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La buena química de Sabiñánigo, cuna del nuevo número 2 de Facebook
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La buena química de Sabiñánigo, cuna del nuevo número 2 de Facebook

Situada en el Prepirineo, la capital del Alto Gállego despegó con llegada del ferrocarril, y hoy tiene 9.000 habitantes y un alto número de científicos, periodistas y profesionales de éxito

Foto: Javier Oliván, brindando con Mark Zuckerberg. (Facebook)
Javier Oliván, brindando con Mark Zuckerberg. (Facebook)

Hace apenas una semana, Javier Oliván protagonizaba un ascenso galáctico y se convertía en el número 2 de Facebook. Un ascenso que hacía volver la mirada sobre su condición de español y, lupa mediante, sobre su lugar de origen: Sabiñánigo, una localidad de 9.000 habitantes, situada a las puertas de los Pirineos que, cuando los varones hacían la mili, destacaba por tener los mozos más altos de España. Ahora, con el éxito de Oliván, lo que se ha puesto de manifiesto es el elevado número de personas talentosas nacidas y formadas en sus primeras etapas en sus escuelas e instituto. Así, de ser noticia por los efectos de la crisis industrial y las afecciones medioambientales de sus químicas, ha pasado a serlo por la densidad de personas que destacan en su actividad

Javier Oliván, brillante ingeniero de 45 años y nuevo director de operaciones de Facebook, fue al instituto San Alberto Magno. Allí coincidió con Javier Blas, uno de los periodistas expertos mundiales en materias primas, que ejerce desde Londres: antes en el 'Financial Times' y ahora en 'Bloomberg'. También fue a la misma clase Beatriz Navarro, corresponsal de 'La Vanguardia' en Bruselas; una nómina, la de los periodistas, en la que se incluye Anuska Buenaluque, exitosa reportera en Perú.

Foto: El presidente de Aragón, Javier Lambán. (EFE/Toni Galán)
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Especialmente relevante es la cantera de científicos, con el prestigioso bioquímico Carlos López Otín a la cabeza, o las más jóvenes: la también bioquímica Biola Javierre, hoy unas de las 15 jóvenes top del mundo desde la Fundación Josep Carreras, o Patricia Fanlo, médico que lidera ensayos farmacológicos desde la Universidad de Navarra.

Con esa nómina, que no es exhaustiva, más de uno se pregunta qué tiene Sabiñánigo.

De 100 habitantes a 9.000, en un solo siglo

Pero no se debe al aire ni al agua. Lo explica bien Domingo Buesa, catedrático de Historia y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, también del lugar. "Sabiñánigo era una pequeña aldea de apenas 100 habitantes, a la que le cambia la vida con la llegada del ferrocarril. Al calor del tren, se instalan en el barrio de la estación familias procedentes de los pueblos cercanos. Mi abuelo, que venía de Senegüé, fue uno de ellos. A la vez, se construyen los embalses y las centrales eléctricas, que ya emplean a trabajadores de toda España. Más aún cuando llegan empresas como la química Energías e Industrias Aragonesas y Alugasa, atraídas por la bonificación de la energía. Y de ahí, y pese a que la crisis de los 90 pegó duro, a hoy, que es el centro de servicios de medio Pirineo".

"Esa evolución, explica Buesa, es la suma de gentes atrevidas, que se mueven en busca de un futuro mejor; de una sociedad industrial y asalariada estable, frente a la incertidumbre de la agricultura, y de acceder a recursos educativos por encima de la media. Eran centros sobrios y exigentes, pero con muchas actividades al margen, como el deporte o las artes".

Foto: El presidente de Aragón, Javier Lambán, con Alejandro Blanco, presidente del COE. (EFE/Javier Cebollada)

Lo ratifica María Victoria Broto, actual consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, que ha sido maestra en las escuelas de Sabiñánigo y desempeñado distintos puestos públicos. "Es una sociedad industrial de origen muy diverso, muy estratificada, en la que se veía en directo las ventajas de la educación. Según el nivel que se tenía en la empresa, se vivía en chalets, casas o viviendas sociales. Los ascensos implicaban también cambio de casa y acceso a beneficios como el uso de la piscina. Así que las familias tenían muy claro para sus hijos que estudiar era el camino y que el esfuerzo tenía su recompensa".

Deporte, música e idiomas, una constante

Broto, que ha sido maestra en el mismo colegio que la madre de Javier Oliván, explica además que esas empresas concedían becas para los hijos de los empleados y que el propio pueblo ha dispuesto desde hace muchos años de recursos muy por encima de la media: escuela de música, que hoy es conservatorio superior; escuela de idiomas; sede de la UNED y clubs de montaña, esquí o ciclismo. Todo ello reforzado ahora con la condición de cabecera de la comarca del Alto Gállego, independiente de la Jacetania.

Berta Fernández, la alcaldesa, es 'hija' de esos recursos. Fue también alumna del San Alberto Magno; luego cursó periodismo y música y hoy es profesora de Lenguaje Musical del Conservatorio de Sabiñánigo. "Nuestra vocación por el estudio era muy clara. Y podíamos porque había estabilidad económica, becas y un afán de superación que se vivía en todas las familias".

Foto: Voladura controlada en las torres de refrigeración de la central de Andorra. (EFE/Javier Cebollada)

Javier Blas, ahora en pleno lanzamiento en español de su libro "El mundo está en venta", destaca que era un entorno que valoraba mucho el trabajo y el esfuerzo. Blas de eso sabe un rato, a tenor de su excepcional carrera profesional, desde que se fue con una beca Erasmus al Reino Unido hasta hoy, toda una referencia del periodismo mundial en el sector de la energía y las materias primas, como petróleo, metales o productos agrícolas.

De esa etapa incide en que vivían además en un entorno de mucho deporte. Su propio padre, que trabajaba en Aragonesas, incluso compitió en la selección nacional de esquí. Blas, salvo imponderables como el covid o la guerra de Iraq, regresa siempre por Navidad, ya que allí residen sus padres. También en verano. Es de los que mantiene relación con Oliván, de quien no le sorprende su éxito, por su determinación y claridad, algo fundamental para una carrera como la suya.

La galáctica carrera de Javier Oliván

María Victoria Broto, que conoce bien a la familia Oliván, destaca que, desde pequeño, era un alumno con un mundo propio, no un pitagorín, pero sí muy interesado en la tecnología, que canalizó en Ingeniería Electrónica Industrial en la Universidad de Navarra. También tocaba el piano y no le faltaban los idiomas: hoy habla cinco. Todos coinciden en su extrema discreción. Apenas se prodiga fuera de sus responsabilidades y más allá de haber explicado que su cambio vital le llegó con su paso por Stanford y algunas reflexiones, no exentas de humor, como que, cuanto más estudiaba, más suerte tenía.

Ahora, mientras ocupa su sitio en el olimpo GAFO, se está construyendo una casa en Arguisal, uno de los 53 núcleos que forman el municipio de Sabiñánigo y de donde procedían sus abuelos, con unas preciosas vistas al Valle de Tena.

placeholder Sabiñánigo ha pasado en un siglo de 100 a 9.000 habitantes. (Ayuntamiento de Sabiñánigo)
Sabiñánigo ha pasado en un siglo de 100 a 9.000 habitantes. (Ayuntamiento de Sabiñánigo)

Beatriz Navarro coincidió con los dos Javieres, todos de la quinta del 77, en el San Alberto Magno, donde, como Oliván, estudiaba francés e inglés, una vocación común por los idiomas que ha impulsado sus carreras. "Creo que hay una cultura del esfuerzo que nos ha hecho como somos. El Sabiñánigo de hoy arranca de los años 50-70, con la instalación de industrias atraídas por la energía barata generada en el río Gállego (hubo una papelera, una fosforera, varias químicas, la antigua Alugasa-Inespal…). Llegaron miles de personas y, en nuestro día a día, era evidente que quienes habían podido ir a la universidad tenían los mejores empleos. Las diferencias sociales se veían: quién vivía dónde, quién podía ir a la piscina y las colonias de verano de la fábrica y quién no... Luego, cuando en los 90 varias fábricas cerraron sus puertas, hubo que buscarse la vida. El pueblo resurgió con la construcción y, a pesar de los altibajos del siglo XXI, es un polo de atracción".

Beatriz, que ha ejercido de corresponsal en Washington, donde vivió la era Trump y el confinamiento, está de nuevo en Bruselas y tiene su propia casa en la pedanía de Ipiés. "Muchos de nosotros hemos recuperado o adquirido casas en los núcleos de alrededor y venimos contantemente. En Ipiés, mi familia belga disfruta tanto en verano como en invierno".

Volviendo al San Alberto Magno, también señala, además de la práctica deportiva y la música, la labor de tutoría del instituto, donde se preocupaban por las capacidades, motivaciones y aspiraciones de los alumnos para orientar a las familias.

Hacerse químico para volver como jefe de las fábricas

Esa tutoría la ha recogido en su libro "La vida en cuatro letras" el prestigioso bioquímico Carlos López Otín, quien recuerda cómo don Isidro Lafita y doña Tomi Tejedor, director y jefa de estudios del centro, le impulsaron a estudiar Químicas como camino para el mejor progreso conocido: poder regresar un día de jefe de las fábricas. De hecho, empezó esa carrera en Zaragoza, aunque, una vez allí, sus profesores lo redirigieron a Bioquímica, en Madrid, en la escuela de Severo Ochoa. Ya catedrático en Oviedo, ha liderado investigaciones internacionales punteras en enfermedades hereditarias o la genética del cáncer. De todo ello, y tras un doloroso e injusto acoso universitario, ha escrito en la "Trilogía de la vida", que arranca con el libro mencionado y en el que da sus claves para entender la diversidad, la enfermedad y la felicidad.

Y de López Otín a una joven bioquímica, Biola Javierre, una de las 15 científicas internacionales de menos de 40 años elegidas dentro del programa "L'ORÉAL-UNESCO For Women in Science". Tras su paso por Pamplona, Madrid, Alemania y Cambrigde, se incorporó al Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, donde es la jefa de un grupo que estudia la organización espacio-temporal del ADN enfocada al cáncer hematológico.

El esfuerzo, la estabilidad económica, un buen instituto y mucha música, claves en el éxito de los protagonistas salidos de Sabiñánigo

De padre profesor y madre trabajadora de Inespal, Javierre hizo el bachiller en el ya mítico San Alberto Magno y comparte las consideraciones de sus compañeros: Esfuerzo, estabilidad económica que permite estudiar, muy buen instituto y mucha música. En su caso, seis años de conservatorio. Y también, mucho deporte: "A los 4 años ya hice mi primer 3.000". explica. Y, como todos, muy orgullosa de su origen y del dinamismo de sus paisanos, y de estar de nuevo en España para ir más a menudo a casa.

Bioquímica, un sector con muchas vocaciones

Otra joven científica natural de Sabiñánigo, Patricia Fanlo, lidera desde el Complejo Hospitalario de Navarra el único ensayo clínico con el fármaco anakinra que ha sido autorizado en España y que tiene como objetivo valorar la eficacia y seguridad de este antiinflamatorio y antirreumático en pacientes graves afectados por el covid-19. La sabiñaniguense es doctora del citado complejo sanitario y presidenta del SEMAIS (Sociedad española multidisciplinar de enfermedades autoinmunes sistémicas) y coordinadora del grupo de investigación de enfermedades inmunomediadas de la fundación de investigación Navarrabiomed.

Fanlo destaca que "el nivel educativo era muy alto, con profesores muy preparados técnicamente en sus materias y muy exigentes. Me di cuenta cuando llegué a Medicina en Zaragoza". También el deporte me ha ayudado. "Desde los 5 hasta los 20 años, pertenecí al Club Montañeros, de montaña y esquí, y al equipo de natación, donde ganamos muchos campeonatos provinciales. Adquieres valores fundamentales de compañerismo y trabajo en equipo, que llevas contigo para toda tu vida".

Foto: El diputado de Teruel Existe en el Congreso Tomás Guitarte. (EFE/Javier Cebollada)

Padres y hermanos de Fanlo viven en Sabiñánigo y ella misma, también cumple con el patrón de varios de sus exitosos paisanos de la diáspora: tiene casa en uno de los pequeños núcleos del municipio, en su caso, en Latas. "Conservo a mis amigas desde la guardería", dice. Si uno es de donde ha hecho el bachillerato.

Aún hay otro bioquímico de referencia, Ramón Reyes Bori, que ha sido profesor en la Autónoma de Madrid y ha trabajado en el Centro de Biología Molecular de Madrid. Ahora, preside del Consejo Ejecutivo Nacional de la Asociación Española contra el Cáncer.

Artistas y deportistas de élite amplían la nómina

Luis Fernando Allué, otro destacado serrablés que ha sido subdirector de Ibercaja y director de la red de oficinas de la entidad, hace suyo el mismo espíritu y, con orgullo de altoaragonés, lo amplía a más ámbitos. "Tenemos una nómina muy relevante de artistas, como Santiago Arranz, de la generación de los 80, o Javier Codesal, uno de los pioneros en España del videoarte". Y, por supuesto, en el deporte. "Cada año organizamos la Quebrantahuesos, que reúne a más de 10.000 cicloturistas, y de aquí es Jorge Arcas, que ha corrido el Tour de Francia con el Movistar. Como lo es la atleta olímpica María José Pueyo, fondista, o Carmen Ascaso, que fue campeona de España de Badminton".

placeholder El ciclista local del equipo Movistar, Jorge Arcas. (Cedido)
El ciclista local del equipo Movistar, Jorge Arcas. (Cedido)

Sara Fernández, vicealcaldesa de Zaragoza y natural de Sabiñánigo, hace suya la tesis de lo excepcional de la nómina de ilustres. De allí es su familia y pasa mucho tiempo: Una tía regentaba la cantina de la estación y otra, Elena Cajal fue profesora del San Alberto Magno… que cuando se trasladó a Madrid tuvo que bajar el nivel de sus clases.

Son la nueva cara de la capital del Alto Gállego, que estos días ha eclosionado para alegría de la población, que ya puede hablar de la buena química de Sabiñánigo. "La crisis de los noventa, con los cierres de empresas, fue muy dura, recuerda la alcaldesa; más aún los episodios de contaminación que vivimos, y que contraponían empleo a medioambiente. Hoy, afortunadamente, eso es pasado".

Nuevas empresas como Iberfoil Aragón, del grupo Alibérico, que reflotó la actividad del aluminio, o la planta de Bieffe medital, del sector de la salud, u Orache, forman parte de su actual industria, junto con numerosos talleres y empresas de servicios para los valles del Pirineo, que tienen en Sabiñánigo su centro de respaldo. Y como siempre, recalca la alcaldesa, con una gran y muy buena oferta educativa.

Hace apenas una semana, Javier Oliván protagonizaba un ascenso galáctico y se convertía en el número 2 de Facebook. Un ascenso que hacía volver la mirada sobre su condición de español y, lupa mediante, sobre su lugar de origen: Sabiñánigo, una localidad de 9.000 habitantes, situada a las puertas de los Pirineos que, cuando los varones hacían la mili, destacaba por tener los mozos más altos de España. Ahora, con el éxito de Oliván, lo que se ha puesto de manifiesto es el elevado número de personas talentosas nacidas y formadas en sus primeras etapas en sus escuelas e instituto. Así, de ser noticia por los efectos de la crisis industrial y las afecciones medioambientales de sus químicas, ha pasado a serlo por la densidad de personas que destacan en su actividad

Javier Oliván Aragón