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XV Congreso regional

Montero combina experiencia y relevo generacional en su núcleo duro del PSOE-A

La líder socialista coloca a María Márquez como número dos y opta por el alcalde de Dos Hermanas como secretario de Organización. Las provincias anticipan las batallas de sus congresos con Jaén como punto negro

Foto: Montero en la inauguración del congreso regional del PSOE-A. (Europa Press)
Montero en la inauguración del congreso regional del PSOE-A. (Europa Press)

María Jesús Montero apuesta por combinar la experiencia y el relevo generacional en el núcleo duro que ha colocado al frente del PSOE andaluz. La líder de la mayor federación socialista ha optado por María Márquez como vicesecretaria general. Diputada en el Parlamento, nacida en 1990 en San Juan del Puerto (Huelva), es uno de los valores al alza en el partido, aunque pasó por las direcciones de Susana Díaz y Juan Espadas. El tándem de la almendra de poder en el PSOE-A lo completa Francisco Rodríguez, alcalde de Dos Hermanas, que se encargará del despliegue territorial del proyecto de la ministra de Hacienda como secretario de Organización. La presidenta del PSOE de Andalucía es Fuensanta Coves, expresidenta del Parlamento andaluz y exconsejera de Medio Ambiente.

Ambas elecciones resultan lógicas después de las semanas que han precedido al XV Congreso del PSOE-A, que se celebra en Armilla (Granada) este fin de semana. Márquez ha sido la responsable del comité organizador del cónclave y ha elevado su presencia mediática e institucional desde que se produjo el desembarco de Montero en Andalucía. "Yo siempre estoy en el cásting de mujeres andaluzas", dijo la ministra de Hacienda en la presentación de un libro el pasado verano. Márquez estaba entre el público en aquel acto y forma parte del pequeño grupo de dirigentes en los que confía la también vicepresidenta primera del Gobierno.

Rodríguez, por su parte, ha tenido un papel protagonista en las comunicaciones que ha ido lanzando Montero en las últimas semanas, una labor propia de un secretario de Organización. El nuevo fontanero del PSOE de Andalucía es el heredero del histórico Quico Toscano y se ha granjeado su puesto al mejorar los resultados de su antecesor en medio de un mal momento electoral para los socialistas. Pertenece a una de las agrupaciones más influyentes del partido, con nexo directo con Moncloa y una importante legitimidad por sus resultados de gestión.

El hecho de que Montero haya optado por un número tres de su misma provincia es, en cierto modo, una anomalía. La dirección saliente tenía un marcado peso sevillano, algo que le afearon a Juan Espadas en su momento. Pero este nombramiento por parte de la líder del PSOE andaluz lanza un mensaje claro sobre sus intenciones. No quiere que los equilibrios territoriales sean decisivos a la hora de diseñar el equipo que tendrá que ejercer su labor en los momentos en los que ella esté en Madrid, que serán muchos dado su pluriempleo dentro del Gobierno y también del PSOE federal. El peso del socialismo sevillano se deja notar en la elección del coordinador del área de Acción Electoral, Demetrio Pérez, o en el adjunto a Organización, el dirigente de Juventudes Socialistas de Andalucía, Alejandro Moyano.

Foto: José Luis Rodríguez Zapatero, a su llegada al Congreso del PSOE andaluz en Armilla, Granada. (EFE/Pepe Torres) Torres)

El núcleo duro de Montero en San Vicente se completa con dirigentes que no siempre responden a la lógica territorial, pero sí sirven para el cierre de viejas heridas provocadas por las guerras heredadas de la época de Susana Díaz. Es el caso de Fernando López Gil, que tenía mando en plaza en San Telmo en los años del susanismo y ahora será coordinador del área de Comunicación Política y Formación. O el exconsejero andaluz de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro, responsable de Transición Ecológica.

En Igualdad estará la granadina Olga Manzano, mientras que Política Institucional se queda para Dani Pérez en recompensa por su paso al lado en la dirección provincial de Málaga. Algo similar le ocurre a Paco Cuenca, exalcalde de Granada, que tampoco competirá en su territorio y será el portavoz de la Ejecutiva.

El XV Congreso del PSOE de Andalucía ha sido en realidad un macrocongreso pronvincial soterrado. Esto es un resultado colateral del respaldo unánime que tiene Montero en la mayor federación socialista. El hecho de que Montero haya hecho su equipo "sin presiones", según fuentes socialistas, ha dado alas a las distintas facciones para que dediquen el fin de semana en Armilla a intentar desatascar los procesos provinciales que echarán a andar este lunes, con la apertura de los plazos de candidaturas. Ya ocurrió en el congreso de Torremolinos, en 2021, pero aquellos fue casi una doble negociación para intentar consolidar el liderazgo de Juan Espadas. El exalcalde de Sevilla necesitaba amalgamar las distintas corrientes que lo apoyaron para desalojar a Susana Díaz del poder. Ahora la situación es distinta, pero no hay tantas diferencias en el comportamiento de las distintas facciones. "Lo bueno del congreso es que no tengo que recorrerme la provincia para buscar apoyos", bromeaba una aspirante provincial en la tarde del sábado.

Calma en Málaga, guerra en Jaén

Montero llegó a Granada con siete de las ocho provincias en pie de guerra. Sólo Sevilla vive en calma gracias al liderazgo de Javier Fernández de los Ríos, presidente de la Diputación y líder del PSOE en la provincia con más militantes del país. Las conversaciones de estos días han permitido aliviar parte de la bronca y, por ejemplo, la duda queda casi resuelta en Málaga. Dani Pérez, un hombre de la confianza de Juan Espadas, había deslizado su intención de presentarse, pero llegó a Armilla dejando clara su disponibilidad a dar un paso al lado en favor de la unidad por la que clama Montero cada vez que tiene ocasión.

El resultado de ese movimiento es el más que probable ascenso de Josele Aguilar, parlamentario andaluz y miembro de la Ejecutiva saliente que cuenta con el beneplácito de la vicepresidenta primera para asumir la enorme tarea de revitalizar al PSOE malagueño, que sobrevive a la sombra del PP más sólido de Andalucía. Montero ha decretado una política de incompatibilidades —que algunos consideran flexible—, lo que impide que Aguilar, uno de los valores del grupo parlamentario, haya entrado a formar parte del nuevo núcleo duro en San Vicente.

El punto negro de la batalla provincial está en Jaén, donde Ángeles Férriz ya ha anunciado su voluntad de aspirar a suceder a Paco Reyes. El secretario general jiennense deja el puesto después de 14 años y apoya a Juan Latorre, alcalde de la localidad de Arjona, de 39 años, que anunciará su candidatura este lunes. Distintas fuentes dan por hecho que no será posible reconciliar las posturas entre la portavoz parlamentaria y el regidor arjonense, que además cuenta con el aval de Juan Francisco Serrano. Había un tercer candidato que anunció que apoya a Férriz, pero ambas corrientes se atribuyen la mayoría y se han afanado en hacer campaña durante el cónclave. Todo parece indicar que se resolverá en unas primarias el 16 de marzo.

placeholder El parlamentario malagueño Josele Aguilar. (EP)
El parlamentario malagueño Josele Aguilar. (EP)

El otro dolor de cabeza para Montero a partir del lunes está en Córdoba. "Hace años que la mayoría aquí es prestada", expresaba una veterana militante cordobesa que asegura que en su provincia la pugna siempre es "subterránea, pero el lodo acaba saliendo". La secretaria general, Rafi Crespín, mostró su voluntad de seguir hace tiempo e incluso tomó el guante de Montero sobre las incompatibilidades y sugirió que podría dejar su escaño en el Congreso. Enfrente tiene ahora mismo a dos candidaturas, pero en Armilla se habla incluso de un cuarto aspirante antes de que se abra el plazo.

En el resto de territorios la situación no está resuelta, pero no es tan grave. Se han acercado posturas en Huelva, donde la actual secretaria general, Maru Limón, tiene el apoyo del exalcalde de la capital onubense, lo que le permitiría conservar la mayoría a pesar del peso específico de sus críticos, entre los que está Mario Jiménez. En Almería están en plenas negociaciones entre el líder en el cargo, Juan Antonio Lorenzo, y los partidarios de Esperanza Pérez, exalcaldesa de Níjar. Hay una tercera vía que baraja situar al actual subdelegado del Gobierno, José María Martín. En Cádiz se da por hecho que la mayoría está en manos de Juan Carlos Ruiz Boix, que cuenta con el apoyo de las principales familias históricas del partido, a pesar de un amago de alternativa entre dirigentes más jóvenes. Y en Granada todas las miradas apuntan al delegado del Gobierno, Pedro Fernández.

María Jesús Montero apuesta por combinar la experiencia y el relevo generacional en el núcleo duro que ha colocado al frente del PSOE andaluz. La líder de la mayor federación socialista ha optado por María Márquez como vicesecretaria general. Diputada en el Parlamento, nacida en 1990 en San Juan del Puerto (Huelva), es uno de los valores al alza en el partido, aunque pasó por las direcciones de Susana Díaz y Juan Espadas. El tándem de la almendra de poder en el PSOE-A lo completa Francisco Rodríguez, alcalde de Dos Hermanas, que se encargará del despliegue territorial del proyecto de la ministra de Hacienda como secretario de Organización. La presidenta del PSOE de Andalucía es Fuensanta Coves, expresidenta del Parlamento andaluz y exconsejera de Medio Ambiente.

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