. En paralelo, ha llevado a los tribunales la designación de Sevilla como sede de la Agencia Espacial Española, una descentralización convocada por el Gobierno como estrategia frente a la despoblación pero que, tras aplicar unos criterios ad hoc de cariz electoralista, han dejado a Teruel sin nada.

Gestión y política, política y gestión, para defender la posición. El PSOE también esgrime su mayor capacidad para sumar con otros grupos que dan la mayoría. Pero, en las actuales circunstancias, es también un riesgo por la excesiva fragmentación del voto de la izquierda y la crisis del PAR, el cuarto aliado.

El futuro del PAR

Qué pase en las próximas semanas con el PAR, partido de centro derecha que facilitó hace cuatro años que gobernará Lambán frente al popular Luis María Beamonte, es determinante. Su futuro inmediato se está librando en los tribunales —después de que un juez haya anulado su último congreso—, mientras sus alcaldes están siendo seducidos por otras formaciones.

Foto: Feijóo, junto a Azcón un acto en Zaragoza. (EFE/Javier Cebollada)

Otro riesgo relevante para los objetivos del PSOE está en la irrupción autonómica de Aragón Existe y Teruel Existe, que afrontan el reto de ampliar el éxito al conjunto de la comunidad. Ante los últimos envites del Gobierno central, especialmente el desaire con la sede de la Agencia Espacial Española y no incorporar la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social a las empresas instaladas en Teruel —así se hace en otras zonas despobladas de Europa—, Guitarte no ha apoyado los Presupuestos Generales del Estado.

El desmarque se produce obviamente frente al tiempo electoral que viene y en el que están redoblando sus esfuerzos para diferenciarse. La política en el despliegue de las renovables, que ha cambiado el paisaje de Aragón, es una de sus batallas, con gran eco en decenas de municipios. De hecho, es ahora el presidente Lambán, que ha facilitado su despliegue en los últimos ocho años, quien denuncia que Aragón no puede ser objeto de un nuevo colonialismo energético y pide más compensaciones.

En juego, un escenario con todos

Todos ellos afrontan una convocatoria con dos protagonistas principales, Lambán y Azcón, pero en la que los otros actores políticos son más que secundarios. Con mucho en juego: en esta legislatura, operan en un marco político en el que todos los partidos políticos con representación municipal y autonómica en Aragón tienen responsabilidades de Gobierno directas o indirectas.

Foto: El presidente de Aragón, Javier Lambán. (EFE/Javier Belver)

Véase: en el Gobierno de Aragón, junto al PSOE se sientan en el banco del Ejecutivo el PAR, CHA y Podemos, con el apoyo de IU. En el Ayuntamiento de Zaragoza, el PP gobierna en coalición con Ciudadanos y el apoyo de Vox. La alcaldía del Huesca es del PSOE y la de Teruel, del PP.

Un escenario político y social aparentemente cómodo que el PP quiere mover poniendo a su principal activo a competir en Aragón y que el PSOE defenderá sin tregua. Seis meses sin concesiones y a cara de perro.

“Jorge, la elección es tuya, con todas las consecuencias”. Pero cada uno es presa de sus ansiedades y al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se le estaba haciendo demasiado largo el calendario de su presidente en Aragón, Jorge Azcón, en su deshojar la margarita de si optará por repetir en la alcaldía de Zaragoza o iniciará la conquista del Gobierno de la comunidad. Y el pasado miércoles torpedeaba la escaleta de su candidato en una entrevista de radio en la que dio a entender que Azcón optará por el Ejecutivo de la región. Un desliz —¿intencionado?— en un lugar en el que exhibir autonomía forma parte de todo líder con aspiraciones, y del que el aragonés ha tratado de zafarse diciendo que es una opinión. Nada menos que de su presidente.

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