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Vox convierte a Sevilla en el mejor ejemplo de su manual de seducción al PP de Feijóo y Moreno
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Después de un año de broncas

Vox convierte a Sevilla en el mejor ejemplo de su manual de seducción al PP de Feijóo y Moreno

Garriga bendice el acercamiento de su partido al alcalde de la capital andaluza que ha acabado con un pacto de presupuestos municipales que incluye medidas llamativas en materia de inmigración, además de políticas de vivienda o bajadas del IBI

Foto: Ignacio Garriga, secretario general de Vox, con el portavoz del partido en el Parlamento de Andalucía. (EP / M. J. López)
Ignacio Garriga, secretario general de Vox, con el portavoz del partido en el Parlamento de Andalucía. (EP / M. J. López)

Vox ha vuelto a presumir de entendimiento con el PP en el mismo lugar donde se produjo el primer acuerdo entre los de Santiago Abascal y los populares. Ambos partidos han cambiado mucho en los seis años que han pasado desde entonces, cuando hicieron posible la llegada de Juanma Moreno a San Telmo. Teodoro García Egea y Javier Ortega Smith, que firmaron aquella entente, ya no están en la primera línea de sus partidos. El sucesor del exdirigente madrileño, Ignacio Garriga, es quien ha vuelto a la Cámara regional para dar carta de naturaleza al entendimiento entre los populares sevillanos y su partido para encauzar los presupuestos de la capital andaluza en 2025. "El PP tendrá que elegir entre Vox y apoyar a los socialistas", ha expresado el número dos de Abascal en una visita a los parlamentarios andaluces y concejales del ayuntamiento hispalense.

La oferta de Garriga encaja en la disyuntiva en la que vive el PP precisamente desde que Vox irrumpió en la política española, en aquellas elecciones autonómicas de diciembre de 2018. Desde entonces los populares oscilan entre colaborar con la formación de su derecha o poner distancia en función del momento. La entente andaluza para hacer a Moreno presidente de la Junta se apoyó sobre la necesidad de alternancia política en la comunidad más poblada después de 37 años de gobiernos socialistas. La relación pasó por altibajos, ultimátums que casi nunca se cumplían y finalmente una apuesta clara de los de Vox por colaborar con Moreno después de las elecciones de 2022 con Macarena Olona como líder.

No hizo falta porque el barón popular logró una histórica mayoría absoluta, pero las autonómicas y municipales de mayo de 2023 alumbraron asambleas regionales y ayuntamientos en los que PP y Vox estaban casi condenados a entenderse. El problema es que los populares no siempre están por la labor, conscientes del desgaste que genera su relación normalizada con la formación ultraconservadora. Y todo ello a pesar de que en todo occidente hay un debate mayúsculo sobre cómo debe ser esta relación. Hay lugares donde los homólogos de Vox han sustituido a los democristianos, como ocurre en Italia; y otros donde el partido clásico de la derecha ha virado para competir con postulados mas radicales.

En este contexto es donde hay que encajar la bendición que Garriga dio este martes al entendimiento con el PP en el Ayuntamiento de Sevilla. El secretario general de Vox se mostró optimista con el cierre de un "principio de acuerdo", sobre todo después de que los populares hayan aprobado un número considerable de las enmiendas del partido de Abascal a las cuentas municipales. Y justo 24 horas después el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, compareció con la portavoz de Vox en la capital andaluza, Cristina Peláez, para firmar el acuerdo de presupuestos en una comparecencia sin preguntas a los medios.

Foto: Alberto Núñez Feijóo junto Santiago Abascal. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)

"Sevilla no necesita debates partidistas", dijo el regidor hispalense en su intervención posterior a los piropos de Garriga por su "predisposición" al acuerdo con la formación de Santiago Abascal. José Luis Sanz se mostró muy duro con el PSOE y la coalición de Podemos e IU por negarse a pactar las cuentas después de un año muy complejo para el alcalde popular. Las cuentas vigentes fueron aprobadas después de someterse a una moción de confianza y con un importante desgaste para Sanz, una situación que lo ha llevado a acercarse a la formación ultraconservadora. Y lo ha hecho con un pacto que incluye una carga ideológica importante y que ha sido muy criticado por la oposición de izquierdas.

El pacto incluye medidas como el soterramiento de la Ronda Urbana Norte, una autovía que divide los barrios del norte de la capital andaluza y una vieja petición vecinal. Y también la creación de un museo del flamenco en la capital andaluza, impulso a la vivienda pública, el estudio para crear un transporte público fluvial en el Guadalquivir o la rebaja del IBI de forma progresiva. Pero también hay varias propuestas que eran una prioridad para Vox, como el aumento de 50 plazas en la plantilla de la Policía Local, que sufre un déficit histórico pero también responde a la importancia que tiene la seguridad para el partido de Abascal. También se creará una oficina de apoyo a la natalidad y otra de asesoramiento en materia de vivienda y okupación.

Lo más llamativo tiene que ver con las políticas sobre inmigración. Las enmiendas que el PP apoyó para encaminar el acuerdo presupuestario ya contemplaban la reducción de la subvenciones a organizaciones que trabajan en sensibilización sobre la integración de los inmigrantes. El pacto da un paso más allá al acordar el cierre en 2025 del Centro de Alta Tolerancia del barrio de la Macarena, que es como se denomina oficialmente a un albergue de esta zona norte de la ciudad que suelen utilizar inmigrantes. También se incluye la reducción de plazas en un 40% del centro de acogida municipal que se encuentra próximo al anterior. En sustitución, PP y Vox han pactado la creación de dos nuevos centros, ya en marcha, para víctimas de violencia y explotación sexual y personas de más de 60 años sin recursos para estancias temporales. Ni rastro de los inmigrantes.

La entente en el ayuntamiento de Sevilla sigue los pasos de la que se produjo el pasado noviembre en el consistorio de Valencia, poco después de la DANA que provocó más de 200 muertos y arrasó con numerosas localidades del entorno de la capital valenciana. Se espera que este entendimiento tenga continuidad en la Generalitat que dirige Carlos Mazón con idea de elaborar unos presupuestos de recuperación.

En Extremadura la situación es compleja, sobre todo después de las críticas del PP a la propuesta de ley de Concordia registrada por Vox. Los populares han calificado de "frentista" la norma impulsada por los de Abascal y han defendido la necesidad de un consenso mayor para derogar la ley de memoria histórica y democrática aprobada por el PSOE en el anterior mandato. En Aragón, Jorge Azcón tuvo que prorrogar las cuentas y en el Ayuntamiento de Burgos se produjo una ruptura del acuerdo de gobierno después de que los populares no aceptaran un recorte en ayudas a inmigrantes similar al que sí ha aceptado el PP en Sevilla. Una relación compleja y con muchas variables, pero que seguirá sumando aristas por todo el territorio nacional.

Vox ha vuelto a presumir de entendimiento con el PP en el mismo lugar donde se produjo el primer acuerdo entre los de Santiago Abascal y los populares. Ambos partidos han cambiado mucho en los seis años que han pasado desde entonces, cuando hicieron posible la llegada de Juanma Moreno a San Telmo. Teodoro García Egea y Javier Ortega Smith, que firmaron aquella entente, ya no están en la primera línea de sus partidos. El sucesor del exdirigente madrileño, Ignacio Garriga, es quien ha vuelto a la Cámara regional para dar carta de naturaleza al entendimiento entre los populares sevillanos y su partido para encauzar los presupuestos de la capital andaluza en 2025. "El PP tendrá que elegir entre Vox y apoyar a los socialistas", ha expresado el número dos de Abascal en una visita a los parlamentarios andaluces y concejales del ayuntamiento hispalense.

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