El Rey emérito vestido de nazareno, 200 heridos y Sevilla en jaque: 25 años de la Madrugá de las avalanchas
Se cumple un cuarto de siglo de los disturbios en la noche más señera de la Semana Santa de Sevilla y el periodista Juan Miguel Vega, pregonero de 2024, reedita su novela sobre un suceso para el cual todavía no hay explicación
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En la retransmisión del programa El Llamador del pasado 29 de marzo, los profesionales que encabeza Fran López de Paz, imitaron a Orson Welles con aquella histórica versión radiofónica del cineasta sobre La Guerra de los mundos. En lugar de representar una invasión de naves marcianas, en Canal Sur Radio se escuchó cómo unos incidentes irrumpían en el traslado de un paso en pleno centro de Sevilla y provocaban el pánico. La diferencia entre lo que ocurrió en 1938 en Nueva Jersey y lo de 2025 en la capital andaluza es que los oyentes norteamericanos nunca habían experimentado la llegada de marcianos al planeta, pero los sevillanos sí saben cómo es que el miedo se apodere de la principal celebración de la ciudad con el casco histórico abarrotado de personas esperando para ver las cofradías.
El invitado de aquella noche al programa cofrade de la radio pública andaluza era Juan Miguel Vega, actual director de la cadena, aunque también pregonero de la Semana Santa de 2024. Pero sobre todo es un antiguo redactor del diario El Mundo que en la Madrugá del año 2000 vivió en la calle un suceso que no tiene, un cuarto de siglo después, una explicación oficial. 25 años después de aquellos incidentes, el periodista sevillano ha reeditado la novela que escribió y actualiza, de la mano de la editorial El Paseo, las distintas teorías que circularon aquel año sobre unos hechos que cambiaron la semana mayor de la ciudad y que la investigación oficial cerró como un episodio de histeria colectiva.
Según quedó reflejado en la investigación, en el momento culmen de la noche más larga de la capital andaluza se produjeron varias avalanchas simultáneas en distintos puntos. Esto ocurrió cuando las seis hermandades se encontraban en las zonas más próximas al recorrido que todas tienen que hacer en su camino a la Catedral, que se conoce como carrera oficial. Son las cofradías más numerosas y que suelen estar acompañadas de mayor público, como el Gran Poder o la Esperanza Macarena. El primero de los incidentes se produjo a las 5:30 en cinco puntos distintos, algunos de ellos separados entre sí por 850 metros. Un cuarto de hora después se repitió el fenómeno en otros cinco puntos con una distancia similar. Y el último fue a las 6:00 en siete puntos, con los dos extremos a un kilómetro uno del otro.
Aquellas "carreritas", que es como fueron bautizadas las avalanchas, se saldaron con 200 heridos, algunos de ellos por fracturas de huesos y ataques de ansiedad. No hubo ningún fallecido, pero el escenario fue desolador. Las sillas de tijera de la carrera oficial se cerraban provocando un ruido que generó más miedo aún, ya que se confundió con el sonido de un arma. Así quedó plasmado en una de las fotografías icónicas, en la que un nazareno desorientado de la Esperanza de Triana observa la calle Sierpes en plena desbandada. El paso de la virgen de la Concepción, de la hermandad del Silencio, fue embestido en la calle Alfonso XII por una multitud y los músicos de la banda de las Tres Caídas se saltaron las vallas de La Campana ante el desconcierto.
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Corrieron ríos de tinta, pero las teorías que circularon fueron de lo más variopintas y ninguna fue concluyente. De un lado estaba el posible origen en un grupo de jóvenes jugadores de rol que utilizaron el casco histórico de Sevilla como un enorme tablero. En esa tesis jugó un importante papel el estreno unos meses antes de la película Nadie conoce a nadie, inspirada en una novela homónima del jerezano Juan Bonilla y que tiene un argumento muy similar. En el Ayuntamiento hubo quien aludió a una especie de pánico colectivo generado por la explosión de una tubería, aunque las turbas comenzaron en zonas muy alejadas al lugar en el que se produjo. Y lo mismo ocurre con el delincuente habitual que fue detenido por deambular por una calle del centro con un cuchillo en la mano.
La novela de Vega gira en torno a una de las teorías que más peso han cobrado con el tiempo y que se barajó en los inicios de la investigación. Dando por hecho, como hace el ahora director de Canal Sur Radio, que los disturbios fueron provocados y no algo espontáneo o accidental, la tesis a la que apunta es a un acto provocado por sindicatos de la Policía Local. En uno de los artículos que el periodista publicó cinco años después del suceso y que sirven de base a la novela, Vega alude a una manifestación previa a aquella Semana Santa en la que se lanzó una consigan contra el entonces regidor sevillano, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. "Alcalde, ciego, te vas a enterar de la que te vamos a armar", cita en el reportaje del diario El Mundo publicado en 2005.
Ese es el principal argumento de la historia que ahora cuenta Juan Miguel Vega y en la que tiene un papel circunstancial el rey Juan Carlos I. "Todo cuanto se narra en esta novela tiene algún vínculo con la realidad", reza el epílogo de la reedición del texto, que incluye un episodio en el cual el emérito es visto entrando en un hotel de la capital andaluza en medio del pánico llevando la túnica de los nazarenos del Gran Poder. Según relata Vega, la dueña de un conocido bar de la noche sevillana, ya desaparecido, le contó con pelos y señales cómo vio al padre de Felipe VI con el hábito de ruán. "No me creí nada, pero entendí que ahí había una buena historia para incluir en esta narración", añade.
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Más allá de novelar parte de aquel suceso, la obra de Vega explica los cambios que ha sufrido la celebración más multitudinaria de la capital andaluza, con permiso de la Feria de Abril, desde aquel año 2000. El primer resultado fue la puesta en marcha del Cecop, el Centro de Coordinación Operativa del Ayuntamiento de Sevilla, que dirige la celebración en lo que a seguridad se refiere. La otra gran consecuencia fue la constatación de que la carrera oficial no estaba preparada para una hipotética evacuación en caso de que haya algún incidente y, aunque ha habido mejoras, el problema que supone cortar el paso en gran parte del centro de la ciudad sigue vigente.
El último año con avalanchas fue 2017, cuando hubo 8 detenidos por generar pánico. Uno de ellos, senegalés, gritó "Alá es grande" aprovechando el temor por los atentados yihadistas que se habían registrado. Los otros siete entonaron cantos en favor de la banda terrorista ETA, que se había disuelto años antes. Aquel último episodio se tradujo en nuevas medidas de seguridad impuestas por el Ayuntamiento del socialista Juan Espadas que van desde el aforamiento de calles en caso de aglomeración a la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas y el cierre de los establecimientos de hostelería en parte de la Madrugá.
En la retransmisión del programa El Llamador del pasado 29 de marzo, los profesionales que encabeza Fran López de Paz, imitaron a Orson Welles con aquella histórica versión radiofónica del cineasta sobre La Guerra de los mundos. En lugar de representar una invasión de naves marcianas, en Canal Sur Radio se escuchó cómo unos incidentes irrumpían en el traslado de un paso en pleno centro de Sevilla y provocaban el pánico. La diferencia entre lo que ocurrió en 1938 en Nueva Jersey y lo de 2025 en la capital andaluza es que los oyentes norteamericanos nunca habían experimentado la llegada de marcianos al planeta, pero los sevillanos sí saben cómo es que el miedo se apodere de la principal celebración de la ciudad con el casco histórico abarrotado de personas esperando para ver las cofradías.