Málaga intenta 'educar' a sus guiris: carteles en inglés contra patinetes y 'descamisaos'
La campaña de Turismo está formada por 17 'mupis' sobre cuatro problemáticas relacionadas con el turismo: patinetes, limpieza, ruido y vestimenta. Se pone el foco en la movilidad personal o las bullas
Pocas cosas más odiosas de estos tiempos de turismo low cost que esas pandillas de guiris montados en patinetes de alquiler que convierten las ciudades en circuitos urbanos de la nueva movilidad personal. No es que los autóctonos generen más simpatías, pero al ser el vehículo de su propiedad, al menos no lo dejan aparcado en cualquier lugar. Solo hay que asomarse a las redes o mirar los comentarios en los medios para darse cuenta de que este asunto enciende al personal.
Puede que esta deriva sea uno de los motivos por los que el Ayuntamiento de Málaga, uno de los destinos en el que se ha abierto en canal el debate del modelo turístico, ha decidido colocar carteles en inglés en los que se recuerda a los visitantes de que no están exentos de cumplir las ordenanzas municipales. Una forma con la que tratar de aleccionar a esos turistas sobre patinetes o bicicletas que circulan por la acera molestando y poniendo en riesgo a los ciudadanos o los que van descamisados y sudorosos por la calle.
La campaña, impulsada por el Área de Turismo, se centra en cuatro aspectos que gravitan sobre el comportamiento de los visitantes y las quejas que genera en los malagueños: patinetes, limpieza, ruido y vestimenta. La componen 17 mupis instalados en distintos puntos de la ciudad y que recogen cuatro mensajes en inglés que abordan estas problemáticas.
En la barriada de El Palo, en el distrito Este, se encuentra uno sobre el uso del patinete. En él se puede leer: "Las aceras son para los peatones. Si usas patinete o bici, hazlo por los espacios legalmente habilitados para ello, cumpliendo las ordenanzas municipales". Una medida con la que se intenta atajar a los que indistintamente circulan por los carriles bici, que invaden las zonas peatonales, y han protagonizado más de un incidente grave.
El texto, además de en inglés, también está en castellano, ya que —según señalan fuentes municipales consultadas por El Confidencial— tiene por objetivo "concienciar a la ciudadanía". Aunque es lógico deducir que los destinatarios principales son los turistas porque los mensajes en inglés acaparan la atención al situarse en la parte superior y escribirse con una tipografía distinta y un tamaño de letra mucho mayor.
La iniciativa llama la atención porque también aborda la figura del descamisao. Ese personaje con el que se acabó en la Feria del Centro y con el que se han mimetizado algunos guiris que pululan por la ciudad con el torso al aire, sudando y con la piel color rosáceo por efecto del sol. El mupi sobre este asunto reza: "Viste de forma completa. Tanto en la calle como en los lugares públicos lleva siempre una prenda en la parte superior por respeto e higiene".
Un mensaje bastante directo. Como el que avisa que "no te hagas notar" y que persigue que los visitantes no hagan ruido, ya que es una queja recurrente de los residentes en zonas de ocio que ven cómo por las noches es difícil conciliar el sueño por actos gamberros y desconsiderados.
"No grites, cantes o subas el volumen de tu música. Respeta los horarios de descanso de tus vecinos, entre los que se encuentran personas mayores, enfermos, estudiantes, niños y trabajadores esenciales", se lee en los carteles sobre esta cuestión, mientras que los centrados en la limpieza recogen las siguientes indicaciones: "Mantén limpia la ciudad. Utiliza las papeleras, contenedores y demás servicios. Cuida los monumentos, el patrimonio histórico, los jardines y el mobiliario público".
Pocas cosas más odiosas de estos tiempos de turismo low cost que esas pandillas de guiris montados en patinetes de alquiler que convierten las ciudades en circuitos urbanos de la nueva movilidad personal. No es que los autóctonos generen más simpatías, pero al ser el vehículo de su propiedad, al menos no lo dejan aparcado en cualquier lugar. Solo hay que asomarse a las redes o mirar los comentarios en los medios para darse cuenta de que este asunto enciende al personal.
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