El polvorín del PP de Sevilla se enciende tras la frágil paz que logró Juanma Moreno

El PP de Sevilla es el eslabón débil del sólido partido que ha construido Juanma Moreno al calor de su liderazgo en la Junta. Es cierto que ese eslabón se ha reforzado, que hace no tanto los alcaldes populares en la provincia se podían contar con los dedos de una mano. Ahora son 24, es decir, casi un cuarto de los municipios sevillanos, y entre ellos está la joya de la corona de la capital. A pesar de esos avances, sigue siendo el lugar donde la hegemonía del PP es más frágil y, por lo tanto, donde hay más posibilidades de que la cadena se acabe rompiendo. De momento no se ha roto, pero las viejas guerras de los populares sevillanos han aflorado después de dos años y medio después de la paz que Moreno logró gracias, en parte, a un éxito electoral que no tenía precedentes.

El barón popular sentó las bases de esta tregua con su apabullante victoria en las andaluzas de junio de 2022. Fue la primera vez que el PP se imponía al todopoderoso PSOE de Sevilla en una contienda electoral, la primera vez que el mapa se pintó de azul donde siempre había sido rojo. Comenzó entonces un trabajo en la sede regional de San Fernando para mejorar las opciones a nivel municipal y poner los cimientos de una expansión con fichajes de alcaldes independientes o procedentes del andalucismo. No ganaron a los socialistas en las municipales de mayo de 2023, pero la mejora fue suficiente para calmar las aguas de un partido que llevaba más de un lustro enfrascado en una pelea entre familias.

En este momento dulce y con José Luis Sanz consolidado como alcalde de la capital andaluza, el río vuelve a revolverse y las viejas rencillas salen a la luz. Las informaciones publicadas por Diario de Sevilla sobre el cobro de sobresueldos en la etapa 2011-2015, cuando Juan Ignacio Zoido era alcalde, fueron el primer envite. La constatación de que esa información ha salido a la luz pública desde dentro del partido, como ha desvelado El Correo de Andalucía, ha acabado de poner nerviosos a los populares sevillanos. El PP andaluz, que se había puesto de perfil, ha puesto en marcha el Comité de Derechos y Garantías que preside el histórico dirigente malagueño Manuel Atencia, para dilucidar si José Ricardo García, número dos de los populares sevillanos y parlamentario andaluz, es el responsable de una filtración que ha puesto en modo defensivo al partido.

Juanma Moreno ha guardado silencio sobre el asunto, en San Telmo admiten cierta desazón por este amago de crisis. "Con el trabajo que nos había costado...", lamentan en el entorno del presidente en alusión al trabajo para coser las heridas de una guerra que, durante años, tuvo contra las cuerdas al jefe del Ejecutivo andaluz. La principal responsable de ese dolor de cabeza fue Virginia Pérez, hoy parlamentaria andaluza y exjefa del PP de Sevilla entre 2018 y 2022. La dirigente sevillana desafió a la dirección regional del partido y fue capaz de ganar en primarias a los candidatos respaldados por Juanma Moreno en 2017 y 2021 en procesos muy distintos, pero con idéntico resultado, y en los que la sombra de Javier Arenas se hizo notar.

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La victoria de las autonómicas a Moreno dotaron al malagueño de la legitimidad para aplicar su receta y optó por un perfil conciliador, el del exalcalde de Mairena del Alcor, Ricardo Sánchez, que también es el delegado del Gobierno andaluz en Sevilla desde 2019. Dos años y medio después de su ascenso, el dirigente local se enfrenta a una investigación judicial por su etapa de regidor y relacionada con la concesión para la construcción de un tanatorio privado tras el retraso de uno público. Sánchez tendrá que declarar como investigado por un delito de administración desleal en un proceso en el que también hay un miembro de la ejecutiva del PP andaluz. Será el próximo 3 de marzo, aunque en San Telmo restan importancia a este proceso y aseguran que están tranquilos sobre el futuro judicial de Sánchez.

En el equipo del presidente del PP de Sevilla está José Ricardo García, secretario general de la formación en la provincia, concejal en Carmona y parlamentario autonómico. Según ha publicado El Correo de Andalucía, este joven dirigente popular acudió a una notaría a retirar las cuentas del partido que desvelan los sobresueldos, el gasto en comidas del partido pagadas con fondos de la Diputación e incluso en la contratación de autobuses para llenar un mitin de Cristóbal Montoro en las generales de 2011. Fue Virginia Pérez quien depositó estos documentos en una notaría en 2018, en plena guerra interna del PP sevillano, que ahora resucitan, aunque la exjefa del partido ha rechazado su implicación en las filtraciones.

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La principal pregunta que se hacen todos en el seno del PP andaluz es a qué responde este movimiento, quién se beneficia de este estallido. No está claro, nadie es capaz de dar una respuesta. Pero sí es evidente que el principal perjudicado es el actual alcalde de Sevilla, José Luis Sanz. El regidor hispalense fue secretario general del PP-A durante parte de este periodo y miembros de su equipo, como el portavoz municipal, Juan Bueno, cobró estos complementos. El edil popular ha esgrimido que se trata de gastos de representación y el propio alcalde ha defendido su "honestidad". Y es cierto que a priori no se aprecian delitos en estas prácticas, pero sí resulta polémico que estos gastos a cargo de la Diputación se produjeran en los momentos más duros de la crisis económica.

El alcalde de Sevilla también formó parte en su momento de las luchas intestinas del PP y siempre estuvo en el bando alejado de Juanma Moreno. Tanto es así, que el ahora regidor hispalense fue el principal competidor del presidente de la Junta en su intento por liderar a los populares andaluces. Fue Mariano Rajoy quien deshizo el entuerto al elegir al malagueño, más cercano a Soraya Sáenz de Santamaría. Sanz era un hombre de Dolores de Cospedal y luego se alineó en el ala de Pablo Casado, que fue quien lo señaló como candidato a la Alcaldía de la capital. Después, Moreno lo refrendó y se involucró en una campaña clave, ya que buscaba arrebatar al PSOE la principal ciudad gobernada por los socialistas.

Sanz lo logró, pero todavía se notan ciertas tiranteces con San Telmo, sobre todo por el acuerdo alcanzado por el regidor hispalense para sacar adelante los presupuestos con el apoyo de Vox. Antes hubo un acercamiento y un intento de los de Santiago Abascal por entrar en el Gobierno local, pero fue frenado. Moreno es, quizás, el más reacio de los barones del PP a las alianzas con la formación ultraconservadora. A pesar de estas diferencias, las distintas fuentes populares consultadas descartan que el fuego amigo que enciende de nuevo la chispa de los populares sevillanos tenga algo que ver con el líder malagueño.