Crisis de vivienda: Málaga impulsa un "plan de choque" que podría generar 3.000 al año

Cuando se analiza el problema de la vivienda en España, Málaga es una de las ciudades donde se pone el foco. El crecimiento experimentado en los últimos años en ámbitos como la economía digital, unido a su consolidación como un destino turístico internacional y su variada oferta cultural, ha ido acompañado de un vertiginoso alza de los precios de las casas que está ‘expulsando’ a muchos malagueños del mercado inmobiliario y que motivó dos grandes manifestaciones en protesta por esta situación. Por eso no resulta extraño que el debate del estado de la ciudad celebrado este martes girase en torno a una problemática que en las últimas horas ha marcado la iniciativa del PP y el Gobierno central. El alcalde, Francisco de la Torre, no fue menos y presentó un "plan de choque" con el que aseguró que, "si todos hacemos nuestra tarea", podrían construirse inmuebles a un ritmo de "3.000 al año".

De la Torre comparecía el mismo día que entraban en vigor las limitaciones para los apartamentos turísticos en 43 barrios de la ciudad y con un clima social que sitúa la dificultad de acceso a la vivienda como su principal problema en la actualidad. El regidor explicó que el desarrollo de Málaga pasa por una "visión y planificación a escala metropolitana" que se apoye en una "sostenibilidad medioambiental, social y económica".

"Uno de los principales problemas que hay en España y Europa, no sólo en Málaga, no sólo en Andalucía, es la vivienda. Conocemos el diagnóstico: no se está construyendo lo que la demanda requiere y la subida de los precios de alquiler y compra está muy por encima del incremento de los salarios", desgranó el dirigente popular.

Con este contexto considera vital obtener "más superficie donde construir casas asequibles", aspecto donde se centra el "plan de choque" que complementaría el Plan de Vivienda 2023—2027 —al 70% de su ejecución— que promueve 3.338 domicilios protegidos. Entre las medidas expuestas por el alcalde, destacan la sustitución del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) "por uno nuevo en el marco" de la Ley de Impulso por la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (Lista) y que "permitirá reservar suelo ahora considerado rústico para vivienda protegida".

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"Esto nos llevará al menos tres años, por eso ya hemos empezado a trabajar pensando en el nuevo plan", reconoció Francisco de la Torre, que señaló que otra de las iniciativas que persiguen es "desbloquear suelos urbanos consolidados y no consolidados" y "poner en marcha planes parciales en Campanillas, en Santa Rosalía, en Litoral Este".

"Facilitaremos el desarrollo de estos suelos, lo que permitirá incrementar a medio plazo la oferta de inmuebles asequibles", defendió, antes de anunciar que el próximo Consejo de la Gerencia "aprobará el borrador del convenio de adquisición del sector Soliva Oeste, con capacidad para un millar de viviendas protegidas".

El alcalde reconoció que "el efecto de estas medidas no llegará de la noche a la mañana, pero se dejará sentir muy positivamente a medio plazo". "Y si todos hacemos nuestra tarea, en Málaga pueden construirse viviendas a un ritmo, como mínimo, de 3.000 al año", vaticinó en su primera intervención, donde dijo que, para avanzar en esta materia, la colaboración institucional es imprescindible.

"Ningún ayuntamiento español, por grande que sea, puede con este reto en solitario". La "magnitud" del mismo "exige la iniciativa del Estado", a quien corresponde "tirar del carro" y exigir la financiación que la Unión Europea (UE) anunció para atajar esta problemática. "Vamos a dedicar tiempo, energía y recursos a este enorme desafío. Y no son simples palabras, los hechos nos avalan". "Cuando ninguna otra administración parecía preocupada por este tema, nosotros ya estábamos en ello, aunque había quien nos criticaba", remarcó el regidor, quien recordó que el Consistorio ha invertido en vivienda social más de 560 millones de euros desde el año 2000 construyendo y entregando 5.339 VPO, 2.511 de alquiler y 2.828 en propiedad.

"El efecto de estas medidas no llegará de la noche a la mañana, pero se dejará sentir muy positivamente a medio plazo"

El líder de la oposición, el socialista Daniel Pérez, aguó el discurso de De la Torre y denunció que "la vivienda en Málaga no es un derecho, es una condena al endeudamiento, a la precariedad y al desarraigo". El portavoz del PSOE volvió a hablar de "crisis habitacional" y "abandono de los barrios", antes de criticar que la ciudad está dejando de ser un lugar "accesible y habitable" por la inacción de las administraciones local y autonómica.

Málaga "se enfrenta una fractura social sin precedentes", advirtió Pérez, que hizo hincapié en que el municipio "lidera las subidas de precios del alquiler en España y más del 60% de los jóvenes no pueden emanciparse". "Esto no es un problema anecdótico, es el síntoma de una ciudad que ha dejado de ser un hogar para muchos de sus habitantes".

Durante su intervención, criticó duramente la pasividad del Ayuntamiento para regular las viviendas turísticas y tomar medidas efectivas para aliviar la presión inmobiliaria. Propuso declarar Málaga como ciudad tensionada y seguir el ejemplo de Barcelona, que ha logrado reducir los precios del alquiler con medidas valientes y decididas. "No podemos seguir permitiendo que el suelo sea un tablero de juego para especuladores y fondos de inversión", subrayó.