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La misión imposible de Montero: dar batalla a Moreno tras quemarse la mano con Cerdán
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Elecciones en un año

La misión imposible de Montero: dar batalla a Moreno tras quemarse la mano con Cerdán

El PSOE iba a celebrar el Comité Federal del 5 de julio en Sevilla para lanzar a la vicepresidenta, colaboradora estrecha del navarro hasta hace unos días. La federación se centra en paliar el desánimo para evitar un naufragio

Foto: María Jesús Montero y Santos Cerdán, en el Congreso de los Diputados el pasado abril. (EFE / Javier Lizón)
María Jesús Montero y Santos Cerdán, en el Congreso de los Diputados el pasado abril. (EFE / Javier Lizón)
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Horas antes de conocerse el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, María Jesús Montero reiteró su confianza en Santos Cerdán, como hizo toda la cúpula del PSOE y el propio Pedro Sánchez. Después, la vicepresidenta primera y vicesecretaria general participó de las conversaciones que derivaron en la destitución del político navarro y en el estallido de un caso que ha dejado a los socialistas en estado de shock y ha cambiado los planes inminentes del partido. Uno de esos planes pasa por la larga precampaña andaluza que comenzó cuando la también ministra de Hacienda se convirtió en líder del PSOE de Andalucía y que durará hasta las elecciones autonómicas previstas para dentro de un año.

El reto de Montero ya era complicado per se cuando se hizo con las riendas de la mayor federación del partido. La dirigente sevillana asumió la responsabilidad de devolver la autoestima y el músculo electoral a una organización que ya lleva más de seis años de travesía por el desierto. La crisis abierta en el corazón de la formación y su cercanía con Cerdán añaden peso en las alas de quien estaba llamada devolver al PSOE andaluz la capacidad de competir en unas elecciones contra un líder tan consolidado como Juanma Moreno. "Qué papelón", expresó el presidente de la Junta justo poco después de que se filtrase el informe del instituto armado que ha puesto contra las cuerdas al PSOE, en pleno debate general en el Parlamento de Andalucía.

En los últimos años, desde que Montero entró a formar parte del núcleo duro del presidente del Gobierno, ha trabajado codo con codo con el ex secretario de Organización. Ambos son claves en las negociaciones que el PSOE ha mantenido en los últimos años con los socios de investidura de Sánchez y ambos tenían responsabilidades en Ferraz.

El informe de la UCO, en sus 490 páginas, alude a Andalucía en varias obras públicas a partir de las cuales la trama logró mordidas, como la ampliación del puente del Centenario de Sevilla, pero no afecta a cargos del PSOE andaluz ni en esta etapa ni en las anteriores. Sí hay una alusión a un conflicto que Koldo García Izaguirre tuvo con Cristian Corvillo, un militante socialista de Córdoba al que Santos Cerdán y el exchófer de Ábalos culpan de "hacer daño" el exministro. "Se le parte la cara y ya", dice el exasesor en esa conversación, en la que el ya ex secretario de Organización recuerda que en ese momento, la primavera de 2021, se jugaban mucho en Andalucía. La charla captada por la Guardia Civil coincide con el proceso de primarias en el que Juan Espadas se convirtió en líder del PSOE-A en unas primarias contra Susana Díaz en las que Ferraz se volcó a favor del exalcalde de Sevilla.

Foto: Juanma Moreno y María Jesús Montero, en un acto en Málaga. (EP / Álex Zea)

Fuentes socialistas expresaron en la misma tarde del miércoles el sentimiento de "decepción" de la jefa del PSOE andaluz, que puso la mano "en el fuego" por el navarro hace apenas unos días. En la nueva sala de máquinas de la formación han puesto el freno de mano a una parte de la estrategia que tenían pensado desplegar. Incluso cambiaron el paso en el citado debate y optaron por entrar al choque con Moreno, conscientes de que en el viejo Hospital de las Cinco Llagas no se iba a hablar de sanidad ni del Gobierno del PP, sino del estallido de un nuevo caso de corrupción en el PSOE.

La apuesta de María Márquez, portavoz parlamentaria y vicesecretaria general del PSOE-A, fue recordarle a Juanma Moreno el rosario de casos de corrupción relacionados con el PP antes de acabar con un alegato en defensa de su partido. "La corrupción me da asco y si se produce en nuestras filas, más todavía. Y la cortamos de raíz", espetó la dirigente andaluza en un tono muy mitinero. Era un mensaje interno para animar a los suyos y levantar la moral de una tropa que lleva años deprimida y que sólo se ha ilusionado con la vuelta de Montero como secretaria general. Quien conoce al PSOE sabe que el estado de ánimo es clave en las filas socialistas. Cuando la organización se activa no garantiza un buen resultado electoral, pero sin ánimo el batacazo está asegurado.

Foto: El exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán (Jesús Hellín / Europa Press)

El cambio de planes provocado por el estallido del caso Cerdán puede afectar incluso al Comité Federal que el PSOE debe celebrar el 5 de julio y que, según desveló Sánchez en su comparecencia en Ferraz, supondrá un cambio sustancial en la Ejecutiva socialista. La idea inicial era llevar a Sevilla el máximo órgano entre congresos para dar lustre a Montero en su carrera hacia las elecciones andaluzas, pero su protagonismo ahora quedará opacado por la remodelación de la cúpula. Por eso hay quien sugiere ya que el acto no debería ser en la capital andaluza y volver a Ferraz, dado el calado que ha tomado.

"Podíamos haber salido del debate mucho peor de lo que salimos", expresa un miembro de la Ejecutiva andaluza, que admite que el caso Cerdán es un golpe en la línea de flotación de la imagen de Montero. La apuesta del PSOE andaluz (y también de Moncloa) enviando a la vicepresidenta primera a Andalucía pasaba por contar con una candidata que ya era conocida, que no tiene que recorrer el camino que tuvo que andar Juan Espadas. Y también que cuenta con munición desde el Gobierno y sus logros en materia económica y en políticas sociales. Ahora todo queda en stand by, igual que el propio PSOE, a la espera de saber por dónde irá la estrategia de Moncloa y cómo será el nuevo equipo que se encargue de la maquinaria de Ferraz.

Foto: Santos Cerdán y Pedro Sánchez, durante un mitin del PSOE.

Los dirigentes consultados por este medio no plantean ninguna posibilidad que no sea mantener la hoja de ruta una vez que pase el mal trago. "Llegará un momento que la gente hable de otra cosa", confía una fuente socialista, que también cree que la contundencia con la que actuó Pedro Sánchez al cesar a Cerdán sea suficiente. Es ahí donde el PSOE andaluz quiere poner el foco, como hizo el viernes Mario Jiménez en una entrevista en Canal Sur en la cual alabó la respuesta "inmediata y fulminante".

Jiménez es uno de los arietes a los que el PSOE andaluz de Montero ha sacado punta para confrontar con el Gobierno andaluz, una estrategia en la que también se enmarca la dureza que empleó María Márquez en el debate. La tesis que manejan los socialistas es que el choque con Moreno les beneficia porque sirve para activar a los suyos y porque el barón popular se siente más cómodo cuando los decibelios están más bajos. El golpe de Cerdán no ha sido un obstáculo para seguir este camino, en el que también se implica la vicepresidenta a pesar de que en los últimos días ha tenido escasa presencia en la agenda andaluza.

Falta un año para las elecciones andaluzas si Moreno no cambia de planes y agota la legislatura, pero en el PSOE trabajan con la idea de un posible adelanto técnico a marzo, justo después de la aprobación de los Presupuestos autonómicos. La otra incógnita es si Pedro Sánchez optará por hacer coincidir las generales con las andaluzas para darle brío a la participación y movilizar al electorado de izquierdas. Ese es el deseo que muchos socialistas andaluces admiten en privado, aunque puede que cambien de idea por la crisis generada por el caso Cerdán.

En privado hay quien, como hacen Emiliano García-Page o Susana Díaz, abogan por que Sánchez convoque elecciones cuanto antes para separar la política nacional de los comicios locales y que el efecto de la política nacional no arrastre a los candidatos socialistas en los ayuntamientos. Y también hay quien empieza a sacar a relucir un cierto pedigrí antisanchista, personas que estuvieron en el bando contrario al clan del Peugeot que ahora empieza a desmoronarse y que podría tener un papel en un partido que atisba una revolución a partir del 5 de junio.

Horas antes de conocerse el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, María Jesús Montero reiteró su confianza en Santos Cerdán, como hizo toda la cúpula del PSOE y el propio Pedro Sánchez. Después, la vicepresidenta primera y vicesecretaria general participó de las conversaciones que derivaron en la destitución del político navarro y en el estallido de un caso que ha dejado a los socialistas en estado de shock y ha cambiado los planes inminentes del partido. Uno de esos planes pasa por la larga precampaña andaluza que comenzó cuando la también ministra de Hacienda se convirtió en líder del PSOE de Andalucía y que durará hasta las elecciones autonómicas previstas para dentro de un año.

María Jesús Montero Santos Cerdán
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