La unidad de los líderes provinciales con Espadas se resquebraja y enciende la mecha en el PSOE andaluz
El secretario general del PSOE en Cádiz elude apoyar la continuidad del dirigente regional y eleva el debate a tres semanas del congreso federal. Los movimientos para el cónclave autonómico se mantienen latentes
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Al PSOE andaluz se le abre otra vía de agua por Cádiz cuando faltan apenas tres semanas para el congreso federal de los socialistas en Sevilla. El ruido sobre el liderazgo de Juan Espadas ha sido una constante en los últimos años y este martes ha sumado unos cuantos decibelios. En julio el movimiento crítico cruzó un rubicón al cuestionar la forma de hacer oposición del secretario general de la mayor federación del PSOE. Fue en el Comité Director celebrado poco después de la revisión del caso de los ERE en el Constitucional, que funcionó como bálsamo. Ahora se cruza una nueva línea y, por primera vez en público, un secretario general provincial ha eludido apoyar expresamente a Espadas, que quiere continuar al frente del partido en Andalucía después del congreso regional previsto para principios de 2025.
Ha sido Juan Carlos Ruiz Boix, líder del PSOE en Cádiz y alcalde de San Roque, quien ha dado este paso en la Cadena Ser. Ruiz Boix ha defendido la necesidad de una "reflexión" que permita a los socialistas volver a ser "alternativa" en la comunidad más poblada de España y que plantee "un proyecto de presente y de futuro". El mensaje que hay detrás de estas palabras es la ausencia de un apoyo expreso a Espadas para el congreso autonómico mientras el resto de facciones críticas mantienen las conversaciones para armar una candidatura en condiciones con competir con el líder regional. De fondo está el silencio de Ferraz, que tiene puesto el foco en el 41º Congreso Federal y apoya tácitamente al exalcalde de Sevilla, que también es portavoz del PSOE en el Senado.
El ruido en torno a Juan Espadas ha sido constante, sí, pero también de baja intensidad. Las protestas llegaban, sobre todo, de Luis Ángel Hierro, que se enfrentó con Espadas y Susana Díaz en las primarias de 2021. Y también de los afines que le quedan a la expresidenta de la Junta, que ha aprovechado su altavoz en las tertulias de televisión y radio para alimentar el descontento con su viejo aliado. En el citado Comité Director de julio hubo figuras que apoyaron a Espadas en las elecciones internas que también pidieron un cambio de rumbo en la forma de dirigir el partido, aunque desde la dirección de San Vicente restan importancia a esas voces.
La relevancia del paso que ha dado Ruiz Boix es que es novedoso porque el secretario general del PSOE andaluz siempre se ha parapetado en los 8 secretarios generales provinciales. Espadas diseñó una dirección amplísima, aunque su núcleo de toma de decisiones es mucho más limitado, y siempre ha buscado el aval de los dirigentes territoriales para blindar su posición. Esto ha sido posible porque el mal momento electoral de los socialistas no se limita al ámbito autonómico y sólo dos de los ocho barones provinciales tienen suficiente peso específico como para moverle la silla a Espadas después de los últimos resultados. Son Javier Fernández de los Ríos, secretario provincial en Sevilla; y Francisco Reyes, su homólogo en Jaén. Ambos son los presidentes de sus diputaciones y ganaron en las municipales de marzo de 2023, al contrario que sus compañeros de Huelva, Cádiz, Málaga, Córdoba, Granada y Almería.
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Fernández de los Ríos mostró su apoyo explícito a Espadas en su voluntad por presentarse a las primarias autonómicas y Reyes ha mantenido silencio bajo la premisa de que la batalla no toca ahora. El sentimiento general en el PSOE andaluz, tanto en los críticos como en los afines a la dirección, es que la principal pugna se dará en los congresos provinciales previstos para el segundo trimestre de 2025. Y el mensaje de Juan Carlos Ruiz Boix, a pesar de sus consecuencias regionales, hay que entenderlo también en clave local. Cádiz ha sido un territorio históricamente revuelto dentro del PSOE, una provincia con tres grandes ciudades (la capital, Jerez y Algeciras) que Alfredo Pérez Rubalcaba bautizó como Cádiz Herzegovina con familias que se alían y se enfrentan con una facilidad pasmosa. La guerra que decidirá quien dirige el PSOE de Cádiz a partir del año que viene ha empezado ya y se replicará en el resto de territorios, con la excepción de Sevilla y Jaén, salvo sorpresa.
Fuentes socialistas explican que, hace unas semanas, hubo presiones para evitar que los dirigentes provinciales se posicionasen a favor o en contra de Espadas para evitar una riada de reacciones que provocasen un temblor en un partido que todavía no se ha recuperado del mazazo de perder la Junta, en 2019, y casi todo el poder local, en 2023. Ruiz Boix ha generado justo eso, sobre todo después de que Mario Jiménez, exportavoz parlamentario y antiguo aliado de Espadas, se sumase a la crítica del gaditano. "El PSOE-A tiene que reflexionar y tomar las mejores decisiones para volver a ser una alternativa a la derecha incapaz y corrupta que gobierna Andalucía", ha defendido en su cuenta de X.
Quien fuera el portavoz de la gestora que dirigió el PSOE en el interregno de Pedro Sánchez, alineado entonces con Susana Díaz, viene reclamando un giro a la izquierda de la labor de oposición de Espadas. El líder socialista ha apostado fuerte por erosionar al Gobierno de Juanma Moreno con su denuncia sobre las prórrogas de los contratos de emergencia entre 2021 y 2023 por valor de 243 millones. La Fiscalía Anticorrupción ha asumido una investigación en la que Espadas tiene puestas sus esperanzas, aunque en San Telmo aseguran que se trata de una utilización política de la justicia. No obstante, el exalcalde de Sevilla sorprendió la pasada semana cuando no atizó al barón popular con la decisión de la Fiscalía en el Parlamento y lo dejó en uno de sus hombres de confianza. "Tiene algo más grande que se reserva para él", expresan fuentes socialistas, sin dar más detalle.
El mensaje de Jiménez es una suerte de xirimiri que sirve para recordar que existe un descontento con Espadas. Que en las provincias hay movimientos que cruzan también a la política regional, como ocurre en Huelva, su lugar de origen, a pesar de la tregua tácita que se había cerrado en los meses previos al congreso federal. Y lo llamativo es que ha recibido una respuesta pública de uno de los fieles a Espadas, su exsecretario de Organización Noel López. "Cuando uno está en su proyecto personal, a veces no tiene tiempo para trabajar en un proyecto colectivo", expresa el dirigente granadino, que sugiere que Jiménez trabaja ya "en esa alternativa". "Pero seguramente no lo ha reflexionado profundamente".
"El proyecto que encabeza Juan [Espadas], y del que muchos participamos, es el camino para recuperar las políticas progresistas en Andalucía". Así ha terciado Gerardo Sánchez, otro diputado de Granada, para apoyar a la dirección actual y que también actúa en clave local, ya que en su provincia habrá batalla por ver quién releva a José Entrena, el actual líder provincial que ha anunciado su intención de dejar el cargo. El PSOE andaluz está embarcado en este doble proceso regional y local sin tener claro qué hara Ferraz y a la espera de conocer cómo queda el partido después del 41º Congreso Federal en el que Juan Espadas ejercerá como anfitrión con menos placidez de lo que desearía.
Al PSOE andaluz se le abre otra vía de agua por Cádiz cuando faltan apenas tres semanas para el congreso federal de los socialistas en Sevilla. El ruido sobre el liderazgo de Juan Espadas ha sido una constante en los últimos años y este martes ha sumado unos cuantos decibelios. En julio el movimiento crítico cruzó un rubicón al cuestionar la forma de hacer oposición del secretario general de la mayor federación del PSOE. Fue en el Comité Director celebrado poco después de la revisión del caso de los ERE en el Constitucional, que funcionó como bálsamo. Ahora se cruza una nueva línea y, por primera vez en público, un secretario general provincial ha eludido apoyar expresamente a Espadas, que quiere continuar al frente del partido en Andalucía después del congreso regional previsto para principios de 2025.