Montero obvia la financiación singular de Cataluña pero alude a la "diversidad" en el Congreso del PSOE-A
La ponencia marco del cónclave regional de los socialistas pasa de largo del acuerdo firmado por el PSOE con ERC y apuesta por reforzar el fondo de compensación interterritorial para corregir los desequilibrios del sistema
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El PSOE andaluz apuesta en la ponencia marco del XV Congreso por la cuadratura del círculo en materia de financiación autonómica. Y le pone una vela a su nueva líder, María Jesús Montero, que en calidad de ministra de Hacienda tiene la responsabilidad de armar un nuevo modelo de reparto de fondos entre las comunidades. Ese ha sido siempre el argumento que, en privado, han dado los dirigentes socialistas andaluces cuestionados por el pacto firmado por el PSC y ERC que daba carta de naturaleza a la financiación singular para Cataluña. En público la propia Montero y su antecesor, Juan Espadas, aseguraban que el acuerdo catalán serviría para abrir el melón estatal y profundizar en la federalización del sistema, pero no hay mucho de eso en el texto que ha remitido la comisión organizadora del cónclave que se celebrará en Armilla (Granada) en los días 22 y 23 de febrero.
No hay alusiones directas a la "singularidad" y sólo una a Cataluña en las 93 páginas del texto que ahora se analizará en las agrupaciones socialistas antes de tener un documento definitivo. Sí hay una mención a que el modelo tiene que "reconocer la diversidad" y, al mismo tiempo, "hacer efectiva la igualdad entre todos los ciudadanos y la solidaridad en el conjunto del Estado". Es cierto que la entente entre socialistas y republicanos para hacer president a Salvador Illa incluía esa cláusula de solidaridad, pero vinculada al blindaje del principio de ordinalidad. Esto quiere decir que una comunidad que aporta más a la caja común no puede recibir menos fondos estatales que las que aportan menos.
En la ponencia marco del PSOE-A no hay ni rastro de la propuesta de federalizar la Agencia Tributaria ni del principio de ordinalidad y en lugar de "singularidad" defiende que el hipotético nuevo modelo "tenga en cuenta las peculiaridades de todos los territorios". A cambio, los socialistas andaluces insisten en la necesidad de "reducir las excesivas diferencias de financiación" bajo el criterio de la población ajustada. Ese concepto es la clave de bóveda del modelo para el partido que encabeza María Jesús Montero. Ya en su etapa como consejera autonómica de Hacienda insistía en la necesidad de utilizarlo para ordenar un sistema que ya acumula una década caducado.
"Es imprescindible mejorar el cálculo de la población ajustada (...) para que refleje de forma óptima las necesidades de gasto de cada comunidad y establecer un mecanismo de ajuste automático", defiende el escrito de los socialistas, que apunta al Fondo de Compensación Interterritorial como el instrumento para acabar con los desequilibrios del sistema y que privilegian a determinadas regiones como Cantabria o Asturias frente a las más pobladas, como Andalucía y Valencia. La propuesta del PSOE es que el cálculo del reparto del citado fondo responda al PIB autonómico o los ingresos no financieros del Estado.
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El apartado de financiación de la ponencia marco socialista bebe directamente de los argumentarios del PSOE, por lo que defiende el aumento de las transferencias autonómicas que ha aprobado el Ministerio de Hacienda desde que Montero ostenta la cartera. Y también defiende que parte del problema de la financiación tiene que ver con la gestión de los gobiernos del PP. Y carga las tintas contra el "dumping fiscal" del que acusan a la Comunidad de Madrid cuando baja impuestos como Patrimonio y Sucesiones gracias a la mayor capacidad fiscal que le genera su mayor actividad económica. Por eso defiende el texto la necesidad de armonizar este tipo de gravámenes, en otra de las propuestas clásicas de Montero.
La ponencia marco alude a la necesidad de profundizar en la federalización del Estado y utiliza como referente las declaraciones de Granada y Barcelona elaboradas por los socialistas. Y defiende que Andalucía "está llamada a cumplir, de nuevo, el papel fundamental de buscar acuerdos en aras de un adecuado funcionamiento del modelo territorial que garantice la unidad en la diversidad". Es la forma de blindar el café para todos que Andalucía impulsó en el nacimiento del modelo autonómico y que sigue siendo el objetivo de los socialistas andaluces en sus desarrollos 40 años después.
El texto que debe orientar la política socialista de los próximos años parte de una reivindicación de los 37 años de gobiernos del PSOE en la Junta. "Trajeron el mayor desarrollo económico, social y cultural de la historia andaluza reciente", expresa el documento, que se incardina así con la defensa que ha realizado María Jesús Montero de sus antecesores, Manuel Chaves, José Antonio Griñán e incluso Susana Díaz. Ha sido necesario que el Tribunal Constitucional revise la pieza política de los ERE para que los socialistas sean capaces de reivindicar a sus antecesores, pero la ministra de Hacienda ha abanderado este movimiento a pesar de que es una de las dianas que utiliza el PP para hacerle frente.
La otra diana tiene que ver con su pasado como consejera de Salud entre 2004 y 2013, bajo los mandatos de Chaves y Griñán. La ponencia del congreso del PSOE también alude a las políticas sanitarias. "Proponemos recuperar el orgullo que la ciudadanía andaluza tenía en su sanidad pública", reza el documento, que aboga por reducir los conciertos a pesar de que fueron los socialistas los que los comenzaron a utilizar en Andalucía. No hay rastro de la recuperación de la subasta de medicamentos para reducir el gasto farmacéutico, pero sí una propuesta para que los directivos de la salud pública andaluza no puedan trabajar en la privada.
En vivienda, uno de los principales retos que afrontan los partidos, el PSOE apuesta por fomentar la construcción de inmuebles desde la iniciativa pública y privada y la prohibición de la conversión de viviendas en pisos turísticos en las zonas tensionadas. En materia económica hay algunas similitudes con las políticas que está poniendo en marcha el actual Gobierno del PP, como la apuesta por la reindustrialización y la implantación de energías renovables. La principal diferencia es la política fiscal, donde se recupera el impuesto de Sucesiones y Patrimonio y se incide en el buen funcionamiento de la economía estatal, en una suerte de herencia del paso de Montero por el Ejecutivo central. En materia de empleo destaca una reforma del Sistema Andaluz de Empleo (SAE) y la creación de becas para el acceso de jóvenes a la función pública.
El PSOE andaluz apuesta en la ponencia marco del XV Congreso por la cuadratura del círculo en materia de financiación autonómica. Y le pone una vela a su nueva líder, María Jesús Montero, que en calidad de ministra de Hacienda tiene la responsabilidad de armar un nuevo modelo de reparto de fondos entre las comunidades. Ese ha sido siempre el argumento que, en privado, han dado los dirigentes socialistas andaluces cuestionados por el pacto firmado por el PSC y ERC que daba carta de naturaleza a la financiación singular para Cataluña. En público la propia Montero y su antecesor, Juan Espadas, aseguraban que el acuerdo catalán serviría para abrir el melón estatal y profundizar en la federalización del sistema, pero no hay mucho de eso en el texto que ha remitido la comisión organizadora del cónclave que se celebrará en Armilla (Granada) en los días 22 y 23 de febrero.