El pueblo de Andalucía perfecto para escapar del calor: un paraíso de verde y agua ideal para refrescarse
El agua es la gran protagonista de esta comarca jiennense. Desde las cascadas de la Hueta hasta el embalse del Tranco, donde practicar kayak o vela, todo invita al baño, al juego y al relax
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Refrescarse en verano no es tarea fácil cuando el calor aprieta en el sur peninsular, pero hay un rincón de Andalucía donde el mercurio se relaja y el paisaje invita a quedarse: la Sierra de Segura, en el nordeste de Jaén. Esta comarca, menos conocida que la costa, pero infinitamente más tranquila, es el refugio ideal para quien busca sombra, naturaleza y mucha, mucha agua.
En el corazón de este paraíso está Segura de la Sierra, uno de los pueblos más bonitos de España, que parece detenido en el tiempo. Calles empinadas y silenciosas, balcones que miran al horizonte montañoso y el aroma del romero te acompañan en cada paseo. El castillo mudéjar que corona la localidad, a más de 1.200 metros sobre el mar, ofrece vistas de vértigo y frescor garantizado incluso en julio.
A solo unos kilómetros, Orcera presume con orgullo de la piscina más larga de Europa, Amurjo, una enorme lámina de agua de 86 metros de largo capaz de acoger hasta 1.200 bañistas. Rodeada de pinos y de aire puro, esta piscina no es solo una rareza arquitectónica: es el epicentro del verano para locales y visitantes. Con actividades culturales, campus deportivos y hasta cine al aire libre dentro del agua, se ha convertido en un atractivo turístico imprescindible en la zona.
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El agua es la gran protagonista de esta comarca jiennense. Desde las cascadas de la Hueta —con sus alfombras de musgo y pozas de cuento— hasta el embalse del Tranco, donde practicar kayak o vela, todo invita al baño, al juego y al relax. Y si lo tuyo es el senderismo, las rutas al Yelmo, al Peñalta o a la Cueva del Águila combinan frescor, sombra y aventura.
Pero no solo de agua vive el viajero. La gastronomía segureña también refresca y reconforta. El cordero con IGP, los quesos artesanos, el vino de autor y, cómo no, el aceite de oliva virgen extra son algunos de los sabores que hacen del verano en esta zona una experiencia completa. Y es que en La Puerta de Segura o en Puente de Génave se pueden disfrutar catas, visitas a almazaras o incluso probar vinos únicos cultivados en la sierra.
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Si buscas desconexión y autenticidad, Hornos, con su castillo convertido en observatorio astronómico, y Cazorla, reconocida como uno de los pueblos más acogedores del mundo, completan esta escapada perfecta. En Cazorla, las rutas junto al río Cerezuelo y los atardeceres desde la Peña de los Halcones son imprescindibles, mientras que en Hornos, el pantano del Tranco se convierte en una playa interior de aguas turquesas.
La Sierra de Segura es más que un destino: es un descubrimiento. Un lugar donde el calor se combate con naturaleza, historia, cultura y agua en estado puro. Aquí, el verano se vive con otra calma. Y con menos grados.
Refrescarse en verano no es tarea fácil cuando el calor aprieta en el sur peninsular, pero hay un rincón de Andalucía donde el mercurio se relaja y el paisaje invita a quedarse: la Sierra de Segura, en el nordeste de Jaén. Esta comarca, menos conocida que la costa, pero infinitamente más tranquila, es el refugio ideal para quien busca sombra, naturaleza y mucha, mucha agua.