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El bar más antiguo de España abrió en 1670: dónde está y cuáles son sus platos estrella
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HA VISTO REINAR A 15 MONARCAS

El bar más antiguo de España abrió en 1670: dónde está y cuáles son sus platos estrella

El bar más antiguo de España abrió sus puertas en 1670, durante el reinado de Carlos II, y conserva su esencia tras cuatro siglos de historia, tradición y gastronomía inigualable

Foto: Barra del bar más antiguo de España, abierto en 1670 (X: @Rinconcillo_Sev)
Barra del bar más antiguo de España, abierto en 1670 (X: @Rinconcillo_Sev)

Ubicado en pleno corazón de Sevilla, el veterano de los bares españoles abrió sus puertas hace 354 años. Su historia se remonta al reinado de Carlos II, el último monarca de la dinastía de los Austrias. Desde entonces, ha sido testigo del paso de 15 reyes y de las dinastías Austria, Bonaparte, Saboya y Borbón. Este emblemático local ha vivido épocas de esplendor y desafíos, como la pandemia de gripe española, la Guerra Civil o la reciente Covid-19, que lo obligó a cerrar temporalmente por primera vez en su historia.

El Rinconcillo, que así se llama este mítico lugar, ha mantenido su esencia a lo largo de los siglos, reflejando la rica tradición sevillana. Aunque su apertura oficial está datada en 1670, documentos históricos sugieren actividad en el lugar desde 1633. Fue en 1858 cuando la familia De Rueda adquirió la casa en la calle Gerona número 40, que ya funcionaba como taberna, y en 1897 ampliaron el espacio al unirlo con una casa colindante en la calle Alhóndiga. Este trazado permanece intacto, convirtiendo al bar en un espacio de culto tanto para locales como para turistas.

El nombre del establecimiento tiene una conexión directa con su ubicación. Según los historiadores, el local se encuentra en un punto donde antiguamente se erigía una esquina de la primera muralla de Sevilla, que unía Puerta Osario con San Andrés. Este rincón dio origen al nombre del bar, que ha acogido a lo largo de los años a artistas, políticos y escritores.

Una carta fiel a la cocina sevillana

El Rinconcillo no solo es un referente histórico, sino también gastronómico. Su decoración mantiene el sabor de otra época, con suelos de loza de Tarifa, mostrador de caoba (donde apuntan a tiza las consumiciones) y paredes adornadas con azulejos de los siglos XVII y XVIII. En su planta baja, las barricas hacen de mesas improvisadas mientras los clientes disfrutan de tapas y vinos. La segunda planta alberga un salón restaurante que conserva el estilo señorial andaluz, con lámparas de forja y ventanales típicos de las casas sevillanas.

En su carta destacan platos tradicionales que preservan las raíces de la cocina sevillana. Las espinacas con garbanzos son una de las especialidades más solicitadas, junto con las pavías de bacalao, chacinas y coquinas. Además, no faltan clásicos como el jamón ibérico de bellota o los quesos de oveja, acompañados de una cuidada selección de vinos de diversas denominaciones de origen españolas.

El local cuenta con 375 metros cuadrados repartidos en tres plantas y una capacidad para 120 comensales. Su atmósfera, una combinación de tradición y calidez, sigue atrayendo tanto a locales como a visitantes que buscan una experiencia gastronómica auténtica en un escenario histórico. Este rincón sevillano es, sin duda, un testimonio vivo de la historia de España y un símbolo de la cultura de los bares.

Ubicado en pleno corazón de Sevilla, el veterano de los bares españoles abrió sus puertas hace 354 años. Su historia se remonta al reinado de Carlos II, el último monarca de la dinastía de los Austrias. Desde entonces, ha sido testigo del paso de 15 reyes y de las dinastías Austria, Bonaparte, Saboya y Borbón. Este emblemático local ha vivido épocas de esplendor y desafíos, como la pandemia de gripe española, la Guerra Civil o la reciente Covid-19, que lo obligó a cerrar temporalmente por primera vez en su historia.

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