Prisión para los cabecillas de la banda de porteros que cortó la autovía en Marbella para robar dinero del narco

La autoridad judicial ha decretado el ingreso en prisión de los dos cabecillas de la banda de porteros de discoteca que supuestamente asaltó un transporte de dinero del narco tras cortar la circulación de la autovía A-7 a su paso por Marbella. Un golpe perpetrado el pasado 24 de febrero en el que sus autores presuntamente se hicieron con un botín de 300.000 euros que estaba oculto en un doble fondo.

Fuentes cercanas al caso consultadas por El Confidencial, explicaron que el líder de este grupo delictivo, así como su lugarteniente, han sido encarcelados por una causa que lleva el Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella y que está sustanciada con delitos robo con violencia e intimidación, lesiones, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, robo de vehículo, depósito de armas y organización criminal. Los otros tres detenidos por la Udyco en Costa del Sol quedaron en libertad con cargos

La banda, presuntamente dedicada a los ajustes de cuentas y vuelcos a redes de traficantes, es considerada como extremadamente violenta y las pesquisas realizadas en torno a sus miembros revelaron conexiones de interés policial. La más llamativa era la que conectaba a uno de los arrestados con el grupo de Niño Skin, uno de los líderes de Ultra Sur, vinculado al narcotráfico y propietario de una mansión en la lujosa urbanización madrileña de La Finca registrada por las fuerzas de seguridad.

Antonio Menéndez, nombre de este peligroso neonazi que acumula antecedentes, ingresó en prisión en marzo del año pasado como consecuencia de una operación antidroga de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Con anterioridad se había visto inmerso en investigaciones por incidentes en el contexto de partidos del Real Madrid, vuelcos a narcos y tráfico de sustancias anabolizantes.

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La banda de porteros que cortó la autovía en Marbella para robar un (presunto) transporte de dinero del narco

Pablo D. Almoguera. Málaga

El robo que ha permitido desmantelar la banda que operaba en la Costa del Sol se planificó de forma concienzuda. Los asaltantes, tras saber que en un doble fondo habilitado en una furgoneta se iba a transportar dinero presuntamente ilícito, se hicieron pasar por agentes para interceptarlo en la autovía A-7 a su paso por Marbella. Para ello contaban con ropa policial, armas y dispositivos luminosos para trasformar sus turismos en coches policías. Aunque en el desarrollo de su acción criminal cometieron un fallo.

Los agentes de la Policía Nacional que llevaron a cabo la inspección ocular de la furgoneta, que fue hallada poco después del golpe en la zona de Cancelada, en Estepona, descubrieron en las proximidades del vehículo un teléfono que acabaría conduciendo hasta la organización delictiva. Esta, asentada en los municipios de Marbella, Estepona y Casares, estaba formada por al menos cinco individuos —de entre 26 y 34 años— que trabajaban como personal de seguridad para un importante grupo de hostelería marbellí con locales de gastronomía y ocio nocturno.

Los sospechosos, que adoptaban curiosas medidas de precaución para tratar de esquivar las investigaciones, solían ejercer como control de puerta en una conocida discoteca de la zona de Nueva Andalucía y los investigadores creen que desde este puesto —supuestamente— marcaban coches de clientes que después serían robados para sus golpes.

Las citadas fuentes detallaron que la desarticulación de esta red criminal se llevó a cabo en dos fases. Una primera tirada, en la que participó el Grupo de Operaciones Especiales (GOES), se saldó con el arresto de cuatro de los presuntos implicados. Entre ellos, el jefe de la banda y su lugarteniente. Todos ellos españoles y consideramos muy violentos. El quinto investigado fue arrestado poco después cuando se encontraba en su puesto de trabajo.

Los agentes realizaron siete registros: uno en Estepona, dos en Casares, otro en Marbella, Mijas y en dos garajes ubicados en Benalup-Casas Viejas (Cádiz) en los que presuntamente escondían vehículos sustraídos, cinco de los cuales fueron recuperados. Entre objetos como seis balizas o prendas policiales, los responsables del caso también hallaron 2.636 cartuchos de diferentes calibres, 12.630 euros en efectivo, 900 gramos de cocaína, 6.400 de hachís; 145 de marihuana cartuchos y armas de fuego, según precisó este miércoles la Comisaría Provincial.

También se incautaron de cuatro relojes de lujo de origen legal, que se piensa que supuestamente se adquirieron para blanquear, así como 16 equipos de transmisiones, inhibidores de frecuencias, cámaras de caza y un dron.