Un fondo de NY y un pueblo sevillano endeudado hasta las cejas: ¿Qué está pasando en Burguillos?
La localidad debe 24 millones de euros a KSAC Europe Investments. El alcalde ha emprendido una batalla para intentar reducir la cuantía, pero la firma le recuerda que el Estado dispone de un fondo para este tipo de situaciones
Burguillos (6.600 habitantes, Sevilla) fue uno de esos municipios que en los años de bonanza al calor de la burbuja inmobiliaria se lio la manta a la cabeza. José Juan López (PSOE), el regidor entonces, impulsó un hotel de cuatro estrellas, una macrodiscoteca con un aforo superior al padrón y hasta proyectó un aeropuerto. Pero los sueños de grandeza se cayeron como un castillo de naipes en 2009. La sociedad pública bajo la que se auspiciaron todas las construcciones, Burguillos Natura SL, entró en concurso de acreedores, el regidor dimitió por una primera condena -luego llegarían más- y el pueblo pasó a ostentar el título de municipio más endeudado de España: 70 millones de euros, 12.108 euros per cápita, según el censo de aquel año.
De aquella época de despilfarro, la localidad arrastra una deuda de 24 millones contraída con al fondo KSAC Europe Investments y el actual alcalde, Domingo Delgado (PP), ha emprendido a la desesperada una batalla para intentar reducir la cuantía. El regidor defiende que no tiene otra opción y clama contra la firma. Fuentes de la compañía, sin embargo, recuerdan que hay una sentencia firme que obliga al Consistorio y que existen dos fondos públicos, dependientes del Ejecutivo central, para municipios en estas situaciones. La pugna puede terminar con los bienes del Ayuntamiento embargados y con una denuncia por prevaricación contra el primer edil.
KSAC Europe Investments, propiedad del grupo internacional King Street, con sede central en Nueva York, se hizo con la deuda de la localidad a comienzos de año. Fue la compañía que presentó la mayor puja, siete millones de euros, por el crédito que Burguillos Natura SL tenía contra el Ayuntamiento. El juez del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla dio el visto bueno a la operación para que los muchos acreedores —en 2020, como publicó El Confidencial, más de 200 entidades estaban pendientes de cobrar—, pudiesen saldar sus deudas. Cuando se ejecutó la compra, la cantidad inicial que adeudaba la empresa pública, 13,5 millones, había ascendido a 24 por los intereses.
"En la subasta, cada uno es libre de poner el precio que quiera. Hubo otras firmas que pusieron precios inferiores, cuatro millones, cuatro y medio. Pero hay una que pone siete millones. ¿Qué hace el administrador concursal? Pues adjudicárselo a la mejor oferta para que todos esos pequeños acreedores que no habían visto ni un euro en años, puedan verlo", defienden fuentes de KSAC Europe Investments. La compañía pide el cumplimiento de la sentencia que obliga al Consistorio a abonar los 24 millones de euros.
La cantidad no es una minucia y puede comprometer las arcas municipales de aquí a muchos años. De ahí que el primer edil intente renegociar una rebaja sustancial de la deuda. El Ayuntamiento ofreció en un primer momento ocho millones de euros, precisa Delgado a El Confidencial. Luego fueron nueve, pero muy lejos de los 24. Y aunque ambas partes han mantenido diversos encuentros, no ha fructificado ningún acuerdo. KSAC Europe Investments rechaza las críticas que le señalan como el malo de la película. Las voces consultadas aclaran que el municipio tiene en sus manos herramientas para saldar la deuda y evitar un posible embargo.
Se refieren al Fondo de Financiación de Entidades Locales. Es un mecanismo del Estado al que se pueden acoger municipios en la situación de Burguillos. En 2023, el Gobierno distribuyó bajo esta herramienta un total de 1.350 millones de euros. Los pagos se dilatan a lo largo de ocho, 10 o 12 años a cambio de un ajuste para limitar los gastos. "Por ley, las entidades locales no pueden ir a concurso, es decir, no pueden quebrar, de ahí los mecanismos de ayuda. En concreto, hay dos para apoyar a las entidades locales que se encuentran en situaciones como estas, el mecanismo de pago de proveedores y el de ordenación", ahondan desde la firma.
El municipio, por su situación, podría acogerse al segundo, subrayan en KSAC Europe Investments. La deuda con el fondo de Nueva York se saldaría y pasaría a manos del Gobierno. El Ayuntamiento tendría que responder ante este, pero, como destacan las fuentes consultadas, "las condiciones son mucho más cómodas". Además, el fantasma del embargo desaparecería, también, de un posible proceso por prevaricación contra el alcalde. El plazo para acogerse termina el próximo 20 de septiembre y el tiempo apremia. Jaén, Parla o Jerez son algunos de los municipios que se han beneficiado de este mecanismo.
Delgado confirma a El Confidencial que el municipio va a solicitar los dos fondos. "Ya se han pedido los informes pertinentes", adelanta, aunque defiende que el municipio no cumple con los requisitos que marca el Estado. No es el diagnóstico que hace la firma que, advierte, lo peor que le puede pasar al municipio es que el procedimiento judicial siga adelante. "Dentro de un año podríamos volvernos a ver en la misma situación, cuando saquen otra convocatoria del Fondo de Financiación. Pero antes, en los 12 meses previos, el Ayuntamiento podría ver cómo pierde bienes valiosos para sus vecinos por no acogerse a un fondo que está diseñado precisamente para esto", zanjan en KSAC Europe Investments.
Burguillos (6.600 habitantes, Sevilla) fue uno de esos municipios que en los años de bonanza al calor de la burbuja inmobiliaria se lio la manta a la cabeza. José Juan López (PSOE), el regidor entonces, impulsó un hotel de cuatro estrellas, una macrodiscoteca con un aforo superior al padrón y hasta proyectó un aeropuerto. Pero los sueños de grandeza se cayeron como un castillo de naipes en 2009. La sociedad pública bajo la que se auspiciaron todas las construcciones, Burguillos Natura SL, entró en concurso de acreedores, el regidor dimitió por una primera condena -luego llegarían más- y el pueblo pasó a ostentar el título de municipio más endeudado de España: 70 millones de euros, 12.108 euros per cápita, según el censo de aquel año.
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