Albañiles, escolta policial y tres días tapiando puertas para recuperar casas en el foco 'narcookupa' de Marbella
Después de la operación que la Policía Nacional inició el martes contra el menudeo en Las Albarizas, se trabaja contrarreloj para asegurar la quincena de viviendas públicas que estaban okupadas y evitar que entre gente en ellas
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Sobre las 7:00 de este martes, el helicóptero de la Policía Nacional sobrevolaba Marbella a poca altura. No es que su presencia sea extraña en una ciudad donde el crimen organizado ha convertido las operaciones en rutina, pero esta vez el escenario era otro. Numerosos agentes se desplegaban en Las Albarizas. El gran supermercado de la droga en la zona. El barrio al que cada día peregrinan hileras de toxicómanos en busca de su dosis en una imagen que contrasta con la de los coches de lujo y las tiendas exclusivas de Puerto Banús. ¿El objetivo de la operación? Sacudir a las redes de menudeo que con su actividad llevan años amargando la vida a los vecinos de buena fe y liberar una quincena de viviendas públicas que estaban manos de narcookupas.
El operativo, en el que participaron efectivos de numerosas unidades de la Comisaría Provincial y la Comisaría de Marbella, se planificó para tres días con una triple misión: erradicar puntos de venta de estupefacientes, restituir la legalidad urbanística y mantener la seguridad ciudadana y el orden público.
Durante la primera jornada se llevaron a cabo "más de una veintena de registros", según confirmó la Policía Nacional, a los que siguieron una intervención para recuperar una quincena de viviendas protegidas que son gestionadas por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento marbellí. Empleados municipales y de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) participaron en un dispositivo que confirmó que en esos pisos no residían sus legítimos adjudicatarios. Es algo que, a pesar de la escasez de casas protegidas, no es extraño. La Administración autonómica ha realizado en la provincia malagueña varias actuaciones de este tipo y restituir la legalidad. Como las llevadas a cabo en el barrio de La Corta, donde se han liberado 30 inmuebles que habían sido okupados o transformados en cultivos indoor de marihuana.
Proteger esos inmuebles para evitar que volviesen a ser reokupados a las pocas horas, es la tarea de los agentes que continuaban desplegados en Las Albarizas, cuya labor también era escoltar y escudar a la cuadrilla de albañiles que debe tapiar los accesos a los domicilios, explicaron fuentes consultadas por este periódico.
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El siguiente paso será rehabilitar los inmuebles y entregarlos a personas que se encuentren en el registro de demandantes de vivienda pública y que cumplan los requisitos. Una medida que será un auxilio para muchas familias en una ciudad donde alquilar por menos de 1.000 euros es una utopía y en la que se venden villas que pueden alcanzar los 30 millones de precio.
Las autoridades, después, intensificarán el seguimiento de esos domicilios para evitar que los agraciados sufran presiones para que los abandonen y no tener que volver a iniciar un nuevo proceso de desalojo.
Pero esta intervención policial fue celebrada por mucho más. Los vecinos de la zona tenían un sentimiento de abandono que, en parte, fue mitigado por un despliegue de agentes que se espera dar por finalizado este jueves. La proliferación de puntos de venta de drogas, así como la sensación de impunidad de los elementos delictivos que los explotan, ha provocado una degradación cuya imagen más visible es la de los toxicómanos consumiendo sus dosis en cualquier sitio.
Los vecinos se han sentido abandonados y denuncian la degradación de una zona a la que peregrinan toxicómanos a por su dosis
"Es una procesión a todas horas. Gente que va a pillar y otros que están tirados en cualquier sitio después de consumir. Y todo, ante la presencia de los niños", lamentaba un residente en la barriada, que explica que la situación ha ido degenerando con el paso de los años y el empoderamiento de los traficantes.
La operación, en la que participaron agentes de la Udyco Costa del Sol, la Unidad de Intervención Policial (UIP), la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), El Grupo de Operaciones Especiales (GOES), el Grupo de Operaciones de Intervenciones Técnicas (GOIT), la Brigada local de Extranjería y Científica, la Unidad de Subsuelo, Caballería, Medios Aéreos y los Guías Caninos, se ha saldado con un número de detenidos aún no oficial, así como la incautación de sustancias estupefacientes. Las actuaciones están declaradas secretas por la autoridad judicial.
Sobre las 7:00 de este martes, el helicóptero de la Policía Nacional sobrevolaba Marbella a poca altura. No es que su presencia sea extraña en una ciudad donde el crimen organizado ha convertido las operaciones en rutina, pero esta vez el escenario era otro. Numerosos agentes se desplegaban en Las Albarizas. El gran supermercado de la droga en la zona. El barrio al que cada día peregrinan hileras de toxicómanos en busca de su dosis en una imagen que contrasta con la de los coches de lujo y las tiendas exclusivas de Puerto Banús. ¿El objetivo de la operación? Sacudir a las redes de menudeo que con su actividad llevan años amargando la vida a los vecinos de buena fe y liberar una quincena de viviendas públicas que estaban manos de narcookupas.