Polémica por la restauración de la Virgen de la Esperanza Macarena de Sevilla: el antes y el después

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El regreso de la Virgen de la Esperanza Macarena a su altar mayor ha desatado un inesperado terremoto devocional en Sevilla. Esta talla mariana, una de las más emblemáticas de la Semana Santa hispalense y venerada por miles de fieles, ha sido objeto de una intervención preventiva que, según lo previsto por la Hermandad, se enmarcaba dentro de su plan de conservación. Sin embargo, el resultado ha derivado en una de las mayores controversias del mundo cofrade en los últimos años. La Basílica se vio obligada a cerrar antes de lo previsto este sábado, después de que numerosos devotos se agolparan a las puertas visiblemente emocionados y molestos por el aspecto final de la restauración.

La actuación, realizada entre los días 16 y 20 de junio por el equipo del catedrático Francisco Arquillo, contemplaba estudios radiológicos, limpieza de policromía, cambio de pestañas y sustitución de las articulaciones de los brazos. Sin embargo, el nuevo aspecto de la imagen ha generado un profundo rechazo entre muchos hermanos y devotos. El medio regional El Correo de Andalucía ha recogido testimonios de personas que rompieron a llorar frente a la talla, e incluso describieron el momento como un "duelo".

Aunque la intervención fue calificada como técnica y respetuosa, parte del rechazo podría deberse a la sustitución de las pestañas y al efecto visual generado por la limpieza de la policromía, que ha acentuado los rasgos de la imagen. El contraste con la apariencia habitual, más velada por el paso del tiempo, ha podido intensificar el impacto emocional en quienes están profundamente vinculados a la devoción de la Macarena.

Según ha informado el citado medio, el teniente de hermano mayor, Eduardo Dávila Miura, fue recibido con quejas a su llegada al templo y respondió de forma breve: "Perdón, solo puedo pedir perdón". La Junta de Gobierno se reunió de urgencia en el interior de la Basílica, donde también se pudo ver al restaurador Carlos Peñuelas y a otros profesionales vinculados a intervenciones artísticas.

La Hermandad reconoce el "efecto indeseado"

Algunos hermanos han pedido más transparencia por parte de la Junta, reclamando una explicación clara sobre lo ocurrido. Mientras tanto, las redes sociales se han llenado de comparaciones entre el antes y el después, donde muchos insisten en que "algo se ha perdido" en la expresividad de la Virgen. Usuarios de la red social X / Twitter como @lcv0025 y @fernavarro_1, entre muchos otros, han hecho publicaciones al respecto expresando con claridad su malestar con esta situación.

Además del impacto estético, la polémica ha reavivado el debate sobre los límites de las intervenciones en imágenes de alta carga simbólica y devocional. Horas después de que se desatara la polémica, la Hermandad emitió un comunicado oficial reconociendo que se había producido un "efecto indeseado" debido a las pestañas sustituidas durante la intervención.

Según explicaron, la Virgen fue repuesta al culto tras corregirse esa alteración estética, y se pidió disculpas a hermanos y devotos "guiados por criterios técnicos". La publicación ha generado también nuevas reacciones en redes sociales: mientras algunos fieles celebran la rectificación, otros critican la gestión y reclaman una restauración más profunda para recuperar por completo la expresión original.