Los 130 metros a pie en los que el padre Gross fue acechado por sus asesinos para robarle

Desde el mismo instante que el padre Richard Gross bajó del taxi en la calle Carretería de Málaga, se convirtió en un "objetivo vulnerable". Turista, 80 años, con la maleta en una mano y el móvil en la otra. Ajeno a lo que le acechaba mientras seguía las indicaciones de una aplicación para llegar caminando al apartamento vacacional que había alquilado. Unos 130 metros de distancia entre ese punto y el número 4 de la calle Viento. El lugar donde este religioso estadounidense fue asesinado por Sylvain J. G., un tirado de la zona que acumulaba antecedentes por delitos contra la propiedad y que usó el peso de su cuerpo para asfixiar a su víctima. Este miércoles, tras aproximadamente dos meses en búsqueda y captura, la Policía Nacional informó de su detención en Sevilla.

La captura de este sospechoso, de 40 años, de nacionalidad francesa y considerado el autor material del asesinato, es la segunda relacionada con un caso que ha tenido una importante cobertura en Estados Unidos. Gross era un cura jesuita de Boston que el pasado 20 de enero llegó a la capital malagueña con la intención —supuestamente— de embarcar en un crucero días después de que le arrebataran la vida. La noticia de su muerte violenta generó gran consternación en su comunidad religiosa, que en una publicación en Internet lo recordaba como un hombre independiente y aventurero al que le encantaba viajar.

A principios de febrero se confirmó el arresto de un primer implicado. Un joven de origen magrebí que, según ha precisado ahora la Comisaría Provincial, realizó labores de vigilancia mientras su compinche perpetraba un robo que acabó en asesinato. Los investigadores del Grupo de Homicidios se han apoyado en las grabaciones de 80 cámaras de seguridad para reconstruir el recorrido realizado por el párroco. Un trayecto a pie por el Centro de Málaga en el que se observa cómo los investigados le acechaban.

Quizás fue por su edad, puede que por el teléfono móvil que portaba o tal vez por su pinta de turista despistado, pero desde el instante en que se bajó del taxi que lo llevó hasta la calle Carretería, el religioso era un "objetivo vulnerable" para un Sylvain con experiencia en hurtos y antecedentes por otros delitos patrimoniales.

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P. D. Almoguera. Málaga

Richard Gross fue asaltado cuando "abría la puerta" del piso turístico que había alquilado en la calle Viento para pasar sus vacaciones. Algo que se sabe, no solo porque el examen médico forense fijase la data de la muerte un día antes de que el cuerpo fuese descubierto, o porque una vecina escuchó gritos sobre las 20:00 de ese 20 de enero, sino también por detalles reveladores que se apreciaron durante la inspección ocular. Por ejemplo, el hecho de que no se había retirado el precinto del baño que demuestra que no ha sido utilizado tras su limpieza. O que las toallas permanecían dobladas sobre la cama.

Mientras el compinche vigilaba el exterior, el ciudadano francés —de forma sorpresiva— abordó a su víctima cuando accedía al inmueble. Aunque no contaba con que el octogenario se resistiese y acabó reduciéndolo con una gran violencia. Fuentes cercanas al caso consultadas por El Confidencial explicaron que el cura estaba bocabajo —en posición decúbito prono— y que el presunto asesino, al ponerse encima, y con el peso de su cuerpo, le comprimió las vías respiratorias. Gross murió por "asfixia mecánica por sofocación".

Tras hacerse con la maleta del fallecido, así como otras pertenencias, huyeron del lugar. El Grupo de Homicidios se hizo cargo de una investigación que rápidamente se encarriló con la identificación de los dos presuntos implicados —conocidos de los cuerpos de seguridad— y que se ha apoyado en las "ingente cantidad de imágenes" captadas por las cámaras de establecimientos y del servicio de videovigilancia del Ayuntamiento de Málaga.

El considerado autor material del crimen ha ingresado en prisión preventiva acusado de asesinato y robo con violencia

El pasado día 31 de enero se materializó la detención del cómplice, un ciudadano magrebí de 27 años, mientras que el arresto del considerado autor material del asesinato se llevó a cabo este martes en Sevilla, donde se había refugiado tras abandonar la capital malagueña. Según explicó la Comisaría Provincial de Málaga, una patrulla lo interceptó y, al comprobar su identidad, descubrió que había una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) en su contra emitida por el juzgado de Instrucción número 2 de Málaga.

Sylvain J.G. pasó a disposición judicial la tarde de ese mismo día y ha ingresado en prisión provisional acusado de asesinato y robo con violencia. Con su captura se da por resuelto el caso.