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El oasis de la Feria de abril, una ciudad efímera con 250.000 bombillas 'inmune' al apagón
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Empieza el lunes 5 de mayo

El oasis de la Feria de abril, una ciudad efímera con 250.000 bombillas 'inmune' al apagón

Los preparativos en el Real de Los Remedios no se vieron apenas afectados por la caída del sistema. Los trabajadores usan baterías o generadores y existe un grupo electrógeno que daría luz al recinto en caso de fallo durante 24 horas

Foto: Un operario trabaja en en una caseta de la Feria de Sevilla con un generador. (C. R.)
Un operario trabaja en en una caseta de la Feria de Sevilla con un generador. (C. R.)

En el bar Entreamigos, en la calle Virgen de la Cinta, amanecieron el 29 de abril con dos congeladores fundidos a causa del apagón. Una trabajadora hablaba por teléfono para solucionarlo mientras el local, casi vacío, estaba ya adornado con farolillos y guirnaldas de Mil Pesetas, una marca de manzanilla. La calle Virgen de la Cinta no está en el Real de Los Remedios, sino justo detrás, pero también se preparaba para la semana con más actividad del año cuando le sorprendió el colapso de la red. Apenas a unos pocos metros de allí los trompos siguieron funcionando, igual que las grapadoras y los camiones de reparto se afanaban en dejar barriles de cerveza, agua y más manzanilla por Curro Romero, Juan Belmonte o Joselito el Gallo. En la Feria de Sevilla no hubo apagón cuando faltaba justo una semana para su arranque. O casi.

En los 1,2 millones de metros cuadrados que mide el recinto que alberga la fiesta mayor de Sevilla —con permiso de la Semana Santa— no se notó la histórica caída del suministro eléctrico a las 12:32 del 28 de abril, sencillamente porque todavía no tiene luz. Endesa, que es la empresa suministradora en Andalucía, no conectará la luz para las 1.000 casetas y las decenas de atracciones hasta bien entrada esta semana, por lo que los trabajos de montaje y decoración en la Feria se hacen con generadores o con instrumentos alimentados por baterías.

Subido a una escalera en el 24 de la calle Juan Belmonte un trabajador se afanaba en colgar las cortinas que adornan el paso de la zona exterior de la caseta al interior, donde está habitualmente la barra y la cocina. "Aquí no lo notamos, la única que tiene luz ahora mismo es la caseta del Ayuntamiento", bromea a preguntas de esta redacción. El trajín en las vías de adoquín y albero que acogerán a cientos de miles de personas en cuestión de días era incesante en la mañana del martes. En muchas de las casetas había un generador rugiendo en la puerta para los utensilios que requieren de más potencia que la que proporciona una batería recargable.

"Nosotros repartimos casi todo lo que teníamos que repartir", explica Javi, repartidor de uno de los muchos camiones de Cruzcampo que se encargarán de que no falte la cerveza en una semana que se prevé calurosa. En el vehículo, los palets estaban llenos de botellas de agua, cajas con tercios de la cerveza nacional de Sevilla, y también botellas de la manzanilla Mil Pesetas, que junto con La Gitana o La Guita compiten por la atención de los feriantes. Los datos de otras ediciones hablan de en torno a un millón de litros de cerveza frente a 1,5 millones de botellas de manzanilla, que suelen ir en recipientes de 0,70 litros, por lo que la competición está reñida.

Foto: Miguel Rosal y Juan Valero, con su nieto, delante de la caseta Supercinco, en la calle Antonio Bienvenida de la Feria de Sevilla. (C. R.)

El repartidor admite que el principal problema provocado por el apagón del lunes tuvo más que ver con las comunicaciones que con el suministro eléctrico. "Por momentos fue casi imposible llamar por teléfono a los caseteros", cuenta. Esto es así porque muchas de las casetas están cerradas con chapas para evitar posibles robos de la decoración o de los suministros que ya tienen almacenados en el Real. El recinto del barrio de Los Remedios está casi listo, a falta de colocar los farolillos que adornan las calles. Y no se pondrán hasta el domingo o el mismo lunes para evitar que las lluvias previstas para estos días chafen, como suele ocurrir, las miles de linternas de papel que dan color al cielo de la Feria día y noche.

Entre las 25 manzanas de casetas y la portada situada entre las calles Asunción y Antonio Bienvenida, la Feria de Sevilla cuenta con unas 250.000 bombillas tipo led. Las lluvias del mes de marzo hicieron temer por momentos por la culminación del enorme pórtico, inspirado este año en el Pabellón de Chile de la Exposición Iberoamericana que la capital andaluza celebró en 1929. Para llegar a tiempo, a mediodía de este martes todavía había operarios subidos en enormes grúas, ultimando la decoración de las partes más altas de la portada, mientras que comenzaban las pruebas de iluminación para las bombillas del Real.

La Feria de Sevilla tiene la misma demanda eléctrica de una ciudad de 50.000 habitantes y el año pasado estrenó una nueva red eléctrica para hacer al recinto independiente del barrio de Los Remedios y evitar apagones. El Ayuntamiento de Sevilla y Endesa invirtieron 3,2 millones de euros en 2024 para reforzar el sistema de alimentación del Real y este año las mejoras se han centrado en la Calle del Infierno, que es como se denomina a la zona de atracciones por el ruido que impera entre los cacharritos, que es como los sevillanos se refieren a ellas.

placeholder Un operario ultima los trabajos en la portada de la Feria de abril de Sevilla. (C. R.)
Un operario ultima los trabajos en la portada de la Feria de abril de Sevilla. (C. R.)

"El apagón no afectó en absoluto al montaje de la portada ni de las casetas", cuenta el delegado de Fiestas Mayores del consistorio hispalense, Manuel Alés, que alude también al problema de las comunicaciones y las posibles "dilaciones" que se registraron el lunes. "Todo estará a punto", zanja el responsable del equipo municipal que encabeza el popular José Luis Sanz. Además, en el Ayuntamiento recuerdan que si se hubiera producido el apagón una semana después, en el Lunes del alumbrao, el encendido de las luces se habría seguido produciendo.

Según detalla Alés, Elecnor, la empresa que se encarga del suministro eléctrico de la Feria tiene un grupo electrógeno que habría permitido al menos durante 24 horas el funcionamiento de la fiesta. "Es lo suficientemente potente para que en situaciones así se pueda suplir la ausencia de suministro", apunta el responsable municipal, que defiende que "la ciudad puede estar tranquila". Los trompos seguían sonando, igual que alguna que otra radio con una emisora en la que los tertulianos discutían sobre el apagón, pero el hilo musical en Sevilla está a punto de cambiar a Carlos Herrera y Angels Barceló —dos asiduos al Real— por Salmarina o Los Cantores de Híspalis.

En el bar Entreamigos, en la calle Virgen de la Cinta, amanecieron el 29 de abril con dos congeladores fundidos a causa del apagón. Una trabajadora hablaba por teléfono para solucionarlo mientras el local, casi vacío, estaba ya adornado con farolillos y guirnaldas de Mil Pesetas, una marca de manzanilla. La calle Virgen de la Cinta no está en el Real de Los Remedios, sino justo detrás, pero también se preparaba para la semana con más actividad del año cuando le sorprendió el colapso de la red. Apenas a unos pocos metros de allí los trompos siguieron funcionando, igual que las grapadoras y los camiones de reparto se afanaban en dejar barriles de cerveza, agua y más manzanilla por Curro Romero, Juan Belmonte o Joselito el Gallo. En la Feria de Sevilla no hubo apagón cuando faltaba justo una semana para su arranque. O casi.

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