El barrio de Granada que se levanta contra un parque solar a 2 km de la Alhambra
Una plataforma de El Fargue, que pertenece al Albaicín, pide paralizar tres explotaciones fotovoltaicas por su posible afección al palacio nazarí, como denuncia Icomos, una entidad que trabaja con la Unesco
En El Fargue viven 530 personas, según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Pero el vecino más ilustre de esta localidad, que pertenece a Granada, no figura en el censo. Es el Palacio de la Alhambra y los Jardines del Generalife, que están apenas a dos kilómetros de este núcleo, que tiene su origen en una alquería. Tanto es así que El Fargue depende administrativamente del barrio del Albaicín, considerado Patrimonio de la Humanidad según la Unesco, lo que ha provocado un sonoro rechazo a un proyecto para implantar tres plantas de energía solar en las lomas de este barrio granadino
Un grupo de habitantes de esta pedanía se han constituido como plataforma ciudadana para protestar contra el plan de instalar tres parques fotovoltaicos que suman casi 100.000 metros cuadrados en el hueco que hay entre El Fargue, el Sacromonte y el palacio nazarí y sus jardines. Llevan por nombre San Gregorio, Stadium Plus y Soto Oscuro y han sido promovidos por la empresa Bobery Lane Estate. Actualmente, están en proceso de tramitación con las administraciones, ya que tanto el Ayuntamiento de Granada como las consejerías de Industria, Energía y Minas y Sostenibilidad de la Junta de Andalucía tienen competencias al respecto.
El consistorio que dirige Marifrán Carazo (PP) con mayoría absoluta, es el responsable de darle la licencia de obras y también de aprobar el proyecto de actuación, para lo que requiere la aprobación del Pleno. De los departamentos del Gobierno andaluz depende la calificación ambiental, la autorización administrativa y la de construcción, ya que al tratarse de una planta de energía solar con menos de 50MW de potencia no debe elevarse al Ministerio de Transición Ecológica para su aprobación.
Más allá del trámite administrativo, los vecinos ponen el foco en los efectos ambientales en la zona y los efectos paisajísticos que tendrá esta explotación sobre el monumento. Se trata de suelos "no urbanizables de especial protección" en los que hay una plantación de olivos que deberán ser parcialmente arrancados si el proyecto sigue adelante. Según la plataforma ciudadana, la planta solar atentaría contra un "pulmón verde de Granada" y ampliaría el riesgo de inundaciones en el valle del río Darro al eliminar la cobertura vegetal para sustituirla por las placas fotovoltaicas. Y estos argumentos son compartidos por el PSOE en el Ayuntamiento de Granada y Adelante Andalucía, que apoyan las reivindicaciones de los vecinos.
Lo más relevante de esta polémica es la posible afección de la planta a la Alhambra de Granada, el monumento más visitado del país y principal icono de la ciudad nazarí. Los responsables, según recoge Granada Hoy, defienden que el impacto será "mínimo" porque se han hecho correcciones para que así sea, es decir, para que los paneles fotovoltaicos se oculten al máximo al ojo humano. El ingeniero granadino Luis Garrido explicó al diario local que las placas "no serán visibles en un 55%" porque se instalarán en la ladera sur y, por lo tanto, no se verán desde El Fargue ni desde la carretera de acceso.
En este debate ha entrado el comité español de Icomos, las siglas en inglés del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios. Esta entidad no gubernamental tiene como función evaluar las candidaturas a la lista de Patrimonio Mundial, donde el complejo palaciego nazarí está desde 1984.
Icomos ha tomado parte en el desarrollo de estas plantas fotovoltaicas para denunciar "un altísimo riesgo de impacto negativo", por lo que "recomienda encarecidamente" la paralización de las obras. La entidad echa en falta que el proceso de diseño de las citadas plantas solares incluya una "evaluación del impacto patrimonial", ya que considera que está ubicada en la "segunda corona de protección" de la Alhambra y el Generalife.
"Las plantas fotovoltaicas, a pesar de ser una fuente de energía renovable crucial, generan un impacto visual significativo", reza el escrito del Icomos, que admite que las características de la explotación de El Fargue podrían no requerir una declaración de impacto ambiental en otro contexto, pero se debe tener en cuenta la cercanía del palacio nazarí. La entidad vinculada a la Unesco también critica el hecho de que haya tres plantas unidas en una práctica habitual de las empresas promotoras para intentar eludir los mayores controles que se exigen a los parques de mayor magnitud.
Según el diagnóstico de esta entidad, las autoridades españolas "deben ser mucho más vigilantes (...) cuando una actuación pueda representar un impacto negativo" sobre un bien de la lista de Patrimonio Mundial. No es la primera vez que Icomos lanza una alarma similar por la afección visual de un bien andaluz protegido por la Unesco. Hace ahora dos décadas en Sevilla hubo un enorme debate cuando la citada entidad elevó las alarmas por la posible afección de la Torre Pelli, ahora Torre Sevilla, sobre el paisaje de la capital andaluza, sobre todo en relación con el conjunto formado por la Catedral, la Giralda, el Archivo de Indias y el Alcázar, que figuran en la lista de Patrimonio Mundial desde 1987.
En El Fargue viven 530 personas, según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Pero el vecino más ilustre de esta localidad, que pertenece a Granada, no figura en el censo. Es el Palacio de la Alhambra y los Jardines del Generalife, que están apenas a dos kilómetros de este núcleo, que tiene su origen en una alquería. Tanto es así que El Fargue depende administrativamente del barrio del Albaicín, considerado Patrimonio de la Humanidad según la Unesco, lo que ha provocado un sonoro rechazo a un proyecto para implantar tres plantas de energía solar en las lomas de este barrio granadino