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La Junta da luz verde a 1.600 viviendas y un hotel en la playa de Palomares donde se bañó Fraga
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Ecologistas en Acción insiste en los riesgos

La Junta da luz verde a 1.600 viviendas y un hotel en la playa de Palomares donde se bañó Fraga

El proyecto de la playa de Quitapellejos, en Almería, cuenta con el aval ambiental de la Consejería de Sostenibilidad. Está a 2 km de la zona afectada por la caída de la bomba en 1966, pero cuenta con el aval del Consejo de Seguridad Nuclear

Foto: La valla de protección de la zona afectada por contaminación nuclear en Palomares. (Reuters / Jon Nazca)
La valla de protección de la zona afectada por contaminación nuclear en Palomares. (Reuters / Jon Nazca)

La foto de Manuel Fraga y Angier Biddle Duke tras darse un chapuzón en el Mediterráneo dio la vuelta al mundo en marzo de 1966, meses después de que un accidente de aviación provocase la caída de cuatro bombas nucleares en el extremo sureste de la península ibérica. En la foto, el ministro de Información y Turismo y posterior fundador de Alianza Popular salía del agua, acompañado del embajador de EEUU en España. El objetivo era dejar claro que los artefactos de la US Air Force que cayeron en Almería no eran un peligro para la población (ni para la creciente industria turística), aunque más de medio siglo del accidente todavía hay una zona vedada y un conflicto entre Washington y Madrid por la limpieza del terreno afectado.

Las crónicas de la época sitúan el arenal donde el ministro y el embajador se bañaron ufanos en la playa de Quitapellejos, en Palomares, una pedanía de la localidad de Cuevas del Almanzora. Después se ha especulado con que hubo más de una foto, que la imagen se tomó en Mojácar, a unos kilómetros de allí, aunque ni Fraga ni Biddle Duke pueden dar ya pistas de eso. Pero casi 60 años después de aquella instantánea, hay un proyecto urbanístico que transformará la antigua playa situada entre la desembocadura del río Almanzora y la rambla del Jatico, casi en el término municipal de Vera, donde ya existen desarrollos urbanos similares.

La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha dado luz verde al trámite ambiental de un proyecto para levantar una urbanización en la playa de Quitapellejos donde habrá 1.600 viviendas y un hotel. El plan cuenta con la Autorización Ambiental Unificada (AAU) que concede la administración autonómica, pero también con el aval del ayuntamiento de Cuevas del Almanzora, en manos del PSOE. Así queda fijado en un escrito con fecha de 23 de octubre, que lleva la firma de José Alarcón, delegado territorial de Sostenibilidad en la provincia.

Este aval ambiental está condicionado a una serie de requisitos, entre los que destacan los impuestos por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Este último organismo emitió un informe favorable el 30 de agosto de 2024, aunque sujeto a modificaciones que fueron admitidas por el promotor. El Ciemat, por su parte, sí incluye recomendaciones en este escrito relacionadas con la necesidad de instalar una conducción para que la nueva urbanización tenga acceso a agua potable.

Foto: trump-palomares-bombas-nucleares-us-air-force

El CSN decretó que la parcela afectada sigue siendo una zona contaminada y, por lo tanto, no es urbanizable. El proyecto de la playa de Quitapellejos está a 2 kilómetros de ese terreno donde sigue habiendo partículas radioactivas. Por contra, la conducción del depósito de aguas, que debe ser ampliado para surtir el nuevo desarrollo, discurre pegado a la "zona 2bis", que está contaminada. "Debe tenerse en cuenta que dicha conducción debe respetar cierta distancia respecto a la futura valla que Cieemat construirá para limitar dicha zona contaminada", recoge el texto al que ha tenido acceso esta redacción.

El documento de Sostenibilidad establece que el promotor consultará directamente al Ciemat, que depende del Ministerio de Economía, la distancia que deberá guardar la conducción. "No debe invadir en ningún caso los límites de las parcelas propiedad del Ciemat", reza el escrito, que también insta a informar al organismo de la fecha de comienzo de las obras para que tome medidas relativas al Programa de Vigilancia Radiológica Ambiental con tiempo de antelación suficiente. También tendrá que remitir al CSN "información anticipada sobre posibles planes de expansión inmobiliaria de la zona circundante a las áreas de uso restringido de especial vigilancia radiológica".

Esto no convence a organizaciones como Ecologistas en Acción, que considera que el proyecto está demasiado cerca de la zona contaminada. "las partículas de plutonio y de americio que hay no permanecen estables", expresan desde la entidad, que recuerda que el viento, el agua y la fauna trasladan estos elementos radiactivos. Además, aseguran que las labores de limpieza que EEUU llevó a cabo en 1966 afectaron a Quitapellejos, ya que es en esa playa donde limpiaban los vehículos que se utilizaron para la descontaminación parcial.

"Todo ese polvo radioactivo está ahí, no se lo han llevado", añaden desde Ecologistas en Acción, quienes temen que las obras de urbanización muevan esas tierras. Hay que tener en cuenta que todavía quedan 6.000 metros cúbicos de tierras contaminadas cuyo destino no se vislumbra todavía. En los últimos meses del mandato de Joe Biden hubo indicios de que Washington y Madrid podrían ponerse de acuerdo, pero la victoria de Donald Trump ha dado al traste con ese entendimiento. En un reciente conflicto judicial, la Abogacía del Estado dio un portazo a la posibilidad de que fuera el Gobierno quien se encargara de limpiar el terreno, ya que España considera que se trata de una responsabilidad de EEUU.

Con esa salvaguarda, el proyecto de urbanización sigue adelante en una parcela libre de edificaciones, con la excepción de una estación de servicio, y que ahora tiene usos agrícolas. Las 1.600 viviendas se repartirán entre 936 pisos en bloques de cuatro plantas y 664 viviendas unifamiliares y convivirán con el citado hotel, un parque infantil, zonas verdes, locales comerciales y dotación deportiva y social. El complejo contará también con un paseo marítimo de casi dos kilómetros y medio y respetará la existencia de un bosque de pinos y eucaliptos que hay en la parcela.

La foto de Manuel Fraga y Angier Biddle Duke tras darse un chapuzón en el Mediterráneo dio la vuelta al mundo en marzo de 1966, meses después de que un accidente de aviación provocase la caída de cuatro bombas nucleares en el extremo sureste de la península ibérica. En la foto, el ministro de Información y Turismo y posterior fundador de Alianza Popular salía del agua, acompañado del embajador de EEUU en España. El objetivo era dejar claro que los artefactos de la US Air Force que cayeron en Almería no eran un peligro para la población (ni para la creciente industria turística), aunque más de medio siglo del accidente todavía hay una zona vedada y un conflicto entre Washington y Madrid por la limpieza del terreno afectado.

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