Iván Espinosa se inspira en Trump ante Albert Rivera: ficha a tus rivales para armar un Gobierno sólido
El exdirigente de Vox insiste en la necesidad de que PP y su antiguo partido se entiendan para tener opciones de llegar a Moncloa en un acto con el exlíder de Cs, que defiende que el sistema de pensiones es "una estafa piramidal"
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Iván Espinosa de los Monteros cree tener la receta para que la derecha llegue al poder en España y está convencido que sólo puede llegar por medio del entendimiento entre PP y Vox. Lo había dicho ya, pero este lunes en Sevilla ha dado más detalles. Y lo ha hecho delante de Albert Rivera, el responsable (efímero) de la división de la "casa común" de la derecha que construyó José María Aznar. La táctica que propone el antiguo número dos de Santiago Abascal está inspirada en los liderazgos que han edificado Donald Trump y Javier Milei en EEUU y Argentina fichando para su núcleo duro a quienes en otro tiempo fueron rivales y críticos. "Yo creo que lo que digo es de sentido común", ha dicho Espinosa de los Monteros justo el día que su viejo partido vuelve a temblar en luchas internas y marcado por su pugna con los populares.
Rivera y Espinosa de los Monteros han compartido un cara a cara dentro del ciclo Letras en Sevilla, organizado por Arturo Pérez Reverte y el periodista Jesús Vigorra en la sede hispalense de la Fundación Cajasol. El aforo de unas 300 personas estaba completo y más de 100 se han quedado sin escuchar a dos políticos "en el exilio", como los ha definido la conductora, Estefanía Molina. Es cierto que ambos están alejado de la primera línea, de la política institucional, pero conservan influencia. Sobre todo el exdirigente de Vox, a quienes muchos atienden en esa apuesta por armar una alianza de la derecha sin complejos para desalojar a Pedro Sánchez del poder.
"No hay un PSOE bueno", ha defendido el exdiputado, que se ha dejado ver en las últimas semanas y tiene intención de crear un think tank que sirva de catalizador a su plan. Los focos hacia Espinosa de los Monteros brillan con más fuerza desde que se produjo el cambio en la Casa Blanca. Santiago Abascal fue el único líder español invitado a la toma de posesión de Trump en el Capitolio y la derecha internacional está inmersa en un debate sobre lo que quiere ser de mayor. Ha dejado claro que no tiene intención de crear un nuevo partido, igual que su compañero de charla, que ha pasado de largo del debate sobre cómo deben ser las relaciones de los partidos del espectro político del que un día formó parte.
El viejo aliado de Abascal aboga por copiar las recetas del empresario neoyorquino, sobre todo en este segundo mandato que acaba de empezar. Y no se refiere a la guerra comercial en ciernes ni a otras decisiones, sino a su apuesta por incorporar a su proyecto a algunos de los más feroces críticos. Es el caso del nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, responsable de la política exterior de Washington. Pero sobre todo de J. D. Vance, el vicepresidente estadounidense que llegó al ticket republicano después de ser un sonoro antitrumpista en su primer mandato. "Llega mucho más sólido porque ha contado con gente distinta", ha admitido Espinosa de los Monteros, que ha aludido también a Milei por fichar a antiguos rivales y miembros de otros partidos, como el ministro de economia de Mauricio Macri.
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"Sólo así se pueden empezar a hacer cosas", ha dicho antes de insistir en que Vox y PP "se tienen que entender, tienen que convivir". Según Espinosa de los Monteros es la única posibilidad, ya que no atisba en la demoscopia un futuro en el que alguno de los dos partidos logre mayoría absoluta. Para el exdirigente de Vox, el partido de Alberto Núñez Feijóo "no es votable desde hace muchos años", pero las posiciones de los populares y las de su vieja formación "tienen que ser compatibles". No cree el abogado madrileño que eso signifique que "uno se entregue a otro", pero PP y Vox "no pueden estar atacándose" y tienen que "aprender a convivir".
Esta llamada a la conciliación se produce el mismo día que Feijóo, en la Junta Directiva Nacional de su partido se ha referido a Vox como "una oposición de tumbona y dedo levantado". Las relaciones entre las dos fuerzas vuelven a pasar por un mal momento tras anunciar el PP su apoyo al decreto del Gobierno sobre las pensiones en ese equilibrio de los populares por hacer oposición a Sánchez y no descuidar su flanco derecho. La respuesta de Abascal, para tristeza de Espinosa de los Monteros, no se ha hecho esperar y ha contestado recordando la alianza que populares y socialistas mantienen en Bruselas. Y también acusando al PP de hacer oposición a los dos líderes que el exportavoz ha utilizado como ejemplos: Trump y Milei.
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Albert Rivera no ha participado de esta disquisición, no quiere ni oir hablar de alianzas con el PP y ha centrado su intervención en la impugnación al bipartidismo que fue el leitmotiv de sus 13 años de vida pública. Cree el exlíder de Ciudadanos que su partido cayó víctima del sistema "asentado" en la población y que cuenta con el aval de los poderes fácticos, los medios y el Ibex 35. "El bipartidismo aguanta porque la sociedad y sus resortes lo han amparado", ha lamentado el expolítico catalán, que ha admitido que su formación se quedó "muy cerquita" de romper el statu quo. "Pero el bipartidismo se protegió a sí mismo, quería dos partidos con una muleta", ha sentenciado.
El fundador de Cs ha defendido su "ambición" de superar al PP en votos, un movimiento en el que muchos vieron un viraje a la derecha cuando optó por apoyar a los populares en comunidades como Madrid o Castilla y León después de décadas de mandatos y no favorecer el cambio, como hizo en Andalucía. "Nunca he escuchado que se critique a nadie por ser ambicioso para querer ganar", ha dicho para después reivindicar su intención de armar "una segunda transición" que conllevaría la puesta en marcha de reformas incómodas que ahora no se hacen, asegura, porque los partidos "no piensan a 20 años vista".
Rivera ha reivindicado incluso la labor de los "hombres de negro" que Bruselas envió a países como Grecia y Portugal a aplicar dolorosas reformas como la que propone él para el sistema de pensiones, que ha comparado con una "estafa piramidal". "La gente en sus cotizaciones paga por algo que mañana no va a tener", ha dicho para explicarse sobre este asunto. Y también ha puesto el acento en el "problema intergeneracional" que supone que la pensión media esté en 1.500 euros mientras que el sueldo medio de los menores de 40 años está "en 1.100".
Iván Espinosa de los Monteros cree tener la receta para que la derecha llegue al poder en España y está convencido que sólo puede llegar por medio del entendimiento entre PP y Vox. Lo había dicho ya, pero este lunes en Sevilla ha dado más detalles. Y lo ha hecho delante de Albert Rivera, el responsable (efímero) de la división de la "casa común" de la derecha que construyó José María Aznar. La táctica que propone el antiguo número dos de Santiago Abascal está inspirada en los liderazgos que han edificado Donald Trump y Javier Milei en EEUU y Argentina fichando para su núcleo duro a quienes en otro tiempo fueron rivales y críticos. "Yo creo que lo que digo es de sentido común", ha dicho Espinosa de los Monteros justo el día que su viejo partido vuelve a temblar en luchas internas y marcado por su pugna con los populares.