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Luis Ángel Hierro, el quijote que planta cara a Ferraz: "Montero tiene que salir corriendo de Madrid"
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Compitió en 2011 contra Rubalcaba

Luis Ángel Hierro, el quijote que planta cara a Ferraz: "Montero tiene que salir corriendo de Madrid"

Luis Ángel Hierro, catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, se presenta a las primarias del PSOE andaluz para hacer valer la democracia interna. Sugiere que la ilusión que despierta la ministra de Hacienda en la militancia no es tal

Foto: Luis Ángel Hierro, en la sede del PSOE de Sevilla. (Cedida)
Luis Ángel Hierro, en la sede del PSOE de Sevilla. (Cedida)
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Luis Ángel Hierro es tan sanchista que defiende los valores de democracia interna que llevaron a Pedro Sánchez a liderar el PSOE incluso cuando el ahora secretario general ya no los aplica del todo. El PSOE de 2025 no es el mismo que el de 2017, cuando el presidente se hizo con el poder, aupado por las bases, después de derrotar al aparato socialista en unas primarias contra Susana Díaz. Tres congresos federales después, ha dejado la consigna de "un militante un voto" y la ha matizado por "un militante un voto, pero antes el 12% de los avales". Ese es el porcentaje de firmas que Hierro tiene que presentar antes del próximo sábado 18 de enero para forzar la celebración de primarias para elegir al próximo líder de los socialistas andaluces. Y enfrente tiene a nada más y nada menos que a María Jesús Montero.

Hierro se define a sí mismo como un "activista político" y por eso, asegura, no se comporta de forma "habitual". Eso lo ha llevado a ser un veterano de las primarias socialistas, esas elecciones internas que tanto dolor de cabeza han provocado al PSOE. Militante de la agrupación Sevilla Sur y catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Hispalense, se estrenó en 2011 contra Alfredo Pérez Rubalcaba después de enfadarse al ver como Carme Chacón retiró su candidatura entre presiones del aparato antes de las elecciones de aquel noviembre. No logró entonces los avales, pero una década después volvió a intentarlo en el proceso que aupó a Juan Espadas, con el respaldo de Moncloa, en su enfrentamiento con Susana Díaz.

En las primarias de 2021 logró el 5% de los votos después de conseguir los 1.400 avales que entonces exigían los estatutos del PSOE. "Fue contra dos aparatos, el de Ferraz y el de San Vicente", recuerda, con cierta satisfacción. Desde entonces ha ejercido de Pepito Grillo, la voz de la conciencia del socialismo andaluz. Y también ha sido el principal dolor de cabeza para Espadas, cuya retirada se atribuye. Antes incluso de que el exalcalde de Sevilla comunicara su paso al lado para dejar vía libre a Montero, el economista anunció su voluntad de concurrir de nuevo a las primarias, consciente de que la tarea iba a ser difícil por el endurecimiento de los requisitos para hacerlo. Su objetivo no es solo competir, a pesar de la desigualdad de condiciones, sino darle un "un impulso democrático" a la vida interna de un partido donde las voces críticas cada vez son menos.

Ese "impulso democrático" se deja ver, según Hierro, en la actividad que se vive estos días en las agrupaciones socialistas de Andalucía, donde los suyos y el aparato, que apoya a Montero, buscan las casi 4.900 firmas necesarias para forzar la celebración de primarias el próximo 1 de febrero. Fuentes del oficialismo consultadas por este diario confían en que el militante sevillano no logre rebasar el listón y la ministra de Hacienda sea nombrada secretaria general del PSOE andaluz este mismo sábado, cuando finaliza el plazo. Hierro es optimista, pero no se atreve a dar un pronóstico. Este mismo martes la comisión que organiza el proceso se comprometió a informarle del número de avales telemáticos que ha recibido, pero por el momento no tiene ese dato. "Llegaremos hasta donde podamos llegar, pero si no fuera por nosotros no se estaría hablando del PSOE andaluz; ¿tú oyes hablar algo de Óscar López?", sentencia el profesor de la Hispalense.

Foto: Pedro Sánchez y María Jesús Montero en la última sesión del Congreso. (Europa Press/Jesús Hellín)

"Yo no soy sanchista, soy defensor de la democracia interna", responde en conversación con El Confidencial cuando se le pregunta por la decisión del 41º Congreso Federal del PSOE de ampliar el número de firmas necesarias. "Lo han hecho para que no se vote, intentan que no haya candidaturas que votar", expresa Hierro, que ejerce como un quijote contra los molinos del aparato. Cree que el viraje en su partido se produjo cuando Sánchez llegó al Gobierno tras la moción de censura de mediados de 2018. "Entonces en el partido empezaron a hacerse las cosas del aparato y el aparato quiere eliminar la participación de la militancia", critica el precandidato al proceso andaluz, que, no obstante, saca pecho de que, al menos, en el PSOE existen este tipo de mecanismos: "En otro partido ni sueñan estar igual que nosotros".

Hierro está convencido de que la legitimidad de Sánchez procede precisamente de aquel viaje de 2017 en su coche después del golpe de los barones en el Comité Federal del 1 de octubre. "Tiene el poder que tiene porque lo votaron", afirma antes de recordar que después de acceder a la Secretaría General por primera vez, en 2014 y con el aval del aparato, llevó al PSOE a los peores resultados de su historia. Se refiere así a los 90 escaños que logró el actual presidente del Gobierno en las generales de diciembre de 2015 y los 85 de junio de 2016. Después de aquellas primarias, insiste, llegó el éxito electoral para el jefe del Ejecutivo. Para este economista las elecciones internas no son conflictivas per se, los problemas llegan con la "mala gestión" de sus resultados y la ausencia de integración de los perdedores. Es el guion que siguió, asegura, Juan Espadas cuando llegó a San Vicente hace apenas tres años.

"Alguien tiene que empujar a los poderes, hay que apretarles porque si no se creen que son dioses", espeta el contrincante de María Jesús Montero, que duda de la ola de euforia que ha desatado la llegada de la ministra de Hacienda al tablero andaluz. "Eso es lo que han querido transmitir, pero esa euforia la tendrán los cargos del partido porque piensan que su cargo está a buen recaudo". Hierro es de los que pensaba que Espadas acabaría resistiendo y está convencido de que él le habría ganado en las primarias al exalcalde de Sevilla. Según su lectura, es ese riesgo de derrota el que ha hecho a Sánchez tomar partido y activar el mecanismo para sustituir a Espadas por Montero.

Y aunque la ministra de Hacienda es "un hipercargo", Hierro asegura que es "más de lo mismo". "¿Quién le hace la oposición, Montero a Moreno Bonilla o Moreno Bonilla a Montero?", se pregunta el profesor universitario, que cree que Montero viene "de una forma muy complicada" y tiene su mochila institucional, que "la lastra muchísismo". "Esto no se hace a distancia, Montero tiene que salir corriendo de Madrid y cuanto antes mejor", remacha Hierro. Es su forma de defender que la vicepresidenta primera debería abandonar la cartera de Hacienda y dedicarse de lleno a la gestión de "un partido muy grande". Y esto es algo que no está en los planes de la política sevillana y tampoco de Pedro Sánchez, ya que ambos están convencidos de que la mejor forma de confrontar con Juanma Moreno pasa por el Gobierno.

"Que se lancen de verdad, que quemen las naves, tiene que dimitir porque si no no somos creíbles", se queja Luis Ángel Hierro, que cree que lo primero que tiene que hacer Montero es "desprenderse del cupo catalán" que ella misma ha bendecido al apoyar el acuerdo del PSOE con ERC que da carta de naturaleza a una futura financiación singular para Cataluña. Para Hierro, la postura del PSOE andaluz en materia de financiación autonómica es "facilísima": "No aceptamos ningún modelo que no nos dé la media de los ingresos per cápita". "Y nada de abandono de territorios por parte de la Administración central, si el Estado abandona territorios, es imposible", explica en referencia a una hipotética ruptura de la caja común para que la comunidad que ahora dirige Salvador Illa recaude y gestione sus impuestos.

"Necesitamos que se nos diga la realidad, no eufemismos", critica Hierro, que se presenta como la opción de izquierdas dentro del PSOE andaluz y pone como objetivo recuperar a los votantes de ese espectro ideológico que han optado por la abstención en las dos últimas elecciones autonómicas. "Lo que tenemos enfrente es un democristiano que está puesto de perfil y que aprueba cambios regulatorios a la remanguillé y controla la televisión pública para crear doctrina", dice el aspirante a liderar el socialismo andaluz sobre Juanma Moreno. Y se muestra confiado en que él haría una oposición "mucho más dura". Pero si no lo logra, Hierro tendrá la satisfacción de haber dado a la militancia "algo serio en lo que participar". "Es mi partido y yo estoy trabajando por mi partido".

Luis Ángel Hierro es tan sanchista que defiende los valores de democracia interna que llevaron a Pedro Sánchez a liderar el PSOE incluso cuando el ahora secretario general ya no los aplica del todo. El PSOE de 2025 no es el mismo que el de 2017, cuando el presidente se hizo con el poder, aupado por las bases, después de derrotar al aparato socialista en unas primarias contra Susana Díaz. Tres congresos federales después, ha dejado la consigna de "un militante un voto" y la ha matizado por "un militante un voto, pero antes el 12% de los avales". Ese es el porcentaje de firmas que Hierro tiene que presentar antes del próximo sábado 18 de enero para forzar la celebración de primarias para elegir al próximo líder de los socialistas andaluces. Y enfrente tiene a nada más y nada menos que a María Jesús Montero.

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