El mayor paraíso micológico del sur de España: donde perderse entre montañas y setas

• ​La senda más larga de España está en Andalucía: ideal para senderistas, ciclistas y jinetes, pasa por más de 50 municipios
• Sigue a El Confidencial en Google Discover para enterarte de todas las noticias

El mayor paraíso micológico del sur de España se prepara para otro otoño de rutas micológicas, cestas de mimbre y cámaras listas para inmortalizar níscalos, boletus y parasoles. Entre montañas, pinares infinitos y ríos de alta montaña, este enclave invita a recoger setas con respeto y a disfrutar del bosque con cabeza: navaja, identificación segura y nada de escarbar. La promesa es clara —variedad, paisaje y tradición— y el plan, perfecto para quienes buscan dónde encontrar setas en Andalucía sin renunciar a paisajes de postal.

TE PUEDE INTERESAR

No es el Caminito del Rey: la ruta de infarto solo apta para valientes que puedes hacer en Andalucía (si no tienes vértigo)

Sara Castellanos

Hablamos del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, en Jaén, el espacio protegido más grande de España, con más de 200.000 hectáreas y cuna de los ríos Guadalquivir y Segura. Sus bosques cobijan en torno a 1.400 especies de setas y, de las tres sierras, la Sierra de Segura destaca por su abundancia a partir de los 1.000 metros, donde humedad, temperatura y materia orgánica hacen el resto. No extraña que sea destino de ecoturismo y punto de encuentro para aficionados que, cada otoño, acuden también al Punto de Información Micológica 'El Sequero' y a las Jornadas Micológicas de Siles.

Dónde recoger setas: enclaves y pistas útiles

Quien se adentre por Segura tiene nombres propios: La Capellanía (Hornos), Río Madera, Los Anchos, La Venta Rampias y Prado Maguillo (Santiago-Pontones), además de la carretera de Las Acebeas y la pista hasta El Puntal desde Siles. En la alta meseta de los Campos de Hernán Perea, accesible desde Don Domingo o por Vadillo-Castril y Rambla Seca, aparecen setas de cardo y, en puntos concretos, las de cañada. En Cazorla, los parajes de Riogazas y el Monasterio de Montesión, el arroyo del Cerezuelo y las rutas del puente de las Herrerías hacia Vadillo-Castril, arroyo de los Habares, Pino de las Tres Cruces y Tornillos de Gualay son apuesta segura. En Las Villas conviene vigilar fuente de los Cerezos, cueva del Peinero, embalse del Aguascebas, Gil Cobo y La Osera, con ambiente menos masificado.

La despensa es amplia y sabrosa: níscalo o robellón, seta de chopo (Agrocybe cylindracea), seta de cardo (Pleurotus eryngii), seta de cañá/cañada (Clitocybe geotropa), boleto negro (Boletus aereus), parasol (Macrolepiota procera), negrilla (Tricholoma terreum), la codiciada colmenilla y la exquisita amanita cesárea. Para una recolección responsable, la norma es clara: cortar con navaja, usar cesta de mimbre, evitar márgenes de carretera, no remover el suelo, dejar ejemplares para esporar y no consumir jamás una especie dudosa. Porque aquí, entre pinos, ríos y sendas, el verdadero tesoro no es solo llenar la cesta, sino preservar el paraíso micológico que hace único a Cazorla, Segura y Las Villas.