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La estrategia de Génova contra Ribera choca con la moderación de Moreno con su socia en Doñana
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Tras el acuerdo de hace justo un año

La estrategia de Génova contra Ribera choca con la moderación de Moreno con su socia en Doñana

Tellado mantiene la ofensiva contra la vicepresidenta por su papel en la DANA mientras el presidente de la Junta, que mantiene buenas relaciones con la socialista, se desmarca del plan y solo defiende que haya "transparencia"

Foto: Juanma Moreno y Teresa Ribera en el Palacio de San Telmo. (Europa Press / Francisco. J. Olmo)
Juanma Moreno y Teresa Ribera en el Palacio de San Telmo. (Europa Press / Francisco. J. Olmo)

El próximo 27 de noviembre está prevista la votación en el Parlamento Europeo de la nueva Comisión diseñada por Ursula von der Leyen. Entre ellos deberá estar la socialista Teresa Ribera, todavía vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica. Y es más que probable que los eurodiputados españoles del PP rechacen la elección de la candidata designada por Pedro Sánchez en la guerra que ha emprendido Génova contra la dirigente socialista, a quien responsabilizan de la gestión de la DANA de Valencia. Justo un año antes de ese gesto de rechazo, Ribera estaba en Doñana con el popular Juanma Moreno firmando la paz después de dos años de conflicto por la gestión del espacio natural más importante del país. Desde entonces, esta entente ha dado varios frutos y ha desembocado en una relación engrasada entre el Gobierno andaluz y el Ministerio de Transición Ecológica que choca con la estrategia de la cúpula popular.

"Yo no soy parte de la dirección nacional ni estoy en esa estrategia", dijo el presidente de la Junta desde Bakú, donde ha acudido para participar en la COP29, la cumbre del clima que organiza cada año la ONU. El barón popular sí defendió la necesidad de una mayor "transparencia", en referencia a la comparecencia que Ribera ofrecerá en el Congreso de los Diputados este miércoles a petición del PP. Pero el líder del PP andaluz se ha cuidado de mostrarse crítico con la vicepresidenta tercera mientras que en Génova y en la Comunidad Valenciana sus correligionarios mantienen el foco sobre la candidata a ser vicepresidenta de la Comisión Europea y titular de la importante cartera de Competencia y Transición Justa.

Esta moderación encaja con el estilo de Juanma Moreno, a pesar de que el resto de barones, incluida Isabel Díaz Ayuso, tampoco han sido demasiado virulentos con Ribera, más allá de Mazón. Pero la "vía andaluza" por la que apuesta el jefe del Ejecutivo andaluz funciona especialmente bien con el equipo de la socialista. Y eso fue posible gracias a la superación del conflicto en Doñana y a casi dos años de cruces de declaraciones muy duras. Hay que recordar que la ministra de Transición Ecológica llegó a calificar a Moreno de "señorito" tras impulsar el PP una ley que abría la puerta a ampliar los regadíos en el entorno del humedal andaluz.

Las conexiones entre Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, y el exconsejero andaluz de Sostenibilidad Ramón Fernández-Pacheco sirvieron para allanar el camino entre las dos administraciones. Y ambos mantuvieron el contacto después de la firma del acuerdo de Doñana, a pesar de que este documento todavía no se ha desplegado en su totalidad y los ecologistas ya han urgido a Junta y Gobierno a pisar el acelerador. Fernández-Pacheco ha dejado las competencias de Medio Ambiente, ahora en manos de Catalina García; y se ha quedado con las de Agua. Pero la comunicación entre Transición Ecológica y San Telmo no se ha cortado con estos cambios.

Foto: Teresa Ribera interviene en Bruselas para la confirmación de su candidatura a la Comisión Europea, el 12 de noviembre. (EUROPA PRESS)

Este martes el titular andaluz de Presidencia, Antonio Sanz, desveló que habló con Hugo Morán en dos ocasiones la pasada semana, durante el paso de la DANA que se dejó notar sobre Málaga. Fueron dos las llamadas, una el miércoles, cuando las precipitaciones inundaron la capital de la Costa del Sol y zonas de la Axarquía, y otra el jueves. "Es la estrategia que se debe seguir siempre, colaboración, lealtad e informar en todo momento de las decisiones", dijo Sanz, que tiene las competencias en materia de emergencias, tras la rueda de prensa del Consejo de Gobierno.

Estos ejemplos de colaboración y el silencio sobre Teresa Ribera desde Andalucía contrastan con la pugna que mantiene Génova, que el martes calentó la comparecencia de Ribera en el Congreso. "Si el Gobierno se hubiese involucrado desde el primer momento, quizá esta tragedia no hubiese sido tal", espetó el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, en la Cámara baja. Y achacó esta actitud al "cálculo político y electoral". "El Gobierno actuó mal y actuó de mala fe", zanjó el dirigente popular, que después acusó al PSOE de "quitar presión" a la vicepresidenta tercera al retirar las dos preguntas que dos diputados del PP iban a hacerle en la sesión de control a cuenta de la DANA de Valencia.

Mientras Génova no rebaja la presión, en Bruselas hay ya contactos para desbloquear la elección de Ribera entre los socialistas y populares europeos. Pero existe esa posibilidad de que los 22 diputados del PP mantengan las espadas en lo alto y rechacen la elección de la socialista. Eso provocará, por ejemplo, que la exconsejera andaluza de Aguas, que estuvo involucrada en el acuerdo de Doñana, vote en contra de Ribera. Se trata de Carmen Crespo, que salió del Gobierno andaluz de Juanma Moreno para ir como número dos en las listas del PP a las europeas y ahora es presidenta de la Comisión de Pesca en el Europarlamento.

"Es un asunto del partido a nivel nacional", respondió Carolina España, portavoz del Ejecutivo autonómico, cuestionada por la estrategia de Génova. La dirigente popular eludió pronunciarse sobre la presión de la cúpula de su partido por tratarse de un debate estatal, pero sólo unos minutos antes no había escatimado en críticas contra el Gobierno central por su tardanza en convocar la Conferencia de Presidentes, que será en Cantabria a mediados de diciembre. O por el acuerdo entre el PSC y ERC para que Cataluña tenga una financiación singular, aprovechando que se acerca el congreso federal del PSOE que se celebrará en Sevilla entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre.

El próximo 27 de noviembre está prevista la votación en el Parlamento Europeo de la nueva Comisión diseñada por Ursula von der Leyen. Entre ellos deberá estar la socialista Teresa Ribera, todavía vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica. Y es más que probable que los eurodiputados españoles del PP rechacen la elección de la candidata designada por Pedro Sánchez en la guerra que ha emprendido Génova contra la dirigente socialista, a quien responsabilizan de la gestión de la DANA de Valencia. Justo un año antes de ese gesto de rechazo, Ribera estaba en Doñana con el popular Juanma Moreno firmando la paz después de dos años de conflicto por la gestión del espacio natural más importante del país. Desde entonces, esta entente ha dado varios frutos y ha desembocado en una relación engrasada entre el Gobierno andaluz y el Ministerio de Transición Ecológica que choca con la estrategia de la cúpula popular.

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