Los pisos turísticos en Sevilla conquistan las oficinas y comercios tras el veto a la vivienda
Las últimas licencias en el centro de la capital andaluza se conceden en edificios que alojan tiendas como Scalpers o Guess a pesar del intento del Ayuntamiento por evitar la conversión de vivienda habitual en alojamientos
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En la milla de oro de Sevilla, en la esquina de la calle Velázquez con Rioja, la marca de ropa Scalpers logró el permiso de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento para convertir las dos plantas vacías sobre su tienda insignia en siete apartamentos turísticos. Apenas a unos cientos de metros de allí, en la calle Sierpes, la propiedad de un edificio esquina con la calle Jovellanos ha logrado también el permiso para convertir dos plantas de oficinas en otros seis apartamentos turísticos. Desde que el Gobierno local de José Luis Sanz vetó las licencias para la conversión de viviendas habituales en viviendas de uso turístico, el goteo de conversiones es una constante dado el interés de los promotores por un sector que va al alza, a pesar de que la sensación de saturación es creciente.
Los dos casos citados se suman a una ristra de cambios de uso, como el aprobado en la antigua sede de la antigua Sociedad Económica de Amigos del País, en el barrio de San Vicente, que coincide con la aprobación de la normativa municipal que impide el registro de nuevas viviendas de uso turístico en el casco histórico de la capital andaluza y el barrio de Triana. Son las dos zonas donde, según los datos del Consistorio hispalense, más del 10% del parque de viviendas han salido de la oferta residencial para pasar a formar parte de los alojamientos para los más de 3,5 millones de visitantes que cada año pasan por Sevilla, según el dato del pasado año.
A pesar de que hay decenas de edificios en obras, muchos de ellos antiguas sedes de bancos e incluso inmuebles públicos como la antigua comisaría de la Gavidia, el interés por los promotores inmobiliarios se mantiene en las zonas más concurridas por los turistas. "Si ves que estamos de obras aquí es porque creemos que es uno de los sitios más rentables de Sevilla", rezaba un cartel, según recoge El Correo de Andalucía en la citada obra del barrio de San Vicente. Este fenómeno es una muestra de una actividad frenética en el sector turístico, que aporta casi un cuarto de PIB de la ciudad, pero que ha encendido las alarmas en parte de la población civil.
"Con esta práctica no se sacan viviendas del mercado, pero sí está relacionada con otras patologías asociadas a usos turísticos muy intensos", admite el antropólogo Iban Díaz Parra, profesor de Geografía de la Universidad de Sevilla. Este experto en gentrificación alude la saturación y masificación de las calles donde es mayor la presencia de alojamientos para visitantes, a un mayor ruido y a la "incompatibilidad de formas de vida entre el residente y el visitante". "Tienen otros ritmos", admite Díaz Parra, que también alude a la "transformación inducida del tejido comercial", es decir, a la desaparición de comercios tradicionales y la proliferación de franquicias.
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Para este investigador, lo que se está dando ahora mismo en el centro de Sevilla es una "competencia entre los usos del suelo" que tiene que ver precisamente con esa rentabilidad a la que aludían los promotores de los apartamentos turísticos del barrio de San Vicente. Se puede dar el caso de que un alojamiento para visitantes sea más rentable que una oficina en la milla de oro de la capital andaluza, sobre todo cuando el éxodo del centro a otros barrios como Nervión o la isla de la Cartuja ya lleva tiempo produciéndose. Antes que los apartamentos turísticos, como los citados o los que se están construyendo en la antigua sede de los modistos Vittorio y Lucchino, comenzó con la reconversión de oficinas, sedes bancarias y grandes comercios en hoteles de 4 y 5 estrellas.
Tras la limitación de la conversión de viviendas residenciales en viviendas de uso turístico, el foco está puesto ahora en este tipo de inmuebles. La reforma del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) impulsada por el PSOE en su último mandato limitó la instalación de alojamientos para visitantes a plantas bajas, primera o edificios enteros y es por ahí por donde se están colando estos promotores. "Esto perjudica al pequeño emprendedor y favorece a grandes inversores, capital hotelero y fondos de inversión", expresa Iban Díaz Parra, que se pregunta hasta dónde permitirá el Ayuntamiento este fenómeno.
En el Ayuntamiento de Sevilla explican que las competencias para otorgar usos hoteleros o de apartamentos turísticos no son del consistorio, sino que corresponde a la Administración autonómica. El equipo que dirige José Luis Sanz recuerda que Sevilla fue la primera ciudad de Andalucía que aprovechó la normativa autonómica para limitar las viviendas de uso turístico en relación con el peso que tienen en cada barrio. Fue el 29 de octubre de 2024 y desde entonces han remitido a la Consejería de Turismo en torno a un millar de pisos que no cumplen con la normativa o pretenden instalarse en los barrios ya saturados. Además, entre enero y mayo de 2025 la Gerencia de Urbanismo ha rechazado 66 solicitudes para dar de alta nuevos pisos para visitantes.
En virtud al acuerdo de presupuestos firmado entre el PP y Vox, el Ayuntamiento hispalense ha puesto en marcha una revisión para dilucidar si el 10% fijado como cota para vetar la instalación de nuevos pisos turísticos es una cantidad demasiado generosa. El propio Sanz admitió este lunes en un acto de la Cadena Ser que será necesario "endurecer" la cota del 10% porque ya se ha registrado un aumento del registro de nuevas viviendas de uso turístico en los barrios donde todavía no llegaban al 10%. Para ello han contratado un análisis externo para comprobar si la limitación aprobada en octubre está teniendo los efectos deseados.
En el acto, organizado para conmemorar sus dos años al frente de la ciudad, Sanz se mostró convencido de que la proliferación de pisos turísticos no está detrás del aumento del precio de la vivienda y el alquiler en la capital andaluza. Para el regidor, el principal dolor de cabeza son los "problemas de convivencia con los vecinos" que genera esta expansión del modelo de viviendas de uso turístico y defendió la apertura de hoteles de 4 y 5 estrellas como la vía para conseguir un turismo de calidad. La preocupación por los efectos negativos del turismo, no obstante, ha llevado a la Junta de Andalucía a poner en marcha una campaña para evitar las reacciones negativas de la población a los visitantes.
En la milla de oro de Sevilla, en la esquina de la calle Velázquez con Rioja, la marca de ropa Scalpers logró el permiso de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento para convertir las dos plantas vacías sobre su tienda insignia en siete apartamentos turísticos. Apenas a unos cientos de metros de allí, en la calle Sierpes, la propiedad de un edificio esquina con la calle Jovellanos ha logrado también el permiso para convertir dos plantas de oficinas en otros seis apartamentos turísticos. Desde que el Gobierno local de José Luis Sanz vetó las licencias para la conversión de viviendas habituales en viviendas de uso turístico, el goteo de conversiones es una constante dado el interés de los promotores por un sector que va al alza, a pesar de que la sensación de saturación es creciente.