El plantón de Montero, el gesto de Belarra y los riesgos para la unidad de la izquierda andaluza
Las declaraciones de la líder del partido sugieren a IU y Sumar que deben dejar el Gobierno central para mantener la coalición Por Andalucía, pero no parecen afectar sobre el terreno. "Un día más en la oficina", bromean en la alianza
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Mientras en España la izquierda debate sobre la posibilidad de una reunificación, en Andalucía se supone que el trabajo ya está hecho. Pero eso no es así del todo, como ha quedado demostrado en las últimas 72 horas. Con la excepción de Adelante Andalucía, la formación andalucista y anticapitalista que creó Teresa Rodríguez hace ya un lustro, todas las fuerzas de izquierdas relevantes del país trabajan juntas en el Parlamento autonómico y se presentaron en la misma papeleta en las autonómicas de junio de 2022. Es cierto que la alianza estuvo a punto de naufragar incluso antes de nacer y también al poco de echar a andar por los pobres resultados logrados, pero salvaron aquella pelota de partido y el funcionamiento, según todas las partes, es óptimo.
Después del amago de divorcio, los cinco diputados de Por Andalucía —tres de Podemos, una de IU y una de Sumar— han trabajado sin demasiados problemas y han capeado con cierto éxito la ruptura nacional de los morados con la coalición que armó Yolanda Díaz para las generales de 2023 y las distancias de la federación de izquierdas con el partido de la ministra de Trabajo. A pesar de ese encapsulamiento, la cercanía de las elecciones ha vuelto a encender el debate sobre la fórmula para reeditar la alianza, aunque los partidos ya llevan tiempo dándole vueltas al asunto. Y también las tensiones, que como suele ser habitual en este espacio político, llegan desde dentro de la M-30.
El Partido Comunista de Andalucía, matriz de IU, lanzó hace ya varios meses un plan para reeditar la coalición Por Andalucía que, por el momento, sólo ha aceptado la federación de izquierdas. Este miércoles, en el Parlamento de Andalucía, la responsable de Sumar en la comunidad, Esperanza Gómez, ha asumido también que la alianza seguirá adelante e incluso ha confiado en que no haya necesidad de que haya primarias para elegir a los candidatos. "Trabajamos con normalidad desde el inicio y no vemos motivos para que eso no cristalice en un nuevo acuerdo", expresó la ahora dirigente morada, que estuvo en Podemos hasta 2019, cuando se integró en Más País.
Pero hay quien sí ve motivos para que el acuerdo no cristalice, como han dejado ver varios dirigentes estatales de Podemos en las últimas 72 horas. "Nosotros estamos inmersos en la tarea política de organizar a las fuerzas de la paz, a las que se oponen a este Gobierno de la guerra", expresó Pablo Fernández, uno de los portavoces estatales de los morados, que echó un jarro de agua fría a las negociaciones que se cuecen en Andalucía a fuego lento. Apenas 24 horas después, Ione Belarra, secretaria general del Podemos fue por el mismo camino, aunque un poco más allá. La exministra deslizó que para que haya una alianza electoral en Andalucía (y otros lugares) IU y Sumar deben elegir entre los morados y seguir formando parte del Ejecutivo central.
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"Quien tiene que tomar una decisión no es Podemos, son las fuerzas que forman parte del Gobierno de la guerra", espetó Belarra en el Congreso de los Diputados en un segundo frenazo a las conversaciones sobre la continuidad de Por Andalucía. El tercer estocazo no han sido unas declaraciones, sino un gesto de Irene Montero, que debía compartir un acto en Córdoba con Antonio Maíllo en recuerdo a Julio Anguita y ha anunciado su ausencia con menos de cuatro horas de antelación.
Fuentes del entorno de Montero aluden a un "imprevisto" para explicar su ausencia, pero la exministra de Igualdad ha compartido en sus redes una explicación más profusa en la que no hace ninguna alusión a su coincidencia con el líder federal de IU. Pero en la misiva sí alude mensajes que encajan con los lanzados por sus compañeros en los días anteriores. "La paz es la tarea política más importante ahora", reza el escrito, que también hace alusión a uno de los grandes legados de Anguita, la tesis de las dos orillas. El histórico líder comunista cordobés puso tierra de por medio con el PSOE y lo mismo hace Montero en esta referencia, que incluye una colleja a IU y Sumar: "Es en la orilla de la paz, frente al Gobierno de la guerra, donde nos vamos a encontrar".
"Es un intento por cambiar el marco", expresa una fuente de IU sobre esta estrategia lanzada por la cúpula de Podemos desde Madrid. El marco al que se refiere son los intento por cerrar la coalición para las andaluzas previstas para junio de 2026 y que llegan desde IU, Sumar y también desde los responsables morados en la comunidad. La nueva coordinadora general de Podemos Andalucía, Raquel Martínez, ganó las primarias al enfrentarse a una candidatura contraria a la confluencia.
Los mensajes públicos y privados que han lanzado las principales caras de la formación morada son a favor de reeditar la alianza, aunque con un matiz. Los morados andaluces llaman a la calma mientras que en IU y el PCA aspiran a cerrar el acuerdo en junio para evitar que las elecciones lleguen con el trabajo a medio hacer. Pero eso no es un obstáculo para que los dirigentes del partido hayan hecho gestos muy elocuente y que contrasta con la ausencia de Montero en Córdoba este miércoles. La propia Martínez acudió hace unos meses a un acto de IU sobre el mundo rural y su número dos, José Manuel Gómez Jurado, participó en el acto central de la fiesta del Partido Comunista de Andalucía.
"Existe presión interna desde Andalucía", abunda la fuente de IU, aunque en los últimos tres días no ha mantenido contactos con los dirigente regionales de Podemos. Y sobre la sugerencia de Belarra de elegir entre el Gobierno o la alianza de izquierdas, arroja un dato llamativo: "Podemos ya está con IU y Sumar en Con Andalucía, ¿tiene también que irse?". Esta fuente de la federación de izquierdas admite que las negociaciones en la comunidad van "con pies de plomo" para evitar que la cúpula de Podemos en Madrid rompa la baraja. Pero afirma que en esta ocasión no habrá una negociación in extremis, como en 2022, porque el resto de fuerzas no están dispuestas a llevar el debate hasta la proximidad de las elecciones.
Mientras en España la izquierda debate sobre la posibilidad de una reunificación, en Andalucía se supone que el trabajo ya está hecho. Pero eso no es así del todo, como ha quedado demostrado en las últimas 72 horas. Con la excepción de Adelante Andalucía, la formación andalucista y anticapitalista que creó Teresa Rodríguez hace ya un lustro, todas las fuerzas de izquierdas relevantes del país trabajan juntas en el Parlamento autonómico y se presentaron en la misma papeleta en las autonómicas de junio de 2022. Es cierto que la alianza estuvo a punto de naufragar incluso antes de nacer y también al poco de echar a andar por los pobres resultados logrados, pero salvaron aquella pelota de partido y el funcionamiento, según todas las partes, es óptimo.