El PSOE desdeña las dudas sobre la revisión de la sentencia de los ERE premiando (otra vez) a Magdalena Álvarez

Veinticuatro horas ha tardado el PSOE en desdeñar la decisión de la Audiencia Provincial de Sevilla de trasladar a las partes del caso ERE la posibilidad de plantear una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para dilucidar si Tribunal Constitucional (TC) se "extralimitó" en su revisión de la sentencia que condenó a la cúpula de los socialistas andaluces. La dirección de la formación en Málaga ha decidido premiar a Magdalena Álvarez, una de las dirigentes del partido todavía encausada, por "contribuir de forma decisiva al avance" de la provincia malagueña. Un reconocimiento que se suma al que la Subdelegación del Gobierno le otorgó a finales del pasado año como expresión de "los valores superiores de la Constitución".

El PSOE de Málaga ha justificado la concesión del Premio Carmen Olmedo a la exministra y exconsejera andaluza porque, "desde sus distintas responsabilidades públicas", fue "clave en el desarrollo económico y social de la provincia". "Sin las inversiones históricas en materia de infraestructuras que impulsó como ministra de Fomento, no se entiende la transformación y pujanza actual de Málaga. Las grandes obras de la provincia llevan el sello de Magdalena Álvarez", remarcaron los socialistas en un momento en el que el PP redobla los ataques contra el Gobierno por la "dejadez inversora" del presidente Pedro Sánchez.

Se trata de otro gesto más de desagravio de la exdirigente que comenzaron el pasado verano. El 5 de junio, en pleno estallido del caso Begoña, Sánchez se desplazaba a un mitin en Benalmádena (Málaga) en el que llamó la atención la presencia de su esposa. Cuando no se había hecho público el fallo del TC, el secretario general de los socialistas buscó a Álvarez entre el público y, para alimentar el discurso del lawfare, criticó "el vil ataque de la derecha" que supuestamente había sufrido "durante muchos años".

El polémico fallo del órgano presidido por Cándido Conde-Pumpido se dio a conocer dos semanas después de este profético día. En él se estimaba el recurso de Álvarez contra la sentencia del Tribunal Supremo (TS) de nueve años de inhabilitación y abría la puerta a tumbar el delito de prevaricación. Además, devolvía la macrocausa a la Audiencia Provincial de Sevilla para que emitiese una nueva resolución.

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Este giro judicial fue seguido por la construcción de un nuevo argumentario en las filas socialistas: el mayor caso de corrupción de la historia del país había sido el resultado de un "montaje político". Y su puesta en escena se escenificó con la rehabilitación pública de otros dirigentes, como Manuel Chaves y José Antonio Griñán, beneficiados por el nuevo fallo.

Sólo cinco meses después de que el desenlace jurídico del caso ERE quedase en suspenso, el Ejecutivo decidió conceder a Magdalena Álvarez el Premio Caleta. El pasado 28 de noviembre, durante la ceremonia de entrega en la Subdelegación del Gobierno en Málaga, defendió que "conmigo no han podido" y que la sentencia "está totalmente anulada". "Deben aceptar que han perdido y que estaban equivocados", manifestó en respuesta a las declaraciones del secretario general del PP malagueño, José Ramón Carmona, que tachó de "indecencia, una desvergüenza y un insulto a todos los andaluces" galardonar "a alguien que técnicamente sigue sentada en el banquillo".

El nuevo reconocimiento tendrá lugar este sábado 22 de marzo en La Térmica. Se trata de la octava edición del premio dedicado a Carmen Olmedo, histórica militante socialista feminista y primera directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) de la Junta de Andalucía, y que fue creado por los socialistas malagueños para destacar "la figura de mujeres luchadoras, progresistas, valientes y de ideas claras".