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Competición en el Estrecho

Maersk cambia Algeciras por Tanger Med y enciende la alarma en el mayor puerto de España

La naviera danesa elimina de su ruta entre EEUU y Oriente el muelle gaditano y opta por el marroquí, donde no debe pagar la nueva tasa de emisiones de la UE. "Una vez se desvían, es muy difícil recuperarlas", admiten en Algeciras

Foto: Un portacontenedores de Maersk saliendo del puerto de Algeciras. (EFE / A. Carrasco Ragel)
Un portacontenedores de Maersk saliendo del puerto de Algeciras. (EFE / A. Carrasco Ragel)

El skyline de Algeciras está dominado por dos elementos principales. Uno es el peñón de Gibraltar, que ha moldeado la realidad de este rincón de la provincia de Cádiz en los últimos tres siglos. Y el otro es el trasiego de los enormes portacontenedores que entran y salen del puerto de la bahía algecireña, el mayor de España por tráfico y uno de los más importantes de Europa. A partir de este mes de febrero, en esa procesión faltarán algunos de esos gigantescos buques multicolores después de la decisión de una de las principales navieras del mundo, la danesa Maersk. La ruta que une EEUU con oriente dejará de contar con el puerto algecireño en su vuelta desde América, ya que ha optado por hacer escala en el cercano Tanger Med, el puerto impulsado por Marruecos precisamente para competir con el muelle español en la puerta entre el Atlántico y el Mediterráneo.

La compañía escandinava informó del cambio en la ruta MECL el pasado 9 de enero, como ha avanzado el diario Europa Sur, en una nota en la que destaca que el tránsito, que hasta ahora duraba 46 días, se reducirá de media en 5 días. El Maersk Atlanta será el primero en recorrer la nueva travesía al llegar el próximo 24 de febrero al puerto indio de Mundra tras partir de Jebel Alí, en Dubai. Después de hacer dos paradas en la India, viajará hasta EEUU, con escalas en Newark, Charleston, Savannah, Houston, Norfolk y de nuevo en Newark antes de cruzar el Atlántico y parar en Tanger Med antes de volver a Oriente Medio.

En la nota de la naviera danesa no hay detalles sobre la razón por la cual han prescindido del puerto algecireño, donde Maersk tiene una terminal. Como contraste, sí cuentan que la inclusión del muelle de Mundra busca mejorar el transporte de mercancías desde la India. En Algeciras no tienen información oficial sobre el cambio, aunque están en conversaciones con la compañía y este jueves está previsto que el presidente de la autoridad portuaria, Gerardo Landaluce, aluda a la situación en una comparecencia prevista previamente para hacer balance de los números de 2024.

A la espera de conocer estos detalles, todas las miradas apuntan a un posible efector colateral de la tasa europea de emisiones al carbono. El sistema ETC (Emissions Trading System), que entró en vigor el pasado 1 de diciembre, genera unos costes que pueden ascender a 160.000 euros por buque, según un estudio de IRP Eingeneering, una consultora experta en la materia. Si el barco opta por el enorme puerto construido en las cercanías de Tánger se ahorra esa cantidad, un coste que no es baladí en un sector que pasa por un momento crítico provocado por la inestabilidad en el mar Rojo y el descenso en el tráfico que pasa por el canal de Suez, en Egipto. Como alternativa, las rutas del Mediterráneo oriental han ido perdiendo peso en beneficio de la vieja circunnavegación de África por el cabo de Buena Esperanza.

Foto: Terminal TTI Algeciras. (Cádiz)

Según explican en el muelle algecireño, el primer año en vigor del nuevo sistema ha quedado marcado por la crisis internacional y es difícil hacer una valoración de los efectos reales de esta nueva tasa. Bruselas se comprometió, cuentan estas fuentes, a elaborar un informe sobre el impacto del ETS que aún no se ha publicado, pero los borradores que se han ido conociendo apuntan a esta anomalía y no ofrecen información concluyente. "Una vez que estas líneas se desvían, es muy difícil recuperarlas", expresa una fuente del Puerto de Algeciras, que alude a otras prácticas similares de otras navieras que han dejado puertos de la UE para recalar en muelles británicos como el de Southampton o Londres.

El ETS establece pagos en función de las millas que los barcos han realizado por las emisiones de dióxido de carbono emitidas en su trayecto hacia Europa y ya el pasado 4 de diciembre España reclamó a la Comisión Europea una revisión para evitar esta desventaja competitiva. Fue Óscar Puente, ministro de Transportes, quien hizo esta petición en un consejo europeo de los responsables del ramo. Ya lo había hecho seis meses antes y también hace un año por medio de una carta firmada junto al resto de países de la UE bañados por el Mediterráneo, salvo Francia y Eslovenia, además de Polonia y Lituania. Fuentes diplomáticas consultadas por la Agencia Efe apuntaron precisamente al citado informe de la Comisión y echaron en falta "cálculos predictivos" sobre los efectos del sistema de tasas a las emisiones.

"Sin una excepcionalidad por parte de Bruselas, el futuro del puerto de la Bahía de Algeciras depende más si cabe de inversiones en conectividad", expresa en conversación con esta redacción José Ignacio Castillo Manzano, catedrático en Economía del Transporte. Este profesor de la Universidad de Sevilla alude al histórico problema que sufre el puerto gaditano en sus conexiones ferroviarias, ya que es el origen de dos de los corredores europeos de transporte, el Mediterráneo y el Central. El muelle algecireño lleva más de una década pendiente de las obras para mejorar el tramo de Algeciras-Bobadilla, en Málaga, a las que todavía no se les ve el final. "Corren el peligro de entrar en la categoría de infraestructuras utópicas o imaginarias, como curiosamente también estaría el túnel del Estrecho de Gibraltar", bromea el catedrático de la US.

Castillo Manzano admite que la normativa europea sobre emisiones "está bien intencionada y busca el bien general", pero alerta del riesgo de "desplazar más actividad económica a otros territorios que no las exigen". "Más aún cuando no contemplan excepciones tan evidentes", añade respecto a la situación del Puerto de Algeciras, que puede ser víctima de "un exceso de burocracia y regulación". "Los bienes y servicios acaban siendo producidos, fuera de Europa, de forma más contaminante que si se hubieran hecho en Europa antes de que se aprobara la normativa que expulsó su producción", zanja el catedrático de Economía del Transporte, que considera que, "en el fondo" Bruselas es consciente de esta asimetría pero "las necesarias barreras protectoras que se deben imponer para evitar la misma, como sería el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono" tarda muchos años en ser aplicado.

Los sindicatos como CCOO habían advertido de la posible "competencia desleal" que podría generar el sistema ETS, pero es más optimista. "Lo cierto es que el puerto de Algeciras sigue creciendo", apunta Inmaculada Ortega, responsable del sindicato en Cádiz y anterior miembro del consejo de administración del puerto algecireño. Ortega reconoce que los puertos marroquíes crecen a un ritmo importante, pero también asegura que se producen sinergias. Y sobre todo pone el foco en la necesidad de mejorar las infraestructuras de conexión con el muelle gaditano para que, además de ser referente como puerto de trasbordo también lo sea como puerta de entrada y salida de mercancías.

El skyline de Algeciras está dominado por dos elementos principales. Uno es el peñón de Gibraltar, que ha moldeado la realidad de este rincón de la provincia de Cádiz en los últimos tres siglos. Y el otro es el trasiego de los enormes portacontenedores que entran y salen del puerto de la bahía algecireña, el mayor de España por tráfico y uno de los más importantes de Europa. A partir de este mes de febrero, en esa procesión faltarán algunos de esos gigantescos buques multicolores después de la decisión de una de las principales navieras del mundo, la danesa Maersk. La ruta que une EEUU con oriente dejará de contar con el puerto algecireño en su vuelta desde América, ya que ha optado por hacer escala en el cercano Tanger Med, el puerto impulsado por Marruecos precisamente para competir con el muelle español en la puerta entre el Atlántico y el Mediterráneo.

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