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'El Chiringuito' de los 'capillitas': TikTok y tertulias de alta tensión para enganchar a 100.000 espectadores
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Se emiten en televisión local y YouTube

'El Chiringuito' de los 'capillitas': TikTok y tertulias de alta tensión para enganchar a 100.000 espectadores

Los programas de Semana Santa viven un auge en Sevilla con 'Al Cielo', dirigido por el joven periodista Curro Bono, que se inspira en los debates políticos o de sociedad que lideran las audiencias a nivel nacional

Foto: Curro Bono, presentador de 'Al Cielo', con alguno de los colaboradores del programa cofrade. (Cedida)
Curro Bono, presentador de 'Al Cielo', con alguno de los colaboradores del programa cofrade. (Cedida)

¿Cabe en la televisión un debate sobre cómo de bien (o mal) está vestida una virgen del siglo XVI? ¿O sobre las elecciones de una hermandad en la que la autoridad eclesiástica ha tenido que imponer una gestora? En Sevilla, sí. Y con un éxito llamativo que congrega, de media, a 80.000 personas cada miércoles en la TDT y otras 25.000 en la retransmisión en YouTube. En la misma ciudad donde la discusión pública gira sobre la idoneidad de un cartel anunciador sobre la Semana Santa, los programas cofrades viven un momento de auge sin precedentes y Al cielo es uno de sus principales exponentes desde que se estrenó en el otoño de 2022, la primera que se pudo celebrar en la calle tras dos años de parón por la pandemia del covid.

El éxito de este programa, que se emite en la local 101TV, bebe de las fuentes de la crónica sobre cofradías en la ciudad que inauguró El Llamador de Canal Sur Radio, que sentó las bases del periodismo cofrade, una modalidad tan implantada en la capital andaluza como la crónica política, el periodismo de tribunales o el deportivo. Pero el ingrediente que diferencia esta apuesta dirigida por un periodista de 23 años hay que buscarla en las animadas tertulias de El Chiringuito, el programa de Josep Pedrerol, o los debates de La Sexta Noche. "Es un magacín, yo veo En boca de todos, veo a Ana Rosa Quintana y a Sonsoles Ónega", explica Bono en conversación con esta redacción.

Está a punto de grabar el penúltimo programa de la Cuaresma y empezar así un maratón de 12 días seguidos, entre ediciones de Al cielo y las retransmisiones de Semana Santa, que comenzaron el Viernes de Dolores y acabarán el Domingo de Resurrección. Esos días están en el aire durante 15 horas de media, desde la primera salida de cada jornada hasta la última recogida, aunque el Jueves Santo comenzarán poco después de la sobremesa y finalizarán a mediodía del Viernes Santo, cuando entren en sus templos la Virgen de la Macarena y la Esperanza de Triana. Serán casi 24 horas en las que participarán los 15 colaboradores habituales y los invitados que se unirán a los 20 profesionales que trabajan de forma habitual en el programa, entre productores, cámaras y técnicos.

"La exigencia es muy alta, pero nace de nosotros mismos", expresa Bono, que asegura que Al Cielo ha evolucionado desde que se estrenó hace dos años y medio. Más allá del mayor presupuesto y la mayor disponibilidad de medios, ha habido un cambio en el estilo para buscar "más naturalidad". "Somos como una familia, como un grupo de amigos", explica el joven periodista, que recuerda que, en los inicios, los participantes en el programa eran "muy serios, muy rectos, con un lenguaje muy correcto, como si estuviéramos constantemente en tensión". Ahora han suprimido las corbatas, hay quien cita canciones de Merche para defender sus argumentos o quien bromea con referencias a La isla de las tentaciones.

Foto: Turistas observan los palcos del recorrido oficial de la Semana Santa de Sevilla. (EFE / Julio Muñoz)

El objetivo, y aseguran que lo han conseguido, es atraer a personas ajenas a la Semana Santa, pero sobre todo hacer un programa pegado la audiencia, "plural" y en el que estén representados "todos los segmentos de la sociedad cofrade". "Queremos que cada persona se vea representada por alguien al que ve", añade Bono. Y por eso hay un "poli malo" que suele buscar el conflicto, pero también la reconciliación o hay un representante de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes para conectar con los "amantes de las bandas y los grandes misterios".

También hay expertos en historia del arte, como Andrés Luque Teruel, que conecta con los que se acercan a la Semana Santa desde el enfoque más cultural, o Jesús Romanov, profesor de Historia que controla el arte del vestir a las imágenes. El punto negro, por el momento, es la escasez de mujeres en la pléyade de colaboradores que pasan por Al Cielo, un fenómeno que Bono achaca a la menor presencia que tienen las mujeres, todavía, en la Semana Santa y el mundo de alrededor. "Yo quiero lo mejor, sea hombre o mujer", zanja.

Pero lo más llamativo de Al Cielo es, quizás, la forma de llegar al público a través de las redes sociales. Y ahí el propio Bono admite que han imitado a programas como El Chiringuito para conseguir que los tuits, acompañados de fragmentos de la emisión, "le entren por los ojos a la gente". Hacen un "minuto a minuto" del programa, con palabras resaltadas en mayúsculas que hacen de gancho de las polémicas que abordan. Hace ya tiempo que el enfoque ha cambiado a redes como Instagram y TikTok, que ya pueblan con vídeos verticales y el uso de los subtítulos. "No podemos esperar a que nos vean", reconoce el presentador.

La lluvia ha vuelto a dejarse notar en las procesiones en Sevilla y Bono temía no poder mostrar el despliegue preparado para este 2025, pero la situación está siendo mejor en la aciaga Semana Santa de 2024. "Cuando entré, con 20 años, mi jefe me dijo una frase que se me quedó grabada a fuego: la diferencia con las retransmisiones hace 20 años es que ahora sabemos quién nos ve y desde donde, cuántos años tienen y si son mujeres u hombres", rememora el joven periodista, que asegura que la mayoría de decisiones están tomadas para llegar a más audiencia.

"Me encantaría dar las mismas veces San Gonzalo que la Vera Cruz, pero el saludo de San Gonzalo en el Baratillo nos da 20 minutos y la Vera Cruz pasa en 3", abunda Bono para justificar que se preste más atención a unas hermandades que a otra. Sobre todo cuando han constatado, afirma, que la audiencia cambia de canal cuando la cámara se dedica a enfocar largas filas de nazarenos. Por el momento han dado en el clavo, porque según afirma el presentador de Al Cielo, son el programa más visto en YouTube, TikTok, Instagram y también en la retransmisión en directo.

¿Cabe en la televisión un debate sobre cómo de bien (o mal) está vestida una virgen del siglo XVI? ¿O sobre las elecciones de una hermandad en la que la autoridad eclesiástica ha tenido que imponer una gestora? En Sevilla, sí. Y con un éxito llamativo que congrega, de media, a 80.000 personas cada miércoles en la TDT y otras 25.000 en la retransmisión en YouTube. En la misma ciudad donde la discusión pública gira sobre la idoneidad de un cartel anunciador sobre la Semana Santa, los programas cofrades viven un momento de auge sin precedentes y Al cielo es uno de sus principales exponentes desde que se estrenó en el otoño de 2022, la primera que se pudo celebrar en la calle tras dos años de parón por la pandemia del covid.

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