Juanma Moreno confía en su hombre fuerte para atajar la crisis de los cribados: Antonio Sanz, nuevo consejero de Salud
El presidente de la Junta opta por un perfil curtido en la gestión y un discurso muy político para gestionar la polémica de los retrasos en los diagnósticos de cáncer en los últimos meses de la legislatura
Antonio Sanz, junto a Juanma Moreno en un acto en Sevilla. (EP / Francisco J. Olmo)
Juanma Moreno opta por su mano derecha para solucionar la crisis provocada por los cribados del cáncer de mama. El jefe del Ejecutivo ha nombrado a Antonio Sanz consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias para atajar el terremoto provocado por los retrasos en los diagnósticos que estalló hace ya dos semanas. El veterano dirigente popular era ya el hombre fuerte del Gobierno andaluz y ahora tendrá que gestionar el departamento con más presupuesto de la Administración regional en los últimos meses de la legislatura, ya que las elecciones serán en junio como muy tarde.
Sanz (Jerez de la Frontera, 1968) fue viceconsejero de Presidencia en la primera legislatura de Moreno en San Telmo, por lo que trabajó codo con codo con Elías Bendodo. Tras la mayoría absoluta de junio de 2022 y la marcha del malagueño a Génova, asumió el cargo y ha ido ganando peso en el Ejecutivo de forma paulatina. Es una figura básica del PP andaluz en los años de dura oposición al PSOE en la Junta, donde creció a la sombra del histórico Javier Arenas, y también fue delegado del Gobierno en Andalucía con los gobiernos de Mariano Rajoy.
"Su experiencia de gestión, capacidad de trabajo y diálogo serán fundamentales para lo que resta de legislatura", ha defendido Moreno en sus redes sociales, donde ha anunciado la nueva designación, que avanza una pequeña remodelación del Ejecutivo para el tramo final del mandato. Sanz era hasta ahora titular de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, por lo que dejará alguna de estas competencias entre sus compañeros de gabinete para poder dedicarse al mastodonte que es la Consejería de Salud. La portavoz, Carolina España, se queda con Simplificación Administrativa y Diálogo Social y el titular de Industria gestionará las políticas de digitalización y la nueva Agencia Digital de Andalucía, uno de los principales proyectos de Sanz.
El departamento gestionado hasta hace una semana por Rocío Hernández Soto cuenta con un presupuesto vigente de más de 15.000 millones de euros y ya era el principal dolor de cabeza del Gobierno andaluz antes del estallido de la crisis de los cribados. La respuesta de la Junta, hasta el momento, se centraba en ensalzar el crecimiento de las inversiones en los casi siete años que lleva Moreno en San Telmo. Esto ha permitido que por primera vez el gasto per cápita en sanidad haya superado a la media estatal, con 1.756 euros por habitante. Esa dotación, sin embargo, no ha acabado con los problemas de acceso a la Atención Primaria ni tampoco con las listas de espera quirúrgicas.
Las denuncias de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) destaparon un error en el programa de detección precoz de cáncer de mama que ha derivado en la principal crisis afrontada por Moreno desde que llegó a la Junta. Inicialmente, Rocío Hernández restó importancia al problema, pero finalmente el propio presidente tomó las riendas de la crisis, que escaló cuando se supo que al menos había 2.000 mujeres a las que no se les había informado sobre el resultado de sus pruebas tras una mamografía no concluyente.
La respuesta inicial del Ejecutivo del PP ha sido poner en marcha un plan de choque para poder repetir las pruebas a esas mujeres antes del 30 de noviembre. Para ello, el Gobierno anunció la incorporación de 119 profesionales que se encargarían de hacer esos test incluso en fines de semana y festivos, pero la propia Junta admitió este martes que estaba teniendo problemas para captar a los médicos expertos en radiodiagnóstico y los técnicos que trabajan con ellos.
De afrontar esta iniciativa se encargará a partir de ahora Antonio Sanz, igual que ocurrirá con los planes de refuerzo en los cribados del cáncer de colon y cérvix. En su estreno como titular de Sanidad, el político gaditano ha desvelado que se sumarán otros 89 millones de euros para sumar 570 médicos, enfermeras, técnicos y administrativos para acelerar la revisión de las pruebas. También se actualizarán las tarifas que se pagan por las pruebas como las citologías o endoscopias para facilitar la incorporación de estos profesionales. El plan incluye asimismo mejoras en la información que se ofrece a los pacientes, ha recordado Sanz.
La polémica en el diagnóstico temprano en el cáncer de mama ha desempolvado un reguero de quejas de pacientes, profesionales y oposición que apuntan a un problema mayor, a un fallo de comunicación en el caso del cáncer de pecho. Ese es el marco al que ahora lleva el debate la oposición, que lleva dos años reclamando la celebración de un debate monográfico en el Parlamento sobre la situación de la sanidad pública. El PP, presionado por la situación, ha desbloqueado por fin este pleno, que será la puesta de largo de Sanz en sus nuevas responsabilidades.
Durante una conversación informal con los periodistas en el Palacio Real en la recepción del 12 de octubre, el presidente de la Junta admitió por primera vez que la mayoría absoluta que logró hace tres años largos peligra después de la crisis de los cribados, aunque se mostró optimista en su capacidad para levantarse del batacazo. Antonio Sanz es la respuesta a ese reto después de demostrar sobrada capacidad para ser el principal fontanero de un Gobierno de escaso perfil político, más allá del propio jefe del Ejecutivo y su portavoz, Carolina España.
Juanma Moreno opta por su mano derecha para solucionar la crisis provocada por los cribados del cáncer de mama. El jefe del Ejecutivo ha nombrado a Antonio Sanz consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias para atajar el terremoto provocado por los retrasos en los diagnósticos que estalló hace ya dos semanas. El veterano dirigente popular era ya el hombre fuerte del Gobierno andaluz y ahora tendrá que gestionar el departamento con más presupuesto de la Administración regional en los últimos meses de la legislatura, ya que las elecciones serán en junio como muy tarde.