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Los ecologistas chafan la euforia por el respaldo de la UE a las materias críticas en España
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Los ecologistas chafan la euforia por el respaldo de la UE a las materias críticas en España

Las principales asociaciones ecologistas critican que solo un proyecto esté relacionado con el reciclaje y aseguran que las minas previstas tendrán menos requisitos ambientales al ser consideradas estratégicas

Foto: La mina a cielo abierto de Cobre las Cruces en la localidad sevillana de Gerena. (EFE / José Manuel Vidal)
La mina a cielo abierto de Cobre las Cruces en la localidad sevillana de Gerena. (EFE / José Manuel Vidal)

No todo el mundo aplaude la decisión de la Comisión Europea sobre la declaración estratégica de 7 proyectos relacionados con los materiales críticos en España. Entre las celebraciones de las empresas involucradas y los cargos públicos se han colado las quejas de los ecologistas. Algunas de las iniciativas cuentan con la oposición de organizaciones sociales y medioambientales desde mucho antes del espaldarazo de Bruselas. Ecologistas en Acción, SEO/Bridlife y Amigas de la Tierra han emitido poco después de conocerse el aval de la UE un comunicado que recuerda la respuesta social de tres de las minas y las "malas prácticas ambientales" de otras tres, por lo que solo se salvaría el proyecto de reutilización impulsado por Atlantic Copper en Huelva.

"Resulta preocupante que de los siete proyectos seleccionados, solo uno sea de reciclaje de minerales y ninguno de sustitución", se quejan las tres organizaciones ecologistas sobre la extracción de litio en Doade (Galicia) y Las Navas (Extremadura); wolframio en El Moto (Castilla-La Mancha) y P6 Metals (Extremadura) y cobre en Cobre las Cruces (Andalucía) y Aguablanca (Extremadura), donde también se extraerán cobalto y níquel. Son todos minerales necesarios para que la UE deje de depender de potencias extranjeras y cuyas explotaciones irán aparejadas a la creación de empleo, pero que levantan suspicacias entre los activistas por la fórmula utilizada para conseguir estas materias primas.

La declaración como proyectos estratégicos supone, según la Comisión, el recorte de los plazos para el desarrollo de estos proyectos desde 10 o 15 años a poco más un año o dos, en casos especiales. Bruselas asegura que esta reducción de los tiempos se hará "salvaguardando las normas medioambientales, sociales y de gobernanza". Pero esto es algo que no convence a las organizaciones ecologistas, que alertan del riesgo de que este acelerón se traduzca en una mayor laxitud en la aplicación de normas ambientales como las directivas de hábitats, aguas o de aves.

Esto no es baladí si se tiene en cuenta que algunas de las iniciativas seleccionadas en España están muy cerca de zonas tan icónicas como Doñana. Es el caso de la mina de Cobre las Cruces, una explotación de la canadiense First Quantum Minerals que comenzó en 2009 con una mina a cielo abierto y que ahora tiene entre manos un proyecto de extracción subterránea vinculado a una refinería polimetálica. Durante los 15 años que la mina estuvo en activo emitió, cada año, 900.000 metros cúbicos de agua que, según un estudio de la Universidad de Sevilla, ha tenido consecuencias en el estuario del Guadalquivir y la fauna que en él habita. El nuevo proyecto prevé que el vertido anual ronde los 2 millones de metros cúbicos de agua, según Ecologistas en Acción.

Foto: Stéphane Séjourné, vicepresidente ejecutivo de Mercado Interior e Industria en la Comisión Europea. (EFE/Olivier Hoslet)

"El Guadalquivir puede quedar manchado como un río manchado por la mina", señala Jesús Castillo, catedrático de Ecología de la US y uno de los autores del citado estudio, que ha detectado la presencia de cinco metales en los albures que viven en el curso bajo del Guadalquivir. Más de un tercio de los especímenes analizados de este pez, que se consume en los pueblos de ribera, presenta concentraciones de plomo superiores a las permitidas por la UE. Esto es así, según este estudio, porque los minerales que llegan al curso desde las escombreras no se diluyen y van hacia el Atlántico, sino que se quedan en los sedimentos de la desembocadura del río, que tiene una dinámica muy específica al morir en un estuario.

Castillo explica que la concesionaria de Cobre las Cruces, tanto en la extinta mina a cielo abierto como en el nuevo proyecto, aseguraba que los materiales como el cobre, el cromo, el arsénico, el zinc o el cadmio acababan disueltas y no tenían impacto. De esta manera, las explotaciones han recibido los permisos ambientales de la Junta de Andalucía. "Las explicaciones que se han dado no se corresponden con la realidad del comportamiento de los metales y eso pone en riesgo miles de puestos de trabajo de pescadores, mariscadores y agricultores, pero también del sector turístico", abunda el investigador de la Hispalense, que insiste en el riesgo para la reputación del Guadalquivir.

Ecologistas en Acción llevó al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía los permisos ambientales de la nueva explotación de Cobre las Cruces, que están en proceso de resolución. La empresa ha celebrado este martes el aval de la Comisión Europea y lo considera "un espaldarazo" a su apuesta por una "minería de nueva generación", en palabras de Pedro Soler, director general de Cobre las Cruces, que ha destacado el "compromiso con el territorio" de esta iniciativa, que además contribuirá "de forma decisiva" a la autonomía estratégica de la UE.

Las 17 millones de toneladas de litio de Doade

En Doade hay 78 vecinos -INE 2023- y una mina de litio con reservas probadas de 17 millones de toneladas que está en el eje de prioridades de la Unión Europea. La riqueza del subsuelo de esta pequeñísima parroquia en el municipio de Beariz (Ourense) ha hecho de este lugar un objetivo estratégico para la Comisión contra la resistencia de vecinos y ecologistas.

La mina subterránea que impulsa Recursos Minerales de Galicia SA, del grupo aragonés Samca, lleva aparejada una planta de tratamiento para tratar la pegmatita. De esta roca se extraen minerales de litio, moscovita y feldespato. El litio es un ingrediente nuclear para fabricar, por ejemplo, baterías recargables, vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos portátiles. Obtenerlo de forma autónoma le supondrá a la UE reducir su dependencia de terceros, como China.

placeholder Dos operarios en la zona donde se prevé instalar la mina de litio de Doade (Ourense). (Efe)
Dos operarios en la zona donde se prevé instalar la mina de litio de Doade (Ourense). (Efe)

Los datos. El yacimiento de litio de Doade ocuparía unas 13,62 hectáreas. El mineral se arrancaría de la tierra —de 50 a 300 metros de profundidad— con la intención de procesar medio millón de toneladas anuales hasta 2068. La inversión realizada asciende a 10 millones con 320 empleos directos asociados y otros 120 millones comprometidos. Los planes de la empresa pasan por iniciar los trabajos en 2026 para empezar a comercializar 500.000 toneladas de litio en 2028 a través de los puertos cercanos de Vigo y Marín.

Sin embargo, el yacimiento no está exento de polémica en el radar ecologista y vecinal a través de la plataforma SOS Serra do Suído. Temen su afectación a los acuíferos de la zona y al río Lérez, que desemboca en la ría Pontevedra. Recuerdan que el mismo proyecto —con otro nombre, Alberta— ya fue rechazado en 2020 por incumplir la normativa ambiental y acusan a la empresa de opacidad. Desde la compañía sostienen que la extracción de este mineral ayudará a mitigar el efecto del cambio climático dentro de un proyecto de “minería moderna y sostenible” que es “absolutamente garantista” con el entorno para el que comprometen “una restauración completa”.

Recurso contra la Mina de Las Navas

No lo tendrá fácil tampoco la mina de Las Navas, en Cañaveral (Cáceres). Otro yacimiento de litio para el que la Plataforma No a la Mina ya anunció recurso ante la Comisión Europea. La comunidad extremeña concentra tres de los siete proyectos estratégicos de tierras raras (CRMA-Critical Raw Materials Act), anunciados este martes.

La primera y la más grande es la de litio entre los municipios de Cañaveral, Holguera y Pedroso con 2.500 hectáreas, donde Lithium Iberia SL proyecta sacar, también, estaño, tántalo, cesio, rubidio y niobio durante 30 años con “la explotación minera más sostenible de Europa”. La empresa apura los plazos para empezar el año próximo, mientras que los colectivos que se oponen cuestionan que la “tramitación exprés” minora las garantías ambientales.

Foto: Esta es la sierra española que está en riesgo por la minería. (Turismo de Cáceres)

La segunda sería la mina de Aguablanca, en Monesterio (Badajoz), para el suministro de cobalto, cobre y, sobre todo, níquel. Es la única en España donde se puede extraer este mineral que es otro componente básico para baterías portátiles y tecnología verde. Estuvo cerrada del 2016 al 2023 y reabrió con capital canadiense entre críticas de Greenpeace.

Y la tercera en la región, la que aspira a reabrir Iberian Resources Spain entre Almoharín y Santa Amalia (Cáceres) para extraer y procesar el wolframio (o tungsteno). Estiman que bajo el suelo está una de las mayores reservas de ese mineral de Europa. Se cerró en 1986 y su reapertura en los últimos años ha sido intermitente entre problemas financieros, EREs y conflictos ambientales. ¿Para qué sirve el wolframio? Es un metal extremadamente duro para componentes tecnológicos y maquinaria pesada, armamentística o aeroespacial.

Un país minero

"Aquí se han venido explotando recursos desde el calcolítico, hace más de 2.500 años", señala José María González, geólogo del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, dependiente del CSIC. Este científico lamenta el "desprecio" que ha sufrido en los últimos 40 años la minería desde el punto de vista científico, lo que supone que desde mediados de los años 80 no se ha investigado "prácticamente". "Tenemos que saber qué tenemos, y seguir investigando para conocer si hay más recursos y evaluarlos", defiende el experto radicado en Granada, que no es catastrofista sobre la decisión de la UE, como los ecologistas.

Según González, la apuesta de la UE por lo verde dejó atrás a la minería, pero la ola provocada por la guerra de Ucrania y la llegada de Donald Trump ha reverdecido el interés por lo que hay bajo tierra. Ya en 2010, cuenta, comenzó a encenderse el foco, pero ahora hay una "ola" en la que se encaja la decisión de Bruselas. "Antes pasaban 15 años para acabar un proyecto y lo que hay que hacer es acortar ese proceso", abunda el geólogo del CSIC, que no cree que el acelerón de la Comisión Europea vaya aparejado a levantar las salvaguardas ambientales ni que se "relaje" el control al respecto. "Somos un país minero por excelencia y no estamos en mal posición en lo que respecta a recursos", zanja González.

No todo el mundo aplaude la decisión de la Comisión Europea sobre la declaración estratégica de 7 proyectos relacionados con los materiales críticos en España. Entre las celebraciones de las empresas involucradas y los cargos públicos se han colado las quejas de los ecologistas. Algunas de las iniciativas cuentan con la oposición de organizaciones sociales y medioambientales desde mucho antes del espaldarazo de Bruselas. Ecologistas en Acción, SEO/Bridlife y Amigas de la Tierra han emitido poco después de conocerse el aval de la UE un comunicado que recuerda la respuesta social de tres de las minas y las "malas prácticas ambientales" de otras tres, por lo que solo se salvaría el proyecto de reutilización impulsado por Atlantic Copper en Huelva.

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